Las Enfermedades Crónicas No Transmisibles.

Resumen

Las ENT afectan a todos los grupos de edad y a todas las regiones. Se asocian a la edad avanzada, pero hay más de 16 millones de muertes atribuidas a las ENT se producen ocurren en menores de 70 años de edad; el 82% de estas muertes «prematuras» ocurren en países de ingresos bajos y medianos. Los factores de riesgo que favorecen las ENT, son la dieta malsana, la inactividad física, la exposición al humo de tabaco o el uso nocivo del alcohol.

Son determinantes el envejecimiento, una urbanización rápida y no planificada, y la mundialización de unos modos de vida poco saludables. Los llamados "factores de riesgo intermedios" son, Por ejemplo, en las dietas malsanas, la tensión arterial elevada, el aumento de la glucosa sanguínea, hiperlipidemia, y obesidad. Que pueden dar lugar a unas dolencias graves.

La pobreza está estrechamente relacionada con las ENT y dispararán los gastos familiares por atención sanitaria. Las personas vulnerables y socialmente desfavorecidas enferman más y mueren antes que las personas de mayor posición social, sobre todo porque corren un mayor riesgo de exposición a productos nocivos, como el tabaco o alimentos poco saludables, y tienen un acceso limitado a los servicios de salud. Los costos desorbitados de las ENT, empujan a millones de personas a la pobreza cada año, sofocando el desarrollo.

A fin de reducir el impacto de las ENT en los individuos y la sociedad, hay que aplicar un enfoque integral y promover las intervenciones que permitan prevenirlas y controlarlas. Una táctica importante para reducir las ENT consiste en reducir los factores de riesgo asociados a esas enfermedades. Hay soluciones de bajo costo para reducir los factores de riesgo modificables más comunes (principalmente el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la inactividad física, y el uso nocivo del alcohol) y para cartografiar la epidemia de ENT y sus factores de riesgo. Algunas intervenciones esenciales son de alto impacto como el enfoque de atención primaria que refuerce la detección precoz y el tratamiento oportuno. Para conseguir el máximo efecto hay que formular políticas públicas saludables que promuevan la prevención y el control de las ENT, y reorientar los sistemas de salud para que cubran las necesidades de las personas que sufren esas enfermedades.

La situación de nuestro país es difícil ante la epidemia de la ENT. El estudio de la carga de enfermedad ofrece una manera diferente de analizar las pérdidas de salud. En el estudio de la Carga de enfermedad de México mostro que la edad promedio a la muerte que en 1990 era 45.8 años (48.9 para las mujeres y 43.8 para los hombres) y veinte años después ascendió a 61.1 años (64.8 en las mujeres y 58.2 en los hombres). En 2010 se estimó que México presentaba una esperanza de vida saludable (sin discapacidad) de 67.1 años en las mujeres y de 63.6 años en los

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