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Mitos, Falacias, Modas y Enfermedades causadas por el mal consumo de Alimentos


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2014  •  Tesis  •  3.270 Palabras (14 Páginas)  •  358 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTIN

FACULTAD DE INGENIERÍA AGROINDUSTRIAL

CURSO : Química De Los Alimentos

DOCENTE : Ing. Epifanio Efraín Martínez Mena

ALUMNO : Isaac David Peña Pezo

CÓDIGO : 71891124

TEMA : Mitos, Falacias, Modas y Enfermedades causadas por el mal consumo de Alimentos

FECHA : 09/09/2014

MORALES – SAN MARTÍN

2014 – II

I. INTRODUCCIÓN

Vivimos en una sociedad llena de incertidumbre, donde buscamos respuestas a nuestras incógnitas, acerca del modo de que deberíamos alimentarnos, la alimentación sin duda es un tema de mucho interés durante mucho tiempo, pero también el ser humano comete errores graves al no saber que alimento es adecuado para mi, para mi salud, ya que también puede preguntarse ¿Pero es bueno o malo? ¿Puedo tomar de eso? ¿Entonces me lo compro o no?.

Últimamente es muy común encontrar en artículos o revistas que hablen sobre algún tipo de alimento, donde lo critican e incluso recrean sus características, por ejemplo, el resultado: el peor de los demonios culinarios. Es curioso que lleguen a semejantes conclusiones cuando en realidad lo que determina la expresión de las características saludables que supuestamente colocan en una revista o articulo es para hacer ver el modo en que deberíamos alimentarnos o entrar a hacer una dieta, haciéndote ver los tips que te hacen sentir y ver mejor físicamente, y la respuesta de nosotros es dejarnos llevar por tales creencias que no tienen alguna base científica que demuestre su veracidad. Pero nuestra sociedad está inmerso..

II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

A. MITOS

1. "Los carbohidratos son malos y engordan, mejor evitarlos"

FALSO. La principal razón por la que ha disminuido el consumo de carbohidratos en muchos países desarrollados se debe a que se cree popularmente que engordan. No hay ninguna prueba de esto. Es el exceso de calorías lo que nos hace engordar y, en realidad, no importa de dónde vengan.

De hecho, lo más normal es que engorde más la grasa que añadimos a los carbohidratos que los propios carbohidratos, cosas como la mantequilla en las tostadas, las salsas en la pasta o el aceite que usamos para freír las patatas.

Los carbohidratos son el componente básico de la alimentación. La doctora Carmen Gómez Candela, Jefa del Servicio de Nutrición del Hospital La Paz, cree que evitar los carbohidratos es un disparate: “Es el nutriente energético por excelencia, el componente básico de la alimentación. Estas afirmaciones se deben a malas interpretaciones de las dietas”.

2. "El pan integral es más saludable que el refinado"

SÍ, PERO... El pan oscuro no está necesariamente hecho de harina integral, muchos productos incluyen simplemente colorante o una cantidad tan pequeña de harina integral que no tiene ninguna consecuencia nutricional. Al margen de esto, el verdadero pan integral sí es más sano que el blanco, porque contiene todos sus nutrientes, pero la diferencia respecto a las calorías es insignificante.

El pan integral está hecho con harina que contiene todos los beneficios de los granos de trigo. La cáscara exterior no se desecha, de modo que el pan resultante es mucho más rico en fibra, proteína y vitaminas B1, B2, niacina, B6, ácido fólico y biotina. El pan marrón, poco habitual en España, pero muy consumido en el resto de Europa, está hecho de trigo molido, al que finalmente se extrae el salvado, por lo que pierde parte de las propiedades del pan integral.

El pan con semillas es mejor todavía (en España es usual encontrarlo bajo la denominación “multicereales”) pues contiene más vitaminas, minerales y grasas beneficiosas.

3. "La sal sube la tensión y es mejor evitarla"

VERDADERO. En 1940, Walter Kempner, un investigador de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EE.UU.) se hizo famoso por restringir la sal para tratar a las personas con hipertensión. La doctora Gómez confirma que “el consumo mantenido de sal hace que con el paso del tiempo suba la presión arterial”.

La sal no es esencial y es mejor consumirla con moderaciónLa ingesta media de sal se ha reducido en los últimos años, principalmente debido a una reformulación de los productos. Pese a esto, la mayoría de la gente sigue tomando demasiada sal –alrededor de 9 gramos al día, frente a la dosis máxima recomendada de 6 gramos al día–, generalmente a través de la comida procesada, como sopas, salsas, carne adobada, y otros productos que no se asocian con la sal como el pan, los cereales o los lácteos. En total, la sal que ingerimos a través de otros productos representa el 75% del consumo total.

La doctora Gómez cree que la sal “no es esencial y es mejor consumirla con moderación”. Algunos estudios afirman que no es conveniente eliminar la sal por completo. Gómez cree que sí se puede eliminar por completo de la dieta, aunque no es una necesidad absoluta y, además, hace más agradables las comidas.

4. "Los productos frescos siempre son mejores que los congelados"

FALSO. La fruta y verdura congelada o enlatada puede ser más sana que la fresca, pues en numerosas ocasiones mantiene mejor sus propiedades. Normalmente, el producto es empaquetado o congelado nada más ser recogido, reteniendo así sus valores nutricionales. Incluso la fruta deshidratada puede ser más sana que la fresca. Tiene más nutrientes, aunque es más calorífica.

Otra cosa es el azúcar y la sal que se les añada. Y, al margen de los relativos beneficios sanitarios, el coste medioambiental que suponen los empaquetados y el procesado es a todas luces mucho mayor.

5. "El aceite de oliva es más sano que el de girasol"

Sí, PERO... En España, hasta hace poco, el aceite de girasol se usaba mucho más en los hogares que el de oliva. Con el tiempo se instaló la creencia de que el aceite de oliva era mucho más sano y fue desplazando al de girasol en los hogares. La doctora Gómez cree que el aceite de oliva es mejor en muchos aspectos pero no es conveniente hacer afirmaciones absolutas. “Son aceites diferentes”, explica, “el de oliva es más rico en ácidos grasos de serie 6 y el de girasol en los de serie 9”. Para algunos platos, como la mayonesa, tal como explica la doctora, el aceite de girasol es perfectamente saludable,

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