Los cimientos de una buena educación

Los cimientos de una buena educación

La primera infancia es el periodo más significativo en la formación del niño; en esta etapa es donde se desarrolla las bases fundamentales en cuanto a lo físico y psicológico, el cual irán integrándose con el desarrollo posterior a esta etapa primordial. Es el momento de la vida del ser humano en el cual la educación se vuelve un proceso continuo desde su primer día de nacido hasta el último de su vida, varían los tipos, métodos y contenidos de esta, pero siempre se mantendrá un constante proceso de educación.

Es quizás el momento de la vida del ser humano en el cual la educación es capaz de ejercer la acción más determinante sobre el desarrollo, precisamente por actuar sobre formaciones que están en plena fase de maduración. La familia es el principal agente de cuidado y educación en la primera infancia. Su responsabilidad se centra en ofrecer unos ambientes sanos y protectores a los niños, en donde se desarrollen vínculos afectivos positivos. Igualmente, debe permitir y acercar a los niños y niñas a los servicios públicos o privados que favorezcan su educación y desarrollo y la garantía de sus derechos.

Un niño perfectamente adaptado a su entorno con un óptimo nivel de autonomía personal, tendrá la inquietud e interés por explorar más del mundo y Aprender a hacer. Desde el nacimiento hasta los 6 años, se plantean tres ciclos fundamentales del desarrollo:

• La lactancia, desde el nacimiento hasta el primer año.

• La edad temprana, desde el primero hasta los tres años.

• La etapa infantil, desde los tres a los seis años.

Tan bien existen unas áreas que constituirían los pilares fundamentales de la educación de los niños y niñas. Área del desarrollo físico-motor, área de desarrollo cognitivo, área de desarrollo afectivo-motivacional, área ético y estético.

La importancia de las experiencias tempranas influye mucho ya que el desarrollo de la niñez a edades tempranas afecta la salud física y mental en la vida adulta. Al explorar cómo la experiencia social consigue meterse bajo la piel para afectar la salud y el bienestar, se puso de manifiesto que la función del cerebro, relacionada con el desarrollo a edades tempranas, era un factor importante que influía en los riesgos de la salud física y mental en la vida adulta. Además Existen muchos más ejemplos de cómo la experiencia en la vida, a edades tempranas, influye en el desarrollo de las vías del cerebro que afectan la actuación en la vida adulta. Por ejemplo, si se aprende a nadar, jugar tenis, o esquiar cuando usted es muy joven, su desempeño será m

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