Leucemia Linfocitica Crónica.

Causas - Etiología.

Las causas en la LLC no son exactas, de hecho son desconocidas. Se han hablado de muchas teorías por ejemplo que pudiera ser causada por cambios genéticos, congénita, hereditaria o que sus factores de riesgo que la activan podrían ser por sustancias químicas, virus, radiaciones pero lo cierto es que no hay alguna comprobación científica que avale alguna de estas causas.

Lo cierto es que se ha podido observar que es más común en personas mayores de 50 años de edad al igual que es más común en hombres y también es más común observar esta enfermedad de origen desconocido en persona que sus orígenes son en América del norte o Europa.

¿Qué es lo que causa la LLC?, lo que causa es que este es un tipo de cáncer en el cual los linfocitos comúnmente tiene mas afinidad por los linfocitos B son maduros pero no cumplen su función inmunitaria y prolongan su vida y no producen su apoptosis como consecuencia progresivamente se tienen altos niveles de leucocitos (leucocitosis) y al no hacer su función el sistema inmune de debilita.

Patología.

Esta enfermedad se caracteriza por la acumulación de un subtipo especial de linfocitos B CD5+ en la medula ósea, ganglios linfáticos y sangre.

Como consecuencia de que los linfocitos B no sean viables e infuncionales se dejan de producir inmunoglobulinas lo que causa niveles bajos de inmunoglobulinas en el suero y esto da lugar a anemia, plaquetopenia, adenopatías e infecciones ya que al haber aumento en la producción de linfocitos no deja espacio para que se produzcan plaquetas y glóbulos rojos e infecciones se producen por la baja de inmunoglobulinas antes mencionado.

Síntomas.

Estos se van a ir desarrollando poco a poco y lentamente y estos van a depender de la etapa en que se encuentre la enfermedad pero los síntomas generales son..

• Hematomas anormales (ocurre en las últimas etapas de la enfermedad).

• Inflamación de los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo.

• Sudoración excesiva y/o sudores fríos.

• Fatiga.

• Fiebre.

• Infecciones recurrentes.

• Inapetencia o sentir llenura con demasiada rapidez.

• Pérdida de peso involuntariamente.

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