“NECESITAMOS PROFESORES QUE CREAN EN LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, FRENTE A LOS PROFESORES EXCESIVAMENTE COMPETENTES”

“NECESITAMOS PROFESORES QUE CREAN EN LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN, FRENTE A LOS PROFESORES EXCESIVAMENTE COMPETENTES”

¿Cómo se forjan las bases de la educación? , ¿Es aprender a hacer el objetivo final de la educación? Son preguntas que fácilmente surgen al echar un vistazo a las modificaciones que ha tenido el sistema educativo en gran cantidad de países en Europa y Latinoamérica por ejemplo, enfocándonos en este caso en Colombia. Los países subdesarrollados en pro de alcanzar un estatus más alto a nivel mundial han puesto en marcha una gran cantidad de cambios en varios sectores, empezando en el empresario y continuando hasta la educación, que vistos objetivamente nos impulsan a aprender para hacer y paso seguido ser productivos para la economía, dichos cambios buscan simplificar, reducir y compactar procesos con el fin de obtener resultados con mayor rapidez.

Las ciencias de la educación son la base de un buen aprendizaje y el distintivo de un maestro integral, es necesaria la formación de profesionales que estén más allá de ser competentes, ¿Por qué no es suficiente ser competente?, si bien el objetivo no es desvalorizar el término “competente” ni mucho menos mostrarlo como una debilidad, es necesario aclarar que no basta con adquirir este adjetivo y que no es solo a ello a donde el camino de la educación debe dirigirse.

Aclarar  las formas en que este término puede ser entendido es importante para desde allí entender como el ser competentes puede jugar en contra de la esencia del aprendizaje, e incluso obstaculizar su plena realización afectando tanto a docentes como estudiantes, y por qué es un término que se nos ha implantado y casi que impuesto en el afán de igualarnos a otros países y los intereses convenientes de quienes promueven dichos cambios en la estructura de la educación en el país.

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