Metodologia
Enviado por Javier415 • 4 de Junio de 2014 • 523 Palabras (3 Páginas) • 227 Visitas
médicos antiguos eran también pensadores o los pensadores eran médicos...) y se transformó en hija adoptiva dilecta del racionalismo científico, positivista, que para simplificarlo (a pesar de los riesgos que esto significa) niega casi todo aquello que no pueda ser medido, pesado u observado a través del microscopio.
Pero resulta que el hombre no es sólo “un trozo de carne”, un animal para disecar, un objeto para fragmentar, microtomizar, para ser observado por el ojo del “sabio”, sino que es un otro, un semejante.
Parece que otras ciencias descubrieron que además sufre, se angustia, tiene miedo, se aterra, se siente solo, abandonado, necesita afecto, amor. Parece ser que el paciente excedió los marcos científicos de la anatomía y de la fisiología, se escapó de las páginas del Testut e invadió toda la biblioteca. Y la biblioteca es tan vasta...
Entonces resulta que es mucha tarea para un solo sabio tratar a un solo pobre hombre. Ese solo pobre hombre es algo más que una máquina biológica y se diferencia en no pocas cosas de los otros seres de la naturaleza.
El hombre tiene capacidad de transgredir los instintos..., puede tomar agua sin tener sed y copular sin estar en celo. (Ortega y Gasset)
Si el comportamiento humano fuera solo instintivo, su objetivo sería siempre bueno salvo alguna aberración excepcional en la naturaleza. El instinto busca el bien de la especie y del individuo.
Como el hombre tiene la capacidad de transgredir la ley del instinto, rompe la ley natural. En consecuencia debe establecer normas de conducta, una ÉTICA.
El hombre tiene además conciencia del pasado, hay conocimientos adquiridos a lo largo de la historia que van cimentando sus nuevas experiencias y conocimientos.
Tiene también conciencia de su futuro, sabe que va a morir. Unamuno decía que el hombre es un animal moribundo. Un poco más acá, en Argentina, el dúo folclórico Los Carabajal canta en una chacarera algo así como “...vivimos una sola vida, caminando hacia la muerte...” (qué alegres son las chacareras).
Esa inquietud, ese miedo a la muerte, al más allá, a lo que nos espera del otro lado —si es que hay otro lado—, ese lugar del que nunca nadie volvió... esa angustia existencial acompaña al hombre desde su propio origen.
Hay múltiples intentos de dar respuestas a estas dudas. La fe en ciertas religiones otorga algunas a quienes creen en ellas. Unos dicen que hay otra vida en el cielo, otros callan, otros niegan, otros dicen que somos sólo materia, otros que reencarnamos, otros que el cielo y el infierno están aquí y ahora, otros decían que había que vivir la vida porque en el 2000 se venía el fin del mundo, otros anuncian el Armagedón, otros la resurrección de los muertos...
• El hombre como ser social
Lo único que parece ser
...