METODOLOGIA DE LA ENSEÑANZA
Enviado por negro1520 • 1 de Mayo de 2013 • 4.011 Palabras (17 Páginas) • 285 Visitas
EL PETRÓLEO COMO FACTOR DE CONFLICTOS MUNDIALES. Situación y perspectiva. CONSIDERACIONES EN TORNO A LA PAZ.
En las dos décadas pasadas, el crecimiento registrado en el mundo en desarrollo ha resultado en un aumento agudo en el consumo mundial de energía. Ese crecimiento, combinado con la creciente demanda de petróleo y gas en Estados Unidos, podría crear tensión en los sistemas energéticos y las condiciones ambientales mundiales en el transcurso del siglo XXI.
La búsqueda de energía creará nuevos retos económicos y estratégicos y alterará las relaciones geopolíticas. El resultado de estos acontecimientos dependerá de las políticas que adopten los principales involucrados en el mundo en desarrollo y Estados Unidos. Las cuestiones territoriales y el nacionalismo siguen siendo temas decisivos en las relaciones internacionales. Esto significa, que se debe manejar con cuidado la seguridad energética de todos, para que no se propaguen otras patologías en las deliberaciones en el terreno de la energía.
CONSUMO DE ENERGÍA DEL MUNDO EN DESARROLLO
La población continuará creciendo mucho más rápidamente en los países en desarrollo que en el resto del mundo. Para 2030, el porcentaje de la población mundial, que vive en las regiones en desarrollo, podría alcanzar el 81 por ciento, según pronósticos de las Naciones Unidas. Junto con la rápida expansión económica prevista en los mercados en surgimiento, el rápido crecimiento poblacional llevará a aumentos drásticos en la demanda de energía en el mundo en desarrollo.
Según pronósticos de Perspectivas Mundiales de Energía en 2002 de la Organización Internacional de Energía (OIE), la demanda mundial de energía primaria, en 2030, puede sobrepasar cerca de dos tercios el nivel del año 2000, alcanzando al final de ese período pronosticado un equivalente de 15.300 millones de toneladas de petróleo anual, representando los países en desarrollo un 62 por ciento del aumento. De igual manera, la Administración de Información sobre Recursos Energéticos de Estados Unidos (EIA) prevé que para el año 2025, el consumo de energía en el mundo en desarrollo habrá aumentado a casi el doble.
Debido a que se prevé que las economías en surgimiento dependerán mayormente del carbón y de otros combustibles fósiles, éstas contribuirán mucho más a las emisiones mundiales de bióxido de carbono a medida que aumente rápidamente su demanda de energía. Se prevé que los países en desarrollo representarán dos tercios del aumento pronosticado en las emisiones de bióxido de carbono, las que, según muchos científicos, contribuyen al calentamiento mundial. Cuatro países principales solamente (Indonesia, China, India y Brasil) emitirán 2.000 millones de toneladas de carbono anuales para el año 2010, lo que creará dificultades especiales para la cooperación internacional en las cuestiones relacionadas con el clima. Estados Unidos y las otras naciones industrializadas deben involucrar a estos países en iniciativas multilaterales sobre el clima, como la investigación y el desarrollo de tecnologías de energía más limpia.
El crecimiento en América Latina, donde se anticipa que para el 2015, la demanda de energía primaria aumente en casi el doble de los niveles de 1999, contribuirá también considerablemente a la geopolítica energética del futuro. En lugar de ser una importante región abastecedora para Estados Unidos, América Latina podría llegar a ser una importante región consumidora, que deberá ser incluida en los sistemas internacionales de reservas para emergencias y en las iniciativas sobre energía alternativa.
El rápido crecimiento económico de Asia, la enorme urbanización, la drástica expansión en el sector del transporte, y los programas de electrificación, políticamente importantes, tendrán un efecto drástico en la dependencia de energía importada en la región. Si no aumentan en forma significativa los abastecimientos de recursos energéticos renovables y/o las nuevas tecnologías energéticas, el consumo de crudo y gas natural en Asia aumentará sustancialmente y con ello aumentarán considerablemente los retos ambientales. En vista de los recursos insuficientes de la región y su ya alta dependencia de petróleo importado, se anticipa que Asia ejercerá una creciente presión sobre el Oriente Medio y Rusia en los años venideros.
DIBUJANDO LAS LÍNEAS DEL FRENTE
China es con mucho, el jugador más agresivo. Se ha movido por prácticamente todos los continentes para comprar campos petrolíferos existentes (con los dólares estadounidenses y mientras tienen todavía valor). Un reciente acuerdo entre China y Venezuela ha tenido que ser doloroso para Washington y Wall Street. La compañía estatal de petróleos de Venezuela, PDVSA es propietaria de más de 10.000 gasolineras de Citgo en los EE.UU. ¿Podrían los EE.UU. quedarse tranquilamente sentados, si Venezuela comenzase a enviar gasolina que se supone era para Kansas o Little Rock a Shangai?
Las señales son claras. Con el resto del mundo alineado, detrás de Irán, éste se siente lo suficientemente confiado como para enfrentarse, cara a cara con EE.UU., en África, apoyándose en el hecho de que muchas personas en África, así como sus líderes, entienden con claridad que los EE.UU. (como dijo con ocurrencia un observador del Departamento de Estado) sólo tienen un interés en África: el petróleo.
¿Cuántas guerras pueden pelear los EE.UU.? ¿Cuál es el alcance de Gulliver? Esos liliputianos no se juntan todos en un sitio para poderlos aplastar. Se están enfrentando a Gulliver y no muestran miedo ¿Cuánto queda para que se produzcan los disparos, primero en guerras por poder y finalmente en confrontaciones directas de las grandes potencias?
SATISFACER LAS NECESIDADES DE LOS POBRES
La cooperación en encontrar nuevas fuentes de energía y tecnologías más limpias y eficientes, además de ser un medio valioso para reducir el riesgo de tensiones y conflictos internacionales, es de importancia crítica para asegurar un futuro mejor para el mundo en desarrollo y reducir la pobreza y la enfermedad en muchas partes del planeta. Al presente, más de una cuarta parte de la población del mundo carece de acceso a electricidad y dos quintos están obligados a depender principalmente de la biomasa tradicional — leña y desechos animales —para satisfacer las necesidades básicas de cocinar y calefacción. Aproximadamente el 80 por ciento de estas poblaciones se encuentra en India y África al sur del Sahara. Cuatro de cada cinco personas que carecen de servicios energéticos modernos viven en zonas rurales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por causa de la contaminación del aire en los hogares,
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