Las Reglas Del Método Sociológico - Émile Durkheim
Enviado por neoliendre • 12 de Enero de 2014 • 905 Palabras (4 Páginas) • 651 Visitas
Ficha técnica del libro:
Título del Libro leído: “Las reglas del método sociológico”. Autor: Émile Durkheim- Editorial: Orbis. Colección: Biblioteca de Política, Economía y Sociología. Barcelona, 1982.
Recensión:
En un contexto en el que la sociología daba sus primeros pasos, Émile Durkheim propone en Las reglas del método sociológico cuáles deben ser el objeto, instrumentos y método científico de la sociología.
El objeto de la sociología son los hechos sociales. Estos no se pueden definir por su generalidad en el interior de la sociedad y se distinguen por su exterioridad en relación con las conciencias individuales. Son por lo tanto una realidad objetiva. Existían antes que el individuo y están fuera de él. Asimismo ejercen, o son susceptibles de ejercer, acción coercitiva sobre esas mismas conciencias. Si intentamos oponernos al sistema de monedas, idioma o cualquier forma de organización de la sociedad, fracasaremos.
Es importante tener en cuenta que los hechos sociales deben ser tratados como cosas. Hay que tener en cuenta que las ciencias atraviesan una fase ideológica en el curso de la cual elaboran nociones vulgares y prácticas en lugar de describir y explicar las cosas. Siendo la sociología una ciencia, el objeto de la cual forma parte de la vida de los individuos, esta fase debe ser todavía mayor que en las otras ciencias.
Las ideas o prenociones no vienen dadas directamente por la naturaleza. Es por esto que los hechos sociales deben ser tratados como cosas. Porque son los datos inmediatos de la ciencia y tienen todos sus caracteres. Así pues debemos descartar todas las nociones previas que los sentidos facilitan.
Es necesario que la ciencia pueda servirse en lo que concierne a la distinción de lo normal y lo patológico. Según los criterios empleados corrientemente, el dolor no debe ser el signo distintivo de la enfermedad ni de la disminución de probabilidades de sobrevivir porque forma parte del estado de salud y no procede necesariamente de la enfermedad. Puede estar provocado por otros síntomas como la vejez o el parto. Así pues la enfermedad se distingue del estado de salud como lo anormal de lo normal. La enfermedad de igual manera que el estado anormal, es accidental y constituye al ser en estado de inferioridad.
Lo útil, por lo tanto, es comprobar la generalidad de un hecho. Esto se vuelve más necesario si se trata de hechos que se relacionan con sociedades que no han terminado su historia. Este criterio debe ser complementario y utilizado en segundo lugar.
Además la distinción entre lo normal y lo anormal implica la constitución de especies sociales, que supone el concepto intermedio en el genus homo y las sociedades particulares. El medio de constituirlas no consiste en proceder por medio de monografías sino que el método que debe aplicarse es
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