Osciloscopio
Enviado por fabrixc • 1 de Septiembre de 2013 • 2.837 Palabras (12 Páginas) • 356 Visitas
HISTORIA DE LA ILUMINACION
DE LA PREHISTORIA A LA BOMBILLA.
Desde los tiempos en que la luz era poco más que unas aberturas existentes entre las jambas de una ventana, las innovaciones tecnológicas han cambiado enormemente el concepto de iluminación.
El hombre tras conseguir dominar el fuego (500.000 a.c.), no solo lo ha utilizado para calentarse y cocinar, también como un foco de luz.
Desde muy antiguo el hombre comenzó a iluminar los espacios que habitaba, en los momentos que el sol dejaba de lucir, perfeccionando los sistemas de alumbrado según los progresos tecnológicos y gustos de las distintas épocas. Podríamos por tanto, suponer que el primer método de alumbrado seria la antorcha, mas tarde vendría la vela, hasta dar paso a otras técnicas más avanzadas tras el descubrimiento de combustibles capaces de proporcionar una llama.
En esta etapa destacan:
El candelabro (50.000 a.c.) como apoyo para el fuego, remonta sus antiguos orígenes a la antorcha resinosa clavada en el suelo o en la pared de la caverna prehistórica; pero en su forma tradicional entre los primeros ejemplares hemos de citar a los etruscos (VII a.c.), pertenecientes a la edad antigua. Son productos de este arte los candelabros de bronce e uso domestico en la antigua Roma del periodo mas tardío, con rica decoración en bajo relieve.
En las iglesias románicas se encuentra los grandes y riquísimos candelabros rituales, de mármol o de bronce y en las iglesias renacentistas italianas, pasado el siglo XIV aparecen los primeros candelabros de madera tallada y decorada, sobrecargado de adornos.
Los candelabros de uso domestico se difundieron por España desde Alemania a partir del siglo XI y conservaron las características del artesano local durante toda la edad media. Pero a partir del siglo XVII, el gusto dominante viene a ser el internacional del mobiliario francés con adornos de bronce dorado. Incluso en lo sucesivo, con el estilo imperio, el gusto y la moda continuaron siendo franceses. El arte decorativo contemporáneo no parece haber prestado demasiada atención a este objeto, debido sin duda al cambio de los sistemas de iluminación. En la actualidad el candelabro es un accesorio decorativo.
La palmatoria, que era una especie de candelero bajo con mango y pie, generalmente con forma de platillo, el candil, que era un utensilio muy sencillo que servía para alumbrar; constaba de dos recipientes de metal superpuestos; en el superior se pone el aceite y la mecha que a de arder, el inferior que se llama candileja, lleva una varilla que sirve para colgar el candil.
Más tarde cuando la iluminación eléctrica se generalizo, las velas pasaron a utilizarse solo para crear ambiente en veladas especiales o en ceremonias u oficios religiosos desde las dos últimas décadas del siglo XX las velas son de nuevo, objetos decorativos de moda para el hogar. Esto ha tentado a los diseñadores a inventar nuevas formas y a experimentar con distintos materiales para crear objetos de diferentes estilos, tanto clásicos como contemporáneos.
La bombilla. Iluminación hasta 1950.
Sin lugar a dudas, el fuego desapareció como sistema de iluminación cuando Thomas Edison construyo la primera lámpara o foco eléctrico en 1879, que estuvo brillando durante más de 48 horas seguidas.
Edison fue un importante empresario y un prolífico inventor que patento mas de mil inventos y contribuyo a darle, tanto a Estados Unidos como a Europa, los perfiles tecnológicos del mundo contemporáneo: las industrias eléctricas, un sistema telefónico viable, el fonógrafo las películas, etc. Podemos decir que su mayor invento fue la primera lámpara. Esta consistía en un globito de cristal, en cuyo interior se ha hecho el vacio (así al carecer de oxigeno se evita la combustión) y que tiene un filamento de carbón por el que pasa la corriente eléctrica. El filamento opone resistencia a su paso, y por ello se pone incandescente (efecto joule), consiguiéndose así la iluminación. El filamento de carbón del primer prototipo se sustituyo por otro de tungsteno, debido al bajo rendimiento del primero (filamento metálico). Posteriormente para mejorar aun más el rendimiento (luminosidad) se sustituyo el vacio por una atmosfera de nitrógeno o de otros gases inertes. Conforme fue avanzando la tecnología, aparecieron nuevos tipos de lámparas: las luminiscentes (consistían en un tubo lleno de gases raros a presión moderada) y las fluorescentes (sin filamento, pero con una finísima capa de sustancias especiales).
Aunque estas primeras bombillas eléctricas o bombillas incandescentes que se comercializaron, tras su descubrimiento por el anteriormente mencionado Thomas Edison, la iluminación eléctrica en el hogar seguía siendo un lujo que durante muchas décadas solo estuvo al alcance de unos pocos. Normalmente en estas casas humildes se seguían utilizando las tradicionales lámparas de parafina o de gas y velas.
Ejemplo de lámparas hasta 1950:
La lámpara “Anglepoise”, fabricada en 1933. Su diseño funcional hizo posible que el usuario dirigiera la luz hacia su espacio de trabajo. Es una lámpara flexible, equilibrada y capaz de sostenerse en cualquier posición.
La iluminación desde 1950 a 1970.
En los años cincuenta del siglo pasado, se popularizaron nuevos materiales como el plástico y desde entonces el empleo de una tecnología de bajo voltaje ha permitido una mayor flexibilidad. Durante la década de los setenta, la alternativa de las baterías de luces de techo sobre carriles electrificados alcanzo el mercado masivo. Sin embargo el tamaño y el calor que desprendían las bombillas convencionales de tungsteno acabaron haciendo desistir de su empleo a muchos diseñadores.
Ejemplo de lámparas de diseño de los 60:
La Eclisse, 1966. Era una lámpara de mesa, la luz de esta lámpara, fabricada por Artemide puede ser graduada. En italiano su nombre significa “eclipse”, el material empleado fue metal esmaltado.
Iluminación en los 70
A partir de 1970, la electricidad es para muchos la fuerza más potente en diseño y arquitectura. El descubrimiento en 1972 de las lámparas de bajo voltaje, que inicialmente se denominaron lámparas de reflector rellenas de gas inerte, supuso una revolución en el diseño de la iluminación puesto que este sistema miniaturizaba la fuente luminosa, a la vez que ofrecía un control óptico más estrecho. La generación de lámparas de tungsteno o de halogenuros metálicos de bajo voltaje permite iluminar una pared, realzar un punto concreto de una zona escogida, o bañar los objetos con una suave luz dorada o plateada, según el tipo de reflector que se utilice.
Ejemplos de lámparas
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