MENSAJE DE FIN DE AÑO

MENSAJE DE FIN DE AÑO.

No Pensar En Lo Que No Hicimos, Sino En Lo Que Tenemos Que Hacer.

No pensar en lo que no logramos, sino por lo que tenemos que luchar.

Hacer de estos tiempos el momento propicio para dejar atrás los rencores y resentimientos.

Filipenses; Cap.: 03:12-14. (Reine Valera 1960)

V- 12. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir (alcanzar) aquello para lo cual fui también asido (alcanzo) por Cristo Jesús.

V- 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

V- 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Filipenses; Cap.: 03:12-14, 20-21. (N.V.I.)

V- 12 No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea *perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.

V- 13 Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante,

V- 14 sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.

*** Hermanos la razón de esto es que usted entienda que el diablo quiere que nos concentremos en lo mucho que hemos caído, en lugar de concentrarnos en lo mucho que hemos avanzado.

*** El diablo quiere que pongamos nuestra atención en el pasado y no en el futuro, en lo mucho que aun nos queda por andar, en lugar de, hasta donde hemos llegado.

*** El quiere que pensemos en las ocasiones en que hemos fallado, en vez de pensar en cuantas hemos tenido éxito.

*** Pero Dios quiere que nos concentremos en:

1- Nuestra fortaleza y no en nuestras debilidades.

2- Nuestras victorias y no en nuestros fracasos.

3- En nuestras alegrías y no en nuestros problemas.

*** Dios quiere que te esfuerces por lo que esta adelante, que respondamos a su llamado y olvidemos lo que queda a otras.

Filipenses; Cap.: 03: 20-21. (N.V.I.)

V- 20 En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, ósea que (Nuestra Ciudadanía Está En Los Cielos) de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.

V- 21 Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.

Y si de alguna manera hizo algo por alguien darse cuenta de que valió la pena el esfuerzo.

AMEN Y AMEN.

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