Los valores éticos
Enviado por zayru • 27 de Mayo de 2012 • Informe • 778 Palabras (4 Páginas) • 517 Visitas
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ingenio, habilidad, fuerza, ciencia, cultura (todo esto se puede dar en un acto inmoral), ni que haya sido
impuesta por la presión colectiva (Estado, costumbres...), ni siquiera que haya sido mandada por la
divinidad (tal mandato no precede, sino que sigue la valoración). Lo que quiero decir es que tal acción es
en sí misma justa y conveniente, esto es noble, honesta, digna del hombre, capaz de dar valor y
significado a mi vida y a mi existencia, de hacerme más auténticamente hombre. Lo mismo se diga de las
acciones deshonestas.
6.2.4.- En resumen el juicio valorativo ético es una experiencia vivida, que surge de las mismas raíces de
la condición humana. En él el sujeto -a la búsqueda de un por qué y un sentido de su vida- expresa
precisamente el valor o contravalor de aquellas acciones que más le parecen constituir y enriquecer tal
significado o, por el contrario, malograrlo. El acto, en sí mismo, es portador de esa honestidad o
deshonestidad.
6.2.5.- Y no depende de mi libertad dar un significado o cambiarlo a una acción. Pero sí puedo querer o
no querer que una cierta acción adquiera para mí un significado o lo pierda. De otra forma: puedo ratificar
o no aquello que ya es (el valor moral de una acción), pero que me corresponde a mí hacerlo mío. Yo no
creo el valor moral -como pretende Nietzsche o Sartre- sino que lo establezco para mí en cuanto puedo
buscarlo, reconocerlo, afirmarlo o no. Y esto tanto en la valoración de mi acción como en la de los demás.
6.3.- Contra los extrinsecistas, positivistas humanos y divinos.
La gran debilidad de las teorías extrinsecistas está en que presuponen lo que está en cuestión. Para que
la ley, la costumbre, el compromiso, la clase o el mismo mandato de Dios determinen en valor moral de un
acto, hace falta que sea moralmente bueno y obligatorio el cumplir la ley, seguir la costumbre, etc.
6.4.- Contra positivistas divinos.
Que Dios pudiera mandar ese tipo de acciones, que en tal supuesto serían buenas, es pensar en un
absurdo. Si Dios no puede hacer que dos y dos sean cinco,lo que es una contradicción lógica, tampoco
puede mandar esas acciones, porque sería una contradicción de orden ético y se negaría la santidad de
Dios, que consiste en que no pueda querer sino lo moralmente bueno. Un Dios así ideado no sería Dios.
6.5.- Contra los positivistas humanos.
6.5.1.- El consentimiento perpetuo, universal e indeleble de los hombres acerca del valor moral o inmoral
de algunas acciones humanas, mientras en otros valores y costumbres hay tanta diversidad, no encuentra
otra razón suficiente que la misma naturaleza humana siempre y en todos los hombres igual.
6.5.2.- Si la ley positiva o la costumbre fueran
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