Lazarillo De Totrmes
Enviado por LauritaV • 27 de Octubre de 2013 • 993 Palabras (4 Páginas) • 203 Visitas
EL LAZARILLO DE TORMES
Tratado Tercero: De cómo Lazaro se asentó con escudero, y de lo que le sucedió con el.
Después de lo ocurrido con el clérigo, Lazaro ya recuperado de su herida y pidiendo limosna se encontró con un escudero, que le pregunto si buscaba un buen amo a quien servir, el emocionado respondió que si. Entonces Lazaro lo siguió Hasta su casa que era angosta, oscura y sin muebles.
Lazaro sospecho que la posición económica de su amo no era tan buena .Al cabo de un rato el amo le dijo que el estaba acostumbrado a comer por la mañana y por la noche. Ante esto, Lazaro saco un pedazo de pan de su pecho que había obtenido al mendigar por la calle. El amo que vio lo provocativo que estaba ese pan cogio el más pedazo más grande acompañándolo con un vaso de agua. A continuación Lazaro hizo la cama que estaba compuesta de un colchón sucio y delgado sobre unas tablas el amo se acostó y lazaro en sus pies.
Al otro día cuando el escudero salio a la calle, iba tan aseado que nadie sospechaba de su miseria. Le dijo a Lazaro que le hiciera tres recados, hacer la cama, que fuera al rió a llenar la vasija de agua, y que no olvidara cerrar la puerta con llave para que los ladrones no entraran.
Cuando Lazaro fue al rió por el agua, vio a su amo con dos chicas; cuando ellas vieron que no tenia dinero, lo abandonaron. Lazaro sin ser visto se fue hacia la casa y espero a su amo hasta pasadas las dos de la tarde, como no aparecía para come decidió ir a mendigar hasta que consiguió algo de pan y otras cosas. Al fin cuando llego el amo y vio todo lo que tenia Lazaro, el escudero se comporto de una extraña manera, diciéndole que el no comería porque ya lo había hecho. Lazaro muy amablemente decidió compartir su comida con el escudero y le dijo que a partir de ese día saldría todos los días a mendigar para que ambos pudieran sobrevivir y el escudero acepto, pero con la condición de que no sepan que vive con el porque afectaría su honra.
Pero para mala suerte de Lazaro el Ayuntamiento emitió un pregón que decía que ningún extranjero podía mendigar y el que lo hiciera seria expulsado de la ciudad, lo que hizo que Lazaro tardara tres días en mendigar.
En cierta ocasión, Lazaro iba a comprar pan, vino y carne fresca que su amo le había dado cuando, de modo fortuito, presencio un entierro en el que la viuda gritaba:
¡Marido y señor mió ¡¿A donde os van? ¡A la casa lóbrega y obscura, a la casa triste y desdichada, a la casa donde nunca comen ni beben ¡
Lazaro al escuchar estas palabras, muerto de miedo, corrió a dar aviso a su amo que les traían un muerto a la casa, cosa que provoco la tranquilidad de su amo.
Otro día, Lazaro y su amo metidos en animada conversación, este le contó a su criado que su tierra era Castilla la vieja, que se había visto obligado a abandonarla. Le
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