La nueva tecnología de la creación de la moderna robótica de la mano bajo el control de la mente

INCREÍBLE BRAZO BIÓNICO DE NIGEL ACKLAND

El brazo de Nigel Ackland, de 53 años, es una de esas cosas que, aunque las veas con tus propios ojos, resultan difíciles de creer. Este británico ha sido equipado con una mano mecánica de fibra de carbono, que se puede controlar con los músculos del brazo.

Hace algo más de cinco años, Ackland perdió su antebrazo derecho en un accidente laboral. Sin embargo, hace pocos meses su extremidad volvió a crecer. No fue gracias a experimentos genéricos como los del profesor Curt Connor de Spiderman, sino a los avances de las prótesis.

La empresa Grupo RSLSteeper implantó al afortunado obrero el Bebionic 3, una avanzada pieza de ingeniería que parece de ciencia ficción. La prótesis tiene 14 agarres diferentes y está fabricada mediante una combinación de aleación de aluminio y fibra de carbono, para que sea lo más ligera posible, no más que un brazo humano.

Conectada a dos músculos del brazo, Ackland puede cerrar y abrir la mano. Incluso puede extender únicamente unos dedos con tan solo pensar en ello. Además, los dedos tienen sensibilidad. Tan afinada está, que puede sostener huevos con suavidad o agarrar una botella con fuerza mientras retira la chapa con la otra mano.

El único movimiento que no puede hacer Ackland con sus dedos biónicos es el de apertura del dedo pulgar.

Una nueva tecnología crea el brazo robótico controlado por la mente más avanzada

En febrero de 2012, un grupo de ientíficos de la Universidad de Pittsburgh implantaron dos microelectrodos en el cerebro de una mujer de 52 años, justo en la corteza motora, la zona responsable del control voluntario de los movimientos de las personas.

Cuando se la implantaron, la paciente no era aún tetrapléjica pero la progresión de su enfermedad (degeneración espinocerebral) ha provocado que en la actualidad esté paralizada de cuello para abajo. El equipo de investigadores desarrolló una prótesis de mano robótica controlada por los pensamientos de la mujer por medio de los electrodos que le permite un grado de control y una libertad de movimientos que nunca antes se había conseguido, una experiencia publicada en The Lancet.

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La paciente del experimento acerca una tableta de chocolate a su boca ayudándose del brazo robótico. / UPCM

Los electrodos se conectaron a esta sofisticada mano robótica articulada. Tras 14 semanas de entrenamiento, la paciente aprendió a usar correctamente el dispositivo, aunque ya fue capaz de mover la mano protésica sin ayuda desde el segundo día de entrenamiento. Esta velocidad en la adaptación a la prótesis, sin precedentes en medicina, se debe a una innovadora técnica aplicada para conectar el cerebro a los electrodos, basada en un algoritmo informático que imita la forma en que el cerebro controla el movimiento de las extremidades. El resultado es una prótesis de mano que

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