PALEOGEOGRAFÍA Y ESTRATIGRAFÍA DEL NORESTE DE MÉXICO E HIDALGO

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO[pic 1]

INSTITUTO DE CIENCIAS BÁSICAS E INGENIERÍA

ÁREA ACADÉMICA DE CIENCIAS DE LA TIERRA Y MATERIALES

INGENIERÍA EN GEOLOGÍA AMBIENTAL

ÁNALISIS DE CUENCAS SEDIMENTARIAS

“PALEOGEOGRAFÍA Y ESTRATIGRAFÍA DEL NORESTE DE MÉXICO E HIDALGO”

CATEDRATICO:

 DR. ALBERTO BLANCO PIÑON

ALUMNOS

PACHECO HERNANDEZ ERICK EVER

SANTANDER DE LA ROSA JESSICA YUSSEYVI

 MINERAL DE LA REFORMA, HGO. A 19 DE MAYO DE 2014

RESUMEN

Los procesos climáticos y geológicos que se dieron durante el mesozoico permitieron que, al darse la fractura del súper-continente Pangea, se crearan las condiciones necesarias para el desarrollo de la superficie del noreste de la República Mexicana, así como la evolución de la configuración del relieve del Estado de Hidalgo. Todo esto se encuentra evidenciado por las diversas formaciones litoestratigráficas reconocidas en diferentes localidades del noreste y centro-este del país, dicha sucesión de eventos es conocida como “Apertura del Golfo de México”.

En el presente trabajo se redacta la evolución y configuración paleogeográfica de México durante los periodos Triásico, Jurásico y Cretácico, así como la estratigrafía y su distribución en la porción Noreste de México e Hidalgo, la cual es resultado de los ambientes sedimentarios presentes a lo largo de estos periodos.

Durante los dos primeros periodos estuvo fuertemente influenciada por esfuerzos tensionales, los cuales desarrollaron elementos paleogeográficos negativos y positivos que controlaban principalmente la sedimentación detrítica, mientras que durante el Jurásico Medio se desarrolla la primer transgresión marina en la parte central y noreste de México, la cual da origen a los primeros depósitos de origen marino, marino-marginal.

La fase del rift culminó al inicio del Cretácico y la región experimento un enfriamiento y continuo la subsidencia a través del Cretácico Tardío durante este tiempo más de 2000 m de carbonatos de plataforma fueron depositados alrededor del Golfo de México.

INTRODUCCIÓN

El desarrollo paleogeográfico del noreste de México e Hidalgo está ligado a la apertura y desarrollo del Golfo de México, donde los cambios eustáticos que rigieron durante la formación del Golfo de México se han manifestado en el noreste de México como etapas periódicas de transgresiones y regresiones. (González et al. 2007).

El presente trabajo muestra un panorama general del desarrollo paleogeográfico del noreste de México e Hidalgo y parte del centro de México durante la fragmentación de Pangea y el desarrollo del Golfo de México.

El origen del Golfo de México se remonta al rompimiento del supercontinente Pangea lo que propició la formación de pilares y fosas tectónicas que contribuyeron a la distribución de altos y bajos estructurales que controlaron las facies sedimentarias durante el Mesozoico. (Goldhammer, 1999).

Los elementos para entender el desarrollo paleogeográfico se observan en los estados de Coahuila, Nuevo león, Tamaulipas, San Luis Potosí e Hidalgo.

La columna estratigráfica del Noreste de México y el estado de Hidalgo durante el Mesozoico da comienzo en el Triásico temprano con la fragmentación de la última parte de Pangea, siendo producto de una ruptura continental en el margen sur de la placa norteamericana debido la instauración de un hot spot que disparo la inestabilidad cortical, la cual condujo a la ruptura y separación. La ruptura contribuyó a la creación de una corteza continental transicional, dando lugar a la formación de altos y bajos estructurales que controlarían los patrones de sedimentación producto del adelgazamiento e intrusión de magmatismo máfico. Durante el Triásico Tardío - Jurásico Temprano se desarrollan grabens, horst  de forma lineal rellenados por depósitos fluviales de origen continental. (Viniegra, 1992). En el Jurásico Medio (calloviano-oxfordiano) se generan depósitos de estratos extensos y grandes de evaporitas en la cuenca del Golfo de México y EUA (Sur de Texas y Noreste de México). Durante Cretácico Temprano y Medio se formaron calizas de plataforma, con diferentes arreglos arrecifales, el cretácico Tardío está representado por las calizas negras laminadas de la Formación Agua Nueva, las clásticas de la Formación Soyatal, las calizas con lutitas de la Formación San Felipe y las margas grises de la Formación Méndez. (López-Ramos, 1981).

PALEOGEOGRAFÍA DEL NORESTE DE MÉXICO E HIDALGO

La configuración estructural y estratigráfica del Noreste de México inicia con el evento orogénico Ouachita-Marathon durante el Permo-Triásico y, a partir del mismo, la evolución paleogeográfica del Mesozoico.

TRIÁSICO

TRIÁSICO TEMPRANO Y MEDIO

Al separarse la porción de Pangea de Norteamérica, las fracciones correspondientes al Triásico Inferior y Triásico medio estaban ausentes, no como sucedió con gran parte del Triásico superior, que al separarse el continente Europeo dio lugar a grandes bloques y fosas tectónicas por los esfuerzos tensionales. (López- Ramos 1981).

TRIÁSICO TARDÍO - JURÁSICO MEDIO

Es hasta el Triásico Tardío cuando comienzan las primeras pulsaciones del rompimiento de Pangea, y esfuerzos tensionales de la fase de apertura del rift generan una serie compleja de grabens y horts los cuales controlaban principalmente depósitos clásticos, a su vez esta configuración de altos topográficos y fosas sirvieron como conexión entre mares y canales someros en lo que actualmente es San Luis Potosí, Zacatecas y Guanajuato; estos estuvieron generalmente limitados por fallas laterales izquierdas y el sistema de fallamiento normal que influía en la actividad ígnea (Goldhammer, 2001). Existen otras secuencias de la porción este central asignadas al Triásico tardío, que están compuestas principalmente de rocas clásticas asociadas con rocas volcánicas y las cuales se dataron por su contenido en flora, su relación estratigráfica y su similitud con secuencias cercanas a estas áreas.

También es aqui en el Triásico Tardío - Jurásico Medio, donde  inicia la etapa del rift que marca el comienzo de rompimiento de Pangea, la apertura del Atlántico y la generación del Golfo de México generándose las placas de Norte América, la placa de América del Sur y la Placa de África (Padilla, 1982).  

El área del Golfo de México se caracterizo por un complejo de altos y bajos de basamento donde se acumularon secuencias de capas rojas y rocas volcánicas asociadas dentro de los sistemas de bajos de basamento alrededor del Golfo de México representados en la (figura 1).

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