OBSESIONES Y FOBIAS. ESTADOS CONGENITOS

OBSESIONES Y FOBIAS.

Histerismo es una alteración permanente y congénita de actitud psíquica, en la cual hay trastornos de varios ordenes.

Ejemplo de un paciente: Se apoderaba de él el temor de que padecía una grave enfermedad, sin que pudieran convencerlo de lo contrario los exámenes y observaciones de su médico. Desde entonces consulta con demasiados médicos. Comprende que es enfermiza su angustia; pero no puede verse libre de ella.

Denominándole a esto locura de obsesión cuya característica es la aparición de fobias incoercibles por argumento alguno de convicción. El temor es superior a toda reflexión.  

Se presenta al principio de la edad adulta.

ESTADOS CONGENITOS.

La herencia moldea los caracteres individuales hacia estados perfectos o a una retrogradación, a lo que se le llama degeneración.

Hay muchas formas clínicas en que la degeneración se manifiesta, entre ellas las que se observan en la locura maníaco-depresiva, el histerismo y la locura de las obsesiones.

Evidentes cambios en el estado de ánimo, ataques de manía periódica producidos por un temperamento permanentemente exaltado.

Igualmente hay trastornos psicogénicos de todo orden e impulsos irresistibles.

El tratamiento depende de la intensidad de los síntomas; en hospitalización, reposo en cama, administración de opio y el entretenimiento.

ANOMALIAS PSIQUICAS.

Los rasgos que servirán para establecer la diferencia entre lo normal y lo morboso, se observan en aquellos casos que más separan al individuo de la normalidad media de otras personas sin olvidar la época y las circunstancias.

Hay casos denominados pseudoquerellantes, en el cual entran aquellos predispuestos patológicos con irreducible impulsión a pleitear, pero sin asociación ni delirio. Esto individuos suelen arrastrar a otros hacia su mismo delirio.

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