Las Celulas
Enviado por tommyldu • 12 de Noviembre de 2013 • 234 Palabras (1 Páginas) • 165 Visitas
-Demasiado orgullosa -afirmó al día siguiente-. Y, la verdad, no tiene de qué, con su
aspecto de media virtud.
-Probablemente no has visto jamás ninguna señorita de media virtud -replicó mi padre.
-¡Dios me libre! ¡Ni falta que me hace!
-Desde luego, no te hace ninguna falta; pero entonces, ¿cómo te atreves a juzgarlas?
Durante toda la cena, Zinaida no había dedicado la menor atención a mi pobre persona.
Poco después de los postres, la dama empezó a despedirse.
-Confío en su protección, María Nilaievna y Piotr Vasilievich -dijo dirigiéndose a mis
padres y arrastrando las palabras-. ¿Qué quieren ustedes? ¡Se acabaron los buenos
tiempos! Ostento el título de Serenísima -agregó, con una risita desagradable-, pero ¿de
qué me sirve, pregunto, yo, con el estómago vacío?
Mi padre la saludó ceremoniosamente, y la acompañó hasta la puerta de la antesala. Yo
iba a su lado, en mi chaqueta estrecha, los ojos clavados en el suelo, como un condenado a
muerte. La forma en que me había tratado Zinaida me había anonadado por completo. ¡Cuál
sería, pues, mi sorpresa, cuando, al pasar frente a mí, la joven me susurró rápidamente,
acariciándome con una mirada: “Venga a mi casa a las ocho. ¿Me oye? Venga sin falta”.
Abrí los brazos, estupefacto, pero la joven ya había salido, después de sujetarse un pañuelo
blanco a la cabeza.
VII
A las ocho en punto, ataviado con mi redingot
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