Las abominaciones del levitico analisis
Enviado por Pespinito Chujulo • 28 de Julio de 2015 • Apuntes • 604 Palabras (3 Páginas) • 215 Visitas
Las religiones primitivistas en palabras de la autora están sustentadas en dos piedras angulares, la primera sostenida bajo la representación del temor en cuanto a lo que tiene que ver en acción y como recompensa castigo, y la segunda soportada por la confusión que emerge entre contaminación e higiene.
Así las cosas, la estructura del texto permite entrever en primera instancia, la intención de la autora, por develar las ideas de pureza e impureza o higiene y contaminación (las dos últimas imbuidas dentro del aspecto religioso ritualista) que subyacen de los distintos modelos religiosos, en especial el consolidado por Abraham.
Para conseguir este objetivo de una manera sistemática, organizada y lo más importante: generalizada. Establece que es un atentado metodológico otorgar explicaciones parciales a los fenómenos basados en reglas de contaminación a un solo contexto, clase de suciedad o unidad; sin embargo; no solo formula el problema en el estudio antropológico-religioso de la dicotomía entre contaminación e higiene, sino que en una fase de claridad conceptual otorga al lector el método para el abordaje de este dilema, en este caso el estudio general y completo del pensamiento religioso cuál fuera su tipología. Es decir, no sirve estudiar los problemas de contaminación-higiene de manera asilada o especifica como si se tratara de una rama única de conocimiento sino por el contrario es necesario el abordaje de todo el problema, algo muy similar al enfoque estructuralista que usa la Ciencia Política para explicar fenómenos en los Sistemas Políticos.
Para si quiera hablar sobre las abominaciones del Levítico, es obligatorio poner de manifiesto dos precisiones que se hacen en el inicio:
- Suciedad: aquella entendida como el desorden el cual lucha contra el ánimo de algunos que desean organizar el entorno.
- Higiene: entendida como la ruta que se sigue con conocimiento propio y esta objetivada a organizar el entorno o por lo menos a evitar desorganizarlo aún más.
Las confusiones que surgen entre estos conceptos o los de pureza e impureza como base de las religiones primitivistas, hacen que muchas de las reglas impulsadas por los legisladores sacerdotales o teocráticos resulten arbitrarias y absurdas o bien emblemas etéreos que aluden a virtudes y vicios dejando de lado toda interpretación literal y exegética que se pueda hacer de ellos.
En este sentido es verdaderamente pertinente el capítulo en mención, pues trae a colación reglas básicas plasmadas en Levítico y en las leyes mosaicas, para determinar que se puede comer y que no se puede comer a la luz de un criterio basado en aquellos animales puros y otros impuros.
Esta discusión ha permitido esbozar las más variadas tesis acerca del modo en el cual las leyes escritas deben regir y más aún como se deben interpretar las del antiguo testamento en los albores de la postmodernidad, si usted como lector nos preguntará la tesis más valida esta sería sin duda la fusión entre la idea de la literatura rabínica soportada en los alimentos más sensibles al gusto y la idea anglosajona basada en la irracionalidad de cada prohibición alimentaria, pues dependiendo de cada grupo cultural o religioso cimentado en sus tradiciones o su libre determinación escogerá comer lo que a su gusto le parezca aceptable o lo que en términos nutricionales aporte más al sostenimiento de su integridad, al igual en la actualidad estas disposiciones cobran vigencia con la actitud judía frente a la alimentación con el cerdo.
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