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Enviado por cazadorpzo • 21 de Septiembre de 2015 • Apuntes • 1.807 Palabras (8 Páginas) • 229 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1]
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITECNICA
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
NUCLEO BOLIVAR- EXTENSION PUERTO ORDAZ
CATEDRA: ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS II
TIEMPO Y NARRACION
Profesora Integrantes:
Nesby Gonzalez Mora, Veruska, C.I: 17.069.949
Rosal, Reinaldo C.I.:13.335.313 ADD-2-SN
Ciudad Guayana, Julio de 2015
NARRACION EN LA RADIO
Las formas de la radio nunca se han mantenido estables, se reinventan en cada oyente porque se adaptan a la vida cotidiana. Los formatos de narración se adaptan a la audiencias para generar encuentros más afectivos: noticieros musicales + música sin palabras + palabras. sólo palabras + actualidad + cultura/educación + consultorio sentimental + concurso + talk. Radio + radio drama + musical + deportes + participación interactividad + servicio social + música solicitada + humor...
En la radio se gana en legitimidad y veracidad siempre y cuando se pierda la autoridad del experto y el ilustrado y se gane la visión desde yen lo cotidiano; se trabaje desde el pensamiento del hincha, el fan, el oyente; se gane la subjetividad emocional del oyente; se siga la lógica del entretenimiento. La radio debe producir comunidades imaginarias de pertenencia; por lo tanto, no debe tergiversar la palabra de los oyentes, sino buscar hacer posible la representación que elimina imaginariamente la cadena de delegaciones; hay que generar sentimientos de pertenencia. ¿Cómo narra la radio?
Memoria narrativa. Productores y audiencias tienen una memoria del medio. Somos la radio de nuestra juventud, somos una tradición en el ámbito de nuestra escucha. Por lo tanto, tenemos competencias basadas en tradiciones de hablar-escuchar la radio, sabemos cuándo se está en el aire, cómo se participa, qué se puede decir, cómo se llega a la audiencia. Sabemos actuar comunicacionalmente en las condiciones de producción (agendas, lenguajes, puestas en escena), porque comunicarse en la radio significa actualizar los modos de nuestra tradición oral
Intimidad. La radio tiene como valor narrativo lo anónimo, uno se puede hacer público sin perder su privacidad. En la radio se habita la ilusión de ser comprendido y tratado como un amigo en una atmósfera de intimidad imaginaria. Anonimato que libera de los compromisos y las culpas. Comunicación que crea complicidad tácita, afectiva, igualitaria en el hecho de no ser rostro, sino voz.
Participación. La radio produce y cuenta desde el encuentro con sus oyentes. Narrar en radio es «tener» la voz de la gente. Es fácil, un teléfono basta y una tradición de cultura oral lo autoriza. La radio fomenta un reconocimiento público sin obligar a diluir al sujeto en una máscara visible. «Habíamos entregado la radio a los oyentes y ellos la manejaban como se les antojaba. Habíamos logrado una comunicación auténtica», dice Macio Pergolinl, el exitoso locutor de la radio argentina (Rottman y Bernárdez., 2000: 29). La radio es el medio de comunicación más cercano a la conversación de la vida diaria, ya que su viaje se hace por el charlar sin objetivo fijo; es más, la radio actualiza el tipo de habla de la vida cotidiana. Así, su mayor valor narrativo es fomentar la participací6n de viva voz.. Una participación de objetivos múltiples: conversar, saludar, concursar, llamar, quejarse, criticar, emocionarse. Cada vez más se hace evidente que la radio debe ser o parecer que es «en vivo».
Múltiples temporalidades. La radio para narrar interviene la temporalidad. Primero, el tiempo de la radio como referente-marca para organizar el devenir del día por sus llamadas de atención: flash informativo, la hora, la canción, el servicio social, el informe del clima, la sección de... (Winocur, 2002: 144-145). Segundo, el tiempo-día~ si hay un medio que se adapta a la vida cotidiana ése es la radio, su asunto es encontrarse con las rutinas de sus oyentes, buscar estar en el modo de cada uno, expresar el flujo temporal de la comunidad de oyentes. El ritmo del día del oyente es convertido en el ritmo de la radio, un fluir que requiere de diversas velocidades, temáticas y sujetos: informaciones para la toma de decisiones en la mañanita; más carde, lentitudes de hogar y oficina; al mediodía, acompañamiento de agenda pública en la tarde, más estilos de vida, salud, cultura, farándula; noche de información, opinión.
Debate e intimidad. La narración radial busca convertir el día en un juego de tiempos de escucha, porque su éxito es construir hábitos de escucha. Un tercer tiempo de la radio es el estético: radio rápida que no da descanso a la velocidad urbana; radio lenta para los tiempos campesinos; radio que cambia de tema a cada minuto para las frágiles atenciones juveniles. Narrar en la radio es trabajar sobre el tiempo buscando los tonos cercanos a los tiempos de la _escucha; un encuentro entre ritmos de vida, modos de escucha y tiempos de atención de los oyentes; tenido, ya que "los locutores se vuelven grandes domesticadores de la incertidumbre» (Winocur, 2002: 152). El locutor es, entonces, el organizador narrativo del relato radiofónico.
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