Musica Clasica Sencillo
Enviado por clasicismo • 24 de Julio de 2014 • 4.145 Palabras (17 Páginas) • 179 Visitas
PRÓLOGO
En realidad, el término debiera corresponder únicamente a la música culta compuesta en el período clásico, de mediados del siglo XVIII hasta principios del XIX. Pero el uso lo ha extendido también a la música seria compuesta entre el medioevo y el presente.
Se puede notar que lo que define a esta música, es excluyente. Pues se trata de aquella que no es popular ni folklórica sino la real definición de esta música, es la que está hecha en el periodo del clasicismo.
Aparte de las limitantes de no ser folklórica ni popular, la música clásica está confinada a un ámbito geográfico, el de la cultura occidental, es decir, los pueblos europeos y sus herederos culturales, primero los americanos y después algunos otros. Hay también una limitante temporal. Con el término de música clásica nos referimos a aquella creada a partir del Renacimiento y que representa el fenómeno cultural más brillante que se ha dado en la historia de la humanidad, solo comparable, por sus alcances, a la ciencia de la Europa pos renacentista
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Se excluyen las músicas medieval y renacentista, sin negar que en ellas están sus orígenes. Se excluyen también la oriental y la africana, sin desconocer sus valores. Y es que esta música clásica occidental nos dice de estados anímicos muy profundamente arraigados en los europeos, y por lo tanto en nosotros, sus herederos espirituales.
Normalmente en música entendemos por clasicismo, el corto periodo que va desde 1770 a 1810.
MÚSICA CLÁSICA
CLASICISMO
La música, como todas las artes, es una expresión de la cultura. Y por ello se encuentra sometida a las mismas leyes que rigen los demás fenómenos culturales. Evoluciona como estos, en ciclos que vistos a gran distancia, son similares. Tanto como la cultura griega, como la música de occidente, se aplica con propiedad un camino en etapas sucesivas, que son: arte primitivo, arte arcaico, arte clásico, arte romántico y arte decadente.
Aún discutido por algunos historiadores, el clasicismo musical tiene su apogeo en el siglo XVIII. Haydn, Mozart y Beethoven, creadores de la música instrumental moderna, sintetizan las virtudes de esta escuela.
Su cualidad fundamental es el equilibrio, que distingue a todo arte clásico, entre armonía y melodía, entre forma y expresión; el ajuste perfecto de todos los elementos, físicos y espirituales, que integran el edificio sonoro. Razón, imaginación y sensibilidad se enfrentan y complementan en un acuerdo perfecto.
Frente al marcado objetivismo, con predominio de la forma, que significó la ciencia contrapuntística (combinación simultánea de dos o más melodías; un ejemplo típico de contrapunto es la ronda, un tipo simple de cannon), inmediatamente anterior al estilo clásico, y frente al subjetivismo que trajo consigo la escuela romántica, inmediatamente posterior, la música de Haydn, Mozart y Beethoven se sitúa en un justo medio. Según afirma, con inmejorables aciertos, el compositor argentino Jorge D’Urbano: en pleno siglo XVIII, en Viena, la ciudad más hermosa y musical de Europa, donde la escuela clásica encuentra sus dos representantes más extraordinarios: Haydn y Mozart. Mucha música se escribirá después, genios de talento infinito enriquecerán nuestra herencia artística, pero ya nunca volverá a encontrarse el secreto mágico de ese equilibrio misterioso que aureola la obra de estos dos titanes. El idioma lo impone el gusto del día, pero los pensamientos corren debajo con fuerza arrolladora y nos llegan con la misma frescura y encanto que tuvieron cuando fueron escritos sobre el pentagrama. Haydn y Mozart representan uno de esos momentos cumbres en la historia de cualquier arte, donde, de pronto, se cristaliza la perfección.
La casi increíble sabiduría que dan estas dos obras, está elegantemente disfrazada con el manto más difícil de obtener: la naturalidad. La música fluye sin descanso y sin violencias. Pero lo que anima es algo más que una técnica sin fallas; su inmaculada gracia supera toda previsión. Es un hecho espiritual sin posible reedición.
Esta época estuvo marcada por otras artes como la escultura y la pintura como también por la arquitectura y las artes decorativas quienes mostraron un especial desarrollo; a este estilo se le llamó Neoclasicismo; floreció en Europa y Estados Unidos aproximadamente desde el año 1750 hasta comienzos de 1800 y se inspiró en las formas grecorromanas. Más que un resurgimiento de las formas antiguas, el neoclasicismo relaciona hechos del pasado con los acontecidos en su propio tiempo. Los artistas neoclásicos fueron los primeros que intentaron reemplazar la sensualidad y la trivialidad del rococó (período anterior) por un estilo lógico, de tono solemne y austero. Cuando los movimientos revolucionarios establecieron repúblicas en Francia y en América del Norte, los nuevos gobiernos republicanos adoptaron el neoclasicismo como estilo oficial porque relacionaban la democracia con la antigua Grecia y la República romana. Más tarde cuando Napoleón I subió al poder en Francia, este estilo se modificó para servir a sus necesidades propagandísticas. Con el nacimiento del movimiento romántico la prioridad por la expresión personal sustituyó al arte basado en valores ideales.
ESENCIA DEL CLASICISMO
Es un periodo artístico en el que se tiende a expresar la idea de perfección formal de la realidad, con la fuerza más absoluta; es decir, se tiende a expresar el mundo como un ser bello, perfecto y dar a través del arte el sentido de perfección, de tranquilidad, de lo ideal. Por ello se tiende a dar más la forma de las cosas, que es la que refleja perfección, que el contenido o la ideología; en este sentido, el Clasicismo refleja al hombre como ser armónico y a la humanidad como sociedad perfecta y sin problemas; por ello el Clasicismo lleva consigo una contradicción y es que va a surgir durante la Revolución francesa, un período de rupturas, de cambios de todo tipo y no lo refleja en su estética. El hombre clásico es, pues, el ideal de lo bello, lo único que tiende a expresar.
CUALIDADES QUE DEFINEN LA MÚSICA CLÁSICA
Se busca una música delicada, muy brillante, alegre y plástica.
Para ello la melodía toma una importancia enorme y se convierte en el elemento básico de esta música, la melodía es el alma de la música clásica. Para encontrar estas melodías se va a recurrir a la música popular, música folklórica.
Estas melodías se construyen de tal forma que reflejan esa perfección, con frases de ocho compases (divididas en dos períodos de cuatro y cuatro) de dieciséis (ocho más ocho) o de seis (tres mas tres). Es
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