La principal diferencia entre el hierro y el acero
Enviado por darkfog86 • 24 de Marzo de 2014 • Trabajo • 1.461 Palabras (6 Páginas) • 470 Visitas
Acero
Puente de acero en Salta, Argentina
Prensas en acerías
Acerías
El término acero sirve comúnmente para denominar, en ingeniería
metalúrgica, a una aleación de hierro con una cantidad de carbono
variable entre el 0,03 % y el 1,075 % en peso de su composición,
dependiendo del grado. Si la aleación posee una concentración de
carbono mayor al 2,0 % se producen fundiciones que, en oposición al
acero, son mucho más frágiles y no es posible forjarlas sino que deben
ser moldeadas.
No se debe confundir el acero con el hierro, que es un metal
relativamente duro y tenaz, con diámetro atómico (dA) de 2,48 Å, con
temperatura de fusión de 1535 °C y punto de ebullición 2740 °C. Por
su parte, el carbono es un no metal de diámetro menor (dA = 1,54 Å),
blando y frágil en la mayoría de sus formas alotrópicas (excepto en la
forma de diamante). La difusión de este elemento en la estructura
cristalina del anterior se logra gracias a la diferencia en diámetros
atómicos,, formándose un compuesto intersticial.
La diferencia principal entre el hierro y el acero se halla en el
porcentaje del carbono: el acero es hierro con un porcentaje de carbono
de entre el 0,03% y el 1,075%, a partir de este porcentaje se consideran
otras aleaciones con hierro.
Cabe destacar que el acero posee diferentes constituyentes según su
temperatura, concretamente, de mayor a menor dureza, perlita,
cementita y ferrita; además de la austenita (para mayor información
consultar un Diagrama Hierro-Carbono con sus constituyentes).
El acero conserva las características metálicas del hierro en estado
puro, pero la adición de carbono y de otros elementos tanto metálicos
como no metálicos mejora sus propiedades físico-químicas.
Existen muchos tipos de acero en función del o los elementos aleantes
que estén presentes. La definición en porcentaje de carbono
corresponde a los aceros al carbono, en los cuales este no metal es el
único aleante, o hay otros pero en menores concentraciones. Otras
composiciones específicas reciben denominaciones particulares en
función de múltiples variables como por ejemplo los elementos que
predominan en su composición (aceros al silicio), de su susceptibilidad
a ciertos tratamientos (aceros de cementación), de alguna característica
potenciada (aceros inoxidables) e incluso en función de su uso (aceros
estructurales). Usualmente estas aleaciones de hierro se engloban bajo la denominación genérica de aceros
especiales, razón por la que aquí se ha adoptado la definición de los comunes o "al carbono" que además de ser los
primeros fabricados y los más empleados,[1]sirvieron de base para los demás. Esta gran variedad de aceros llevó a
Siemens a definir el acero como «un compuesto de hierro y otra sustancia que incrementa su resistencia».[2]
Acero 2
Componentes
Los dos componentes principales del acero se encuentran en abundancia en la naturaleza, lo que favorece su
producción a gran escala. Esta variedad y disponibilidad[3]lo hace apto para numerosos usos como la construcción de
maquinaria, herramientas, edificios y obras públicas, contribuyendo al desarrollo tecnológico de las sociedades
industrializadas.A pesar de su densidad (7850 kg/m³ de densidad en comparación a los 2700 kg/m³ del aluminio, por
ejemplo) el acero es utilizado en todos los sectores de la industria, incluso en el aeronáutico, ya que las piezas con
mayores solicitaciones (ya sea a impacto o fatiga) sólo pueden aguantar con un material como el acero.
Historia
Histórico horno Bessemer.
Se desconoce la fecha exacta en que se descubrió la técnica para
obtener hierro a partir de la fusión de minerales. Sin embargo, los
primeros restos arqueológicos de utensilios de hierro datan del
3000 a. C. y fueron descubiertos en Egipto, aunque hay vestigios de
adornos anteriores. Algunos de los primeros aceros provienen del este
de África, cerca de 1400 a. C.[4] Durante la dinastía Han de China se
produjo acero al derretir hierro forjado con hierro fundido, en torno al
siglo I a. C.[5]También adoptaron los métodos de producción para la
creación de acero wootz, un proceso surgido en India y en Sri Lanka
desde aproximadamente el año 300 a. C. y exportado a China hacia el
siglo V. Este temprano método utilizaba un horno de viento, soplado
por los monzones.[6]También conocido como acero Damasco, era una
aleación de hierro con gran número de diferentes materiales,
incluyendo trazas de otros elementos en concentraciones menores a
1.000 partes por millón o 0,1% de la composición de la roca. Estudios
realizados por Peter Paufler sugirieron que en su estructura se incluían
nanotubos de carbono, lo que podría explicar algunas de las cualidades
de este acero -como su durabilidad y capacidad de mantener un filo-,
aunque debido a la tecnología de la época es posible que las mismas se
hayan obteniendo por azar y no por un diseño premeditado.
Entre los siglos IX y X se produjo en Merv el acero de crisol, en el cual el acero se
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