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PLANETAS


Enviado por   •  26 de Octubre de 2014  •  Informe  •  1.760 Palabras (8 Páginas)  •  286 Visitas

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MERCURIO: Es un planeta pequeño, de aspecto muy parecido a la Luna, ya que al no poseer atmósfera (por su baja gravedad y proximidad del Sol) su superficie está salpicada de infinidad de cráteres meteóricos y cuencas similares a los mares de la Luna; Esta carencia de atmósfera hace que las variaciones térmicas entre el día y la noche mercuriana sean enormes, es decir, entre 400 ºC durante el día y -170 ºC durante la noche. Su constitución interna es similar a la de la Tierra, aunque el núcleo ocupa un radio mayor que el de la Tierra, en comparación.

VENUS: Es de tamaño parecido a la Tierra. Se caracteriza por la presencia de una atmósfera muy densa, lo que determina una presión en la superficie 90 veces superior a la terrestre, y una temperatura muy alta, de unos 460 ºC, por el efecto invernadero. La atmósfera está constituida en un 96% por CO2, con N2, vapor de agua y SO2, sustancia ésta última responsable de la formación de ácido sulfúrico, lo que hace que ciertas zonas de la atmósfera sean muy corrosivas

La superficie de Venus ha sido apenas vista gracias a algunas sondas soviéticas que fueron capaces de resistir las condiciones atmosféricas y se posaron en ella, enviando algunas fotografías que muestran un paisaje pedregoso y árido. También su superficie ha sido cartografiada utilizando ondas de radar enviadas desde la Tierra y desde la sonda Magallanes que orbitó el planeta, lo que ha permitido descubrir la existencia de dos grandes altiplanicies similares a lo que serían los continentes terrestres si no existieran los océanos, algunas cordilleras, así como dos elevaciones que parecen ser volcanes activos (Theia Mons y Rhea Mons).

Su estructura interna es de tipo terrestre y llama la atención su movimiento de rotación, que aparte de ser muy lento (243 días) es retrógrado, es decir, al revés que el de la Tierra.

TIERRA: Inconfundible desde el espacio por el color azul que le dan sus extensos océanos de agua líquida, salpicado del blanco de las masas nubosas; posee un único satélite, la LUNA, planetoide rocoso de unos 3470 km de diámetro que no presenta atmósfera, por lo que su superficie está tachonada de cráteres meteóricos, algunos de gran tamaño. Los sismógrafos dejados en su superficie por los astronautas estadounidenses han detectado infinidad de terremotos de intensidad v ariable. El origen de la Luna parece estar en el choque de un pequeño planeta errático con la Tierra en los primeros tiempos del Sistema Solar.

MARTE: Es más pequeño que la Tierra pero presenta muchas similitudes con nuestro planeta, hasta tal punto que se especuló con la posibilidad de que existiera algún tipo de vida en Marte. Para despejar esta incógnita se diseñó el proyecto Viking que permitió depositar dos sondas automáticas en la superficie marciana y que realizaron una serie de experimentos cuyo objeto era descubrir la presencia de microorganismos, aunque los resultados radiados a la Tierra no fueron muy concluyentes.

Presenta una atmósfera más tenue que la terrestre con un 95% de CO2 mezclado con cantidades menores de nitrógeno, monóxido de carbono, oxígeno y vapor de agua. La temperatura en la superficie de la zona ecuatorial oscila entre +22 C y -73 C, aunque en el invierno marciano las temperaturas pueden bajar de -120 C. Existen dos casquetes polares formados por CO2 helado y hielo que disminuyen en el verano marciano y aumentan en el invierno. Los vehículos exploradores de la misión MER, el Opportunity y el Spirit, han demostrado la existencia de rocas formadas en presencia de agua líquida, agua que se sospecha que puede encontrarse en el subsuelo marciano, donde podría protegerse alguna forma de vida bacteriana similar a algunas bacterias quimiosintéticas terrestres, como las estudiadas en el Río Tinto de Huelva por el Proyecto MARTE llevado a cabo por la NASA y el Centro de Astrobiología.

Actividad 13b

(Contiene película flash)

ASTEROIDES: Son fragmentos rocosos de tamaño muy variable, desde granos de arena, hasta bloques de cientos de toneladas de peso, que se encuentran orbitando entre Marte y Júpiter, aunque algunos tienen una órbita muy alargada y llegan a cruzar las órbitas de Marte y la Tierra, por un lado, y las de Júpiter y Saturno por el otro. Se han registrado unos 2500, aunque se supone que debe haber centenares de miles de ellos; los más grandes son Ceres (1000 km de diámetro y considerado un planeta enano), Palas (610 km), Vesta (540 km), Higía (450 km), Cibeles (310 km), etc. Se suponía que eran los restos de un planeta de tipo terrestre que estalló, pero en la actualidad ha cobrado más fuerza la idea de que son restos de la nube de materia que formó el Sistema Solar. Muchos son atraídos por la fuerza gravitatoria de los planetas y chocan contra su superficie, convirtiéndose en METEORITOS.

Los asteroides que siguen una trayectoria que los lleva a chocar con la Tierra reciben el nombre de meteoroides. Cuando un meteoroide choca con nuestra atmósfera a gran velocidad, la fricción hace que este trozo de material espacial se incinere produciendo un chorro de luz conocido como meteoro. Si el meteoroide no se consume por completo, lo que queda choca con la superfice de la Tierra y se denomina meteorito. Se han recogido miles de fragmentos de meteoritos por toda la superficie terrestre, metálicos y rocosos, y existen enormes cráteres, muy antiguos,

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