Mito Politico
Enviado por MARTIK22 • 18 de Marzo de 2014 • 1.128 Palabras (5 Páginas) • 318 Visitas
El mito político. Reflexiones para su recuperación como concepto analítico en el estudio de la política.
Este es un tema poco frecuentado en la literatura politológica. Durante demasiado tiempo pareciera haberse aceptado la idea de que una época fundada en el vertiginoso desarrollo de la ciencia y la técnica nada tiene que ver con los mitos. No es así, y las "fuerzas oscuras" que expulsamos por la puerta en nombre de la razón y la ciencia, con frecuencia vuelven a entrar por la ventana. De hecho, nuestro mundo, el mundo moderno en tránsito hacia la post-modernidad, está saturado de mitos y de símbolos, aunque no los llamemos por ese nombre...ocurre que siempre es más fácil ver los mitos ajenos, los de otros pueblos, los de otros tiempos, que los propios.
En el campo de la Ciencia Política moderna, el concepto de mito político surgió a principios del siglo XX, pero aun hoy persiste una fuerte tendencia a considerarlo un fenómeno patológico o anormal y a rechazarlo como instrumento de análisis político.
Sin embargo, la sociología y la psicología social han demostrado la importancia de los conflictos simbólicos en la formación y en la comprensión de la realidad social. La antropología cultural ha hecho del mito un tema central en el estudio de la cultura. La psicología profunda ha superado la dicotomía entre racionalismo e irracionalismo. Es hora de proponer nuevamente al mito político como concepto analítico en el estudio de la política y de reintroducir la dimensión simbólica en su descripción y explicación.
En nuestro siglo, probablemente fue Sorel el primero en conceptualizar el mito político ("Reflexiones sobre la violencia", 1905) como "una organización de imágenes capaces de evocar instintivamente todos los sentimientos". Para Sorel, el mito no es un acto intelectual sino volitivo, que se basa en una adquisición inmediata, totalizadora, sintética, de una "verdad" relacionada con "las más fuertes tendencias de un pueblo, de un partido, de una clase". Entraña un rechazo a las ideas, valores y sentimientos mediatizados por una elaboración intelectual, siempre susceptible de manipulación.
La teoría del mito tiene una explícita matriz bergsoniana y evoca también la tradición de G.B. Vico. Se relaciona con esa crisis de confianza en el modelo progresista clásico de la sociedad burguesa, que sacudió a muchos intelectuales de principios de siglo, como un preanuncio del "desencanto de la modernidad". Los llevó a una búsqueda de nuevas formas de conocimiento, como fue típicamente el caso del intuicionismo bergsoniano, y a atender con mayor interés los fenómenos de psicología social, de comportamiento de los hombres "en muchedumbre", en donde cobran especial importancia los factores irracionales, que no pueden referirse claramente a una causalidad utilitaria. Es, por ejemplo, el caso de Gustave Le Bon y su obra "Psicología de las multitudes".
Ese cuestionamiento al racionalismo individualista y utilitario del liberalismo clásico fue fecundo en el campo de las ciencias del hombre, pues abrió paso a una comprensión del pensamiento simbólico y de los comportamientos masificados, a-lógicos o colectivos.
En el campo ideológico y político práctico dio fundamento epistemológico y psicológico a las teorías autoritarias y nacionalistas de derecha, que habitualmente son de inspiración organicista e irracionalista. Estas identificaron "razón" con "revolución", es decir (por analogía con la Revolución Francesa) con el origen de toda decadencia, según su óptica; y basaron sus construcciones doctrinarias en un mito, entendido como conocimiento fundamental, sentido,
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