Origen De La Vida

Charles Darwin

El Origen de las Especies

¿Un ateo, un científico brillante o un soñador incansable?, ¿Quién fue realmente Charles Darwin?

Hoy en día se conocen más de 2 millones de especies distintas que hace miles de años eran consideradas como la obra perfecta de la arquitectura Divina hasta que a mediados de los ochenta surgió una teoría que refutaba la llamada teoría creacionista.

Charles Darwin revoluciona el pensamiento abstracto de ese entonces y va más allá de las fronteras científicas impuestas por las ideologías religiosas. En 1859, la comunidad científica del mundo entero, asiste estupefacta a uno de los hitos más controversiales de la historia: la publicación del Origen de las Especies…

Darwin se convirtió a partir de entonces, en el hombre más alabado y vilipendiado por la sociedad. Sus ideas y experimentos traspasaron la historia, traspasaron el tiempo, traspasaron la evolución.

Lo que Darwin crea es una verdadera bomba de tiempo que aun hoy continúa expandiéndose, pues la polémica tejida alrededor de este pensamiento, sigue vigente en la actualidad.

¿Pero que existe realmente en la intimidad de sus pensamientos? Muchas de sus cartas nos revelan sus más recónditos sentimientos. En una carta enviada a su hermana Susane por ejemplo le pregunta: “¿qué parte de la Biblia te gusta más? A mí me gustan los Evangelios”… Con esta pequeña frase Darwin manifiesta que la biblia fue uno de sus libros favoritos y que Dios estaba muy presente en su vida, especialmente en los momentos más tristes, como lo demostraría aquella vez en la que su pequeña hija Anne Elizabeth murió. Recordemos entonces lo que le escribe a su esposa: “My Dearest Emma... nuestra pobre querida hija tuvo una vida muy corta, pero espero que feliz, y sólo Dios sabe cuántas miserias pudieron haberle sobrevenido... Dios la bendiga. Debemos, mi querida esposa, dedicarnos más y más el uno el otro... piensa que siempre fuiste cariñosa y tierna con ella...” (Charles Darwin, 1835).

Sin duda alguna este hombre demostraba fácilmente lo que sentía y no dudaría un segundo en manifestar su fe al mundo entero.

Pero no hay que olvidar que aparte de hombre también era un científico en potencia, rápidamente se dio cuenta de que conforme iba pasando el tiempo, unas especies cambiaban de forma y de características mientras que otras aparecían y desaparecían, ¿por qué no podría pasar lo mismo con el Ser humano? Algo si estaba claro, todos los seres orgánicos surgen de una sola forma primigenia. Lo que Darwin no sabía era que a partir de esta hipótesis surgirían una serie de preguntas que a lo largo de los siglos muchos científicos han tratado de responder en base a los experimentos.

Uno de ellos se lo realizó con fundamento a una de las que serían las cartas más famosas de Darwin y que Joseph Hooker recogería más tarde. De ella se podría rescatar lo siguiente: “Imaginemos que en un pequeño estanque lleno de amoníaco y otros componentes pudiera formarse un compuesto proteínico listo para los cambios” (Darwin, 1850).

Podría asegurar que Darwin fue un hombre de fe pero también un soñador incansable y un científico brillante para el que la religión no fue una barrera e hizo que el tiempo traspasara toda frontera.

“La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. Pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infinito mundo de misterio” (Gregorio Marañón,1900).

Alexander Oparin y John Haldane

Hipótesis de Oparin Haldane

Los controversiales planteamientos que hizo Charles Darwin y la duda de cómo habría comenzado la vida en nuestra Madre Tierra captó rápidamente la atención de estos dos valiosos científicos que dedicaron su vida para diseñar una teoría cuyo resultado dejaría anonadada a la humanidad entera.

En aquel entonces, muchos pensaban que nuestra existencia no era más que la consecuencia de un origen extraterrestre, como es el caso del químico sueco Svante A. Arrhenius; sin embargo, las primeras hipótesis verificables, no fueron sino las propuestas por el bioquímico ruso Alexander Oparin y el Inglés John Haldane. Ellos no sabían que sus vidas se unirían por una sola verdad pues su trabajo era de manera independiente. Este científico inglés, después de hacer públicos los resultados de sus investigaciones acerca del origen de la vida, centró su atención en otras áreas de la ciencia. Oparin, en cambio, fue persistente en el desarrollo y comprobación de su teoría. Las ideas de estos dos sabios Oparin y Haldane se basaba en una “sopa prebiótica” que consistía en que la atmósfera primitiva era muy diferente de la actual; la presencia de poco oxígeno, y otros gases como el amoníaco, el nitrógeno, etc. Además de la energía que abundaba en este joven planeta favorecerían a la conversión de estos compuestos en un compuesto más complejo que originaría la vida en el planeta: la célula. Propusieron entonces que la aparición de la vida fue precedida por este largo período al que lo llamarían “evolución química". Oparin realizó experimentos a partir de sus hipótesis utilizando un modelo al que denominó "coacervados". Estos modelos consisten en sistemas coloidales formados por macromoléculas como las que he mencionado anteriormente que se formaron en ciertas condiciones en medio acuoso y habrían ido evolucionando hasta dar lugar a células con verdaderas membranas.. Según este gran científico, los seres vivos habrían modificado la atmósfera primitiva imposibilitando la formación de la nueva vida.

"Así, por paradójico que ello pueda parecer, debemos admitir que la causa principal de la imposibilidad de la aparición de la vida en las condiciones naturales actuales reside en el hecho de que ya existe" (Oparin,1960). Pero en aquel entonces estuvo en auge la filosofía marxista que rechazaba potencialmente estas ideas. No se sabe con certeza, que o quien influyó entonces para que este sabio cambiara de pensamientos y transformara el término "sopa primitiva" a “ser vivo”. Recordemos que en su posición original, Oparin afirmaba que la transición a la vida se produjo por procesos aleatorios, pero en posteriores publicaciones y trabajos, postula una visión diferente del origen de la vida:” la evolución química gradual e inevitable”. Pero

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