Las Cochinadas
Enviado por • 20 de Abril de 2014 • 3.607 Palabras (15 Páginas) • 385 Visitas
El libro de: “LAS COCHINADAS”
Juan Tonda y Julieta Fierro
Divulgación de la ciencia de las cosas que nunca nos explicaron, ¡pero que todos hacemos!
Este es un libro que a pocos les ha de gustar a primera vista, ya que es un libro que dice las cosas como son, directamente, por su nombre, hace honor a su titulo.
En el libro de las cochinadas vienen todas esas cosas que uno hace, y la sociedad en la que vivimos lo marca como no adecuada, indecente, no propia para el lugar y hasta vulgar.
Cochinada es lo que todos los seres humanos hacemos. Todos hacemos pipi, popo, tenemos gases, eructos, mocos, sudamos, vomitamos, escupimos, tenemos mal aliento, lagañas, barros y espinillas independientemente de la clase social, raza, genero, etcétera.
Este libro en un principio me pareció algo asqueroso, ya que las imágenes eran algo grotescas pero al ir leyéndolo me pareció entretenido y divertido aunque en algunas partes de la lectura me sonroje por el contenido.
Los mexicanos en nuestra gran idiosincrasia entendemos por cochinadas algo asqueroso, grotesco y desagradable, pero aunque en el libro lo manejan de una forma muy sincera entiendo que es algo natural y que todos los seres vivos realizamos, o bueno, la mayoría.
A mí en lo personal me gusto este libro, no voy a negar que hubo ocasiones en las que si dije “¡qué asco!”, pero la verdad es que es un libro que me encanto, y capto toda mi atención como pocos lo han hecho, ya que te dice cosas que ni te imaginas que pasen en tu cuerpo y que nunca las platicas pues es un tema del cual no quieres ni hablar. También el libro nos habla de la historia de donde vienen los utensilios que usamos para llevar a cabo nuestras necesidades cómodamente.
Algo que me llamo mucho la atención fue lo de la historia del excusado, ya que como lo menciona en el libro antes se acostumbraba hacer del baño en el campo y los que hacíamos lo enterrábamos en el suelo con una pala, hoy en día siguen pasando estas cosas, por ejemplo me ha tocado ver, que es lo más desagradable, como todavía las personas muy pobres de campo hacen sus necesidades al aire libre, lo sé, porque las he visto y porque mis padres me cuentan.
Bueno, continuando con la historia de este grandioso instrumento, en el libro dice que fueron los egipcios los primeros que construyeron unas especies de sillas con un agujero en medio de unos 15 cm. de diámetro, después le siguieron los cretenses que no se podían quedar atrás.
A este primer tipo de excusados se les conoce con el nombre de letrinas, esto me pareció muy curioso, ya que eran hoyos profundos en la tierra con una silla para poder apoyar las pompas, donde dejaban que se juntara todo el desecho que arrojábamos y después de un tiempo se tapaban dichos hoyos; lo que me pareció algo muy divertido es como en Roma los escusados eran grupales para poder platicar con el vecino.
Otro dato curioso que me llamo mi atención fue el de cómo se limpiaban antes después de hacer sus necesidades, ya que eran unas varas de madera con trapos amarrados en la punta que luego se remojaban en agua.
De ahí siguieron las bacinicas, y con esto pasó algo muy chistoso y desagradable a la vez, ya que la suciedad de las bacinicas se arrojaba desde las ventanas a la calle, sin percatarse que con ello se estuviera provocando enfermedades e infecciones, sin dejar de lado el desagradable olor.
Pero no fue sino hasta 1775 que un relojero da la primer patente del excusado actual. Pero en la lectura en la parte de la historia del excusado hay una palabra que jamás en mi vida había oído y es la de bidet, que se usaba para que se lavaran todas sus partes nobles las personas.
Estos y muchos más temas se tratan en el libro de una manera en la cual no te aburres porque es una lectura que es interesante desde el primer capitulo.
Leyendo el libro me pude enterar de por qué se dice que los frijoles, las alubias, el brócoli, cebolla, refrescos con gas y otras comidas provocan los pedos ya contienen metano, y más en el caso del fríjol; el hacer del baño también depende de lo que se come, por ejemplo, si se come tacos al pastor nos dice que lo más seguro es que nuestra popo salga de un color anaranjado, ósea todo depende del pigmento de la comida que ingerimos.
El libro también toca el tema del sudor de la gente, de las diferentes formas de sudar ya que aunque todos lo hacemos, no siempre es igual, porque hay gente a la cual no le huele el sudor, esto se debe a que es lampiño y hay gente que tiene un olor muy penetrante debido a que tiene mucho bello axilar esto hace a que sude mucho y huela muy mal. No solo sudamos de las axilas, también de otras partes del cuerpo como los pezones.
Los adolescentes, producen más grasa que los niños; es por ello que su olor es más fuerte y es el tiempo en el que les da más flojera bañarse.
El sudor cumple una función muy importante que es mantener nuestro cuerpo frió, así como eliminar el nitrógeno que nos sobra, actúa como refrigerante.
El sudor lo producen las glándulas sudoríparas que se encuentran en la piel, en la capa llamada dermis.
El mejor remedio para acabar con el mal olor es bañarse frecuentemente; el jabón mata las bacterias.
Se dice que los reyes católicos, Fernando e Isabel, que patrocinaron el viaje de Cristóbal Colon, se bañaron sólo unas cuantas veces a lo largo de toda su vida.
En particular se cuenta que la reina Isabel se baño ¡sólo dos veces en su vida!
Sobre la pipi habla de las diferentes formas de hacer del baño las mujeres: necesitan sentarse para poder hacer del baño o de aguilita si es que la tasa esta sucia; sin embargo para los hombres es más fácil pues pueden hacer parados ya que solo se sacan su pene y orinan en unas tazas llamadas mingitorios, en la calle, detrás de un árbol, en la esquina, en unas barras comunitarias en donde más de 2 hombres orinan juntos o en donde quieran.
También leí los diferentes usos que le dan o que le daban a este líquido amarillento.
Por ejemplo:
Los romanos, empleaban la orina para blanquear sus túnicas y sus dientes.
Los españoles, en la época medieval, también se limpiaban los dientes con orina para evitar su caída.
Los indios norteamericanos, los esquimales y algunas tribus en Siberia, empleaban la orina para cubrir las pieles de los animales que cazaban.
En la América colonial la usaban para limpiar ventanas.
En Siberia del este se recogían la orina
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