La teoría de la evolución
Enviado por sylar7 • 1 de Febrero de 2012 • Informe • 2.088 Palabras (9 Páginas) • 438 Visitas
La teoría de la evolución no surgió por generación espontánea sino que, fue el resultado de un proceso evolutivo del conocimiento.
Cuando nos planteamos una pregunta acerca del mundo vemos que una respuesta la tiene la Filosofía griega clásica.
Pero no traspasaron el ámbito filosófico, aunque su importancia radica en la aproximación no sobrenatural al enigma de la diversidad animal a través de planteamientos en los que el cambio o la transformación son elementos claves de esa explicación.
EL tema de la evolución no era nuevo en el siglo XVIII y IX a pesar del revuelto que originó por la supuesta irreverencia de sus aseveraciones.
Los diversos avatares políticos y religiosos que conforman nuestra historia hacen que en determinadas épocas el saber alcanzado en etapas pretéritas quede en la sombra, entorpeciendo así el desarrollo del conocimiento científico.
La explicación bíblica al origen y evolución del hombre no deja lugar a dudas para los creyentes, ni para gran parte de la población.
Sin embargo las revoluciones producidas en los siglos XVI y XVII en el campo de la Cosmología y de la
La teoría de la evolución no surgió por generación espontánea sino que, fue el resultado de un proceso evolutivo del conocimiento.
Cuando nos planteamos una pregunta acerca del mundo vemos que una respuesta la tiene la Filosofía griega clásica.
Pero no traspasaron el ámbito filosófico, aunque su importancia radica en la aproximación no sobrenatural al enigma de la diversidad animal a través de planteamientos en los que el cambio o la transformación son elementos claves de esa explicación.
EL tema de la evolución no era nuevo en el siglo XVIII y IX a pesar del revuelto que originó por la supuesta irreverencia de sus aseveraciones.
Los diversos avatares políticos y religiosos que conforman nuestra historia hacen que en determinadas épocas el saber alcanzado en etapas pretéritas quede en la sombra, entorpeciendo así el desarrollo del conocimiento científico.
La explicación bíblica al origen y evolución del hombre no deja lugar a dudas para los creyentes, ni para gran parte de la población.
Sin embargo las revoluciones producidas en los siglos XVI y XVII en el campo de la Cosmología y de la Física, con Copérnico, Galileo Galilei, Isaac Newton, pusieron de manifiesto que el universo, ni estaba hecho a medida del hombre ni era estático ni inmovible.
Así la Tierra deja de ser el centro del Universo, para formar parte de él.
Todo esto favoreció el desarrollo del clima crítico necesario para desencadenar la penúltima revolución, la referente al mundo orgánico. La teoría de la evolución no surgió por generación espontánea sino que, fue el resultado de un proceso evolutivo del conocimiento.
Cuando nos planteamos una pregunta acerca del mundo vemos que una respuesta la tiene la Filosofía griega clásica.
Pero no traspasaron el ámbito filosófico, aunque su importancia radica en la aproximación no sobrenatural al enigma de la diversidad animal a través de planteamientos en los que el cambio o la transformación son elementos claves de esa explicación.
EL tema de la evolución no era nuevo en el siglo XVIII y IX a pesar del revuelto que originó por la supuesta irreverencia de sus aseveraciones.
Los diversos avatares políticos y religiosos que conforman nuestra historia hacen que en determinadas épocas el saber alcanzado en etapas pretéritas quede en la sombra, entorpeciendo así el desarrollo del conocimiento científico.
La explicación bíblica al origen y evolución del hombre no deja lugar a dudas para los creyentes, ni para gran parte de la población.
Sin embargo las revoluciones producidas en los siglos XVI y XVII en el campo de la Cosmología y de la Física, con Copérnico, Galileo Galilei, Isaac Newton, pusieron de manifiesto que el universo, ni estaba hecho a medida del hombre ni era estático ni inmovible.
Así la Tierra deja de ser el centro del Universo, para formar parte de él.
Todo esto favoreció el desarrollo del clima crítico necesario para desencadenar la penúltima revolución, la referente al mundo orgánico. La teoría de la evolución no surgió por generación espontánea sino que, fue el resultado de un proceso evolutivo del conocimiento.
Cuando nos planteamos una pregunta acerca del mundo vemos que una respuesta la tiene la Filosofía griega clásica.
Pero no traspasaron el ámbito filosófico, aunque su importancia radica en la aproximación no sobrenatural al enigma de la diversidad animal a través de planteamientos en los que el cambio o la transformación son elementos claves de esa explicación.
EL tema de la evolución no era nuevo en el siglo XVIII y IX a pesar del revuelto que originó por la supuesta irreverencia de sus aseveraciones.
Los diversos avatares políticos y religiosos que conforman nuestra historia hacen que en determinadas épocas el saber alcanzado en etapas pretéritas quede en la sombra, entorpeciendo así el desarrollo del conocimiento científico.
La explicación bíblica al origen y evolución del hombre no deja lugar a dudas para los creyentes, ni para gran parte de la población.
Sin embargo las revoluciones producidas en los siglos XVI y XVII en el campo de la Cosmología y de la Física, con Copérnico, Galileo Galilei, Isaac Newton, pusieron de manifiesto que el universo, ni estaba hecho a medida del hombre ni era estático ni inmovible.
Así la Tierra deja de ser el centro del Universo, para formar parte de él.
Todo esto favoreció el desarrollo del clima crítico necesario para desencadenar la penúltima revolución, la referente al mundo orgánico. La teoría de la evolución no surgió por generación espontánea sino que, fue el resultado de un proceso evolutivo del conocimiento.
Cuando nos planteamos una pregunta acerca del mundo vemos que una respuesta la tiene la Filosofía griega clásica.
Pero no traspasaron el ámbito filosófico, aunque su importancia radica en la aproximación no sobrenatural al enigma de la diversidad animal a través de planteamientos en los que el cambio o la transformación son elementos claves de esa explicación.
EL tema de la evolución no era nuevo en el siglo XVIII y IX a pesar del revuelto que originó por la supuesta irreverencia de sus aseveraciones.
Los diversos avatares políticos y religiosos que conforman
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