Moscas Señor

No hay una figura legítima de poder que vincule a los demás en un orden social que ya este preestablecido bajo unos valores y principios sociales. Porque no existe la capacidad para obtener la obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción pues se pretendía lograr esta sin tener que recurrir a medios violentos para obligar a los miembros del grupo a actuar en contra de su voluntad. En la película se puede observar como el grupo decide democráticamente quien será su líder pero como este no logra imponer su liderazgo ya que no existía un orden normativo a su favor que fuera de carácter imperativo que obligara a los individuos a vincularse al orden social preestablecido, y no podía satisfacer las necesidades que se presentaban en el momento (como la necesidad de alimentarse) produce que su poder se deslegitime. No existía la decisión y la voluntad de cada individuo de someterse a las leyes para producir un orden social.

Lo único que importa en el estado de necesidad y en el de naturaleza es la sobrevivencia y el poder del individuo el cual en este contexto se encuentra indefenso ante el poder de la naturaleza, obligando a ser un ser social por verse en la necesidad de estar con el grupo de personas que más necesidades le pueda satisfacer aunque esto conlleve a la decisión de ceder sus garantías sociales y entregar entonces su voluntad al poder, para que este decida qué hacer con ellos.

Después de que está definido el grupo aliado para que sus integrantes tengan más facilidad de satisfacer sus necesidades, se empieza entonces a definir un liderazgo, el cual se fortalece por el temor que inspire sobre los demás sin importar si este es el más idóneo o no, convirtiéndose en un poder legítimo pero utilizando medios violentos ; este empieza a sentir la necesidad de imponer un orden social de acuerdo a sus conveniencias por lo que decide imponer sus propias reglas y sanciones a la desobediencia como los son el castigo corporal “suplicio” la venganza como se ha dado en la historia de la humanidad.

La persona que ejerce el liderazgo del grupo impone un cierto modelo de Estado llamado “absolutismo” que consiste básicamente en que todo el poder recaiga sobre esa persona dándole facultades tales como son la de decidir cómo castigar a cada uno de sus “súbditos”.

Cada ser humano busca su propia conservación, en primer lugar, lo que da origen a la competición y a la desconfianza entre los seres humanos. En este estado natural no existen distinciones morales objetivas, por lo que dicha competición da lugar a un estado permanente de guerra de todos contra todos, en el que cada cual se guía exclusivamente por la obtención de su propio beneficio y, no existiendo moralidad alguna, no hay más límite para la obtención de nuestros deseos, que la oposición que podamos encontrar en los demás. No existiendo distinciones morales objetivas se considera, pues, que las acciones humanas se

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