Los actos voluntarios por naturaleza son reflejos y respuestas a la actuación de los estímulos externos

Los actos voluntarios por naturaleza son reflejos y respuestas a la actuación de los estímulos externos. Todos los movimientos conscientes denominados corrientemente voluntarios son la causa primaria de todo acto humano que se encuentra fuera del individuo, se caracterizan porque la persona tiene conciencia del fin que persigue y de los medios para alcanzarlo.

Esta subordina los actos a las exigencias sociales, para satisfacer las necesidades; sin embargo, el contenido psicológico de los actos voluntarios es un poco complicado. Los actos voluntarios comienzan cuando se tiene conciencia del fin que se persigue, cuando aparece el pensamiento de lo que se conseguirá con él. El fin que se plantea el individuo determina el carácter de sus casos y los medios con que los realiza. Cuando el fin es ideal, o sea, cuando no se representa en la conciencia del individuo, los actos no tienen fin determinado y pierden el carácter principal de sus actos voluntarios. El acto voluntario es siempre consciente.

El ser humano al tomar una decisión no se limita, sino que se persigue otro eslabón fundamental en los actos voluntarios, que es adquirir conciencia de la manera más práctica para alcanzar sus objetivos.

LA ACTIVIDAD VOLITIVA DE LA PERSONALIDAD Y SU IMPORTANCIA PARA EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD

La regulación psíquica de la actividad de la personalidad, tanto en su forma inductora como ejecutora, puede ser consciente o no consciente y, en consecuencia, la actividad del sujeto puede ser voluntaria o involuntaria. La comprensión de la actividad volitiva requiere del análisis de estos dos niveles de regulación y actividad, a partir de la forma inductora de regulación.

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