POBREZA Y DISTRIBUCIÓN EN AMÉRICA LATINA
Enviado por carlos2020 • 7 de Diciembre de 2011 • Tesis • 2.148 Palabras (9 Páginas) • 803 Visitas
1. INTRODUCCIÓN
Este trabajo ha sido hecho para la CONFIEP, como material de trabajo para su Congreso del 26 y 27 de Octubre de 2005. Tiene como objetivo recopilar las principales investigaciones y trabajos desarrollados en los últimos años en el campo de las políticas sociales, y basándose en ellas proponer las iniciativas y los retos más importantes para los próximos 10 años.
Los temas que se van a tratar en el documento son: (i) capital humano, que incluye la formación de capacidades, educación de calidad, y salud y nutrición; y (ii) la generación de oportunidades y lucha contra la pobreza. Este último tema incluye también una reseña sobre la legislación laboral.
El documento se inicia con el planteamiento de un marco teórico que permita ubicar a las políticas sociales dentro de un concepto más amplio, que las relacione con las políticas económicas, institucionales y ambientales.
Luego se trata el tema de la lucha contra la pobreza, realizando un diagnóstico de la situación de la pobreza en el Perú, así como de los principales programas de alivio o lucha contra la pobreza que se están aplicando. Previamente se considera necesario tener una rápida mirada de lo que está sucediendo a nivel mundial y también latinoamericano, para ubicar la situación de nuestro país desde una perspectiva más amplia.
A continuación se presenta la situación de la educación en el Perú, sus problemas y políticas estratégicas. También se incluye la situación de la salud y la nutrición, sus problemas y algunas propuestas.
Antes de entrar al tema de generación de oportunidades, se analiza la situación del empleo, con un diagnóstico del mercado laboral, sus principales problemas y retos. A partir de allí se ingresa a explorar las oportunidades que se presentan en el país para superar la pobreza, el desempleo, el subempleo y la informalidad. Se revisa el papel que cumplen la micro y la pequeña empresa, y los múltiples programas de apoyo al sector, el rol de las exportaciones, su incidencia en las regiones del país, entre otros temas relevantes.
Termina planteando el documento un conjunto de políticas en el campo social, pero también en el campo económico (que en buena cuenta vienen a ser la “exigencias a lo económico desde lo social”). Finalmente, propone una Agenda social para el corto y mediano plazo.
Hay que señalar que este trabajo tiene varios elementos comunes con el que se está ejecutando para UNICEF, como parte de las preparaciones para el CADE 2005, en el que UNICEF presentará una propuesta para las políticas sociales.
2. ENFOQUE TEÓRICO
En este trabajo queremos utilizar un enfoque que permita ubicar los temas sociales en un contexto más amplio y que muestre, a la vez, sus relaciones con otros temas determinantes de la realidad. La pregunta que queremos empezar a responder es ¿por qué los temas y problemas sociales son sistemáticamente soslayados en el Perú y en otros países del mundo? Vemos todos los días, en los periódicos y televisores, que son los temas económicos los que acaparan los titulares, tienen secciones especiales y concentran la atención de los políticos y de la opinión pública. La respuesta a esta pregunta está más allá del propio ámbito social, tiene que ver con cómo las sociedades modernas se miran a sí mismas, cómo y dónde ubican sus problemas y retos.
Necesitamos una teoría y un enfoque que vincule los diferentes planos de la vida en sociedad, que integre todos los niveles y aspectos en un solo universo conceptual. Precisamente uno de los problemas de la modernidad occidental ha sido la parcelación del conocimiento en diversos sectores y aspectos, dividiendo y fraccionando la percepción de nuestra existencia y el mundo que la rodea. Con el tiempo hemos ido concentrando y especializando el conocimiento y la comprensión de nuestra realidad, creando compartimentos estancos que no se hablan entre sí, y que compiten por lograr la primacía. En este proceso, claramente ha ganado la economía y ha perdido lo social. Los Estados (y también el sector privado, que es por naturaleza especializado y parcial) se han organizado sobre ese marco conceptual de la modernidad, creando ministerios e instituciones que se encargan de aspectos relevantes de la sociedad; unos ven los temas del comercio, otros de la justicia, de la educación, de la pobreza, cada uno por separado y en forma generalmente aislada. Esta tendencia a la especialización y parcelación del conocimiento y de la acción gubernamental (y privada) no ha hecho sino profundizarse. La pretensión de la racionalidad moderna y occidental era de que con esta especialización se llegaría a la plena comprensión de los fenómenos y que era la mejor vía para actuar sobre ellos; pero lo único que se ha conseguido son visiones parciales de la realidad, ineficacia en la capacidad para resolver problemas complejos, y una sensación generalizada de frustración frente a fenómenos como la pobreza y la contaminación ambiental.
Hace tiempo que se reclama un enfoque totalizador, integrador de todas estas partes y parcelas de la realidad. Uno de ellos es el enfoque de la sostenibilidad (o sustentabilidad ), que precisamente reúne los aspectos relevantes de la realidad en una sola visión de conjunto, concentrando en un solo marco teórico los aspectos económicos, con los sociales, los político-institucionales, y finalmente los ambientales. Una de las condiciones básicas para lograr la sostenibilidad es vincular esos cuatro niveles (o fragmentos de la realidad) de forma simultánea. Parafraseando a la economía, se trata de un modelo general de equilibrio simultáneo, si falla una de las partes, o incluso una variable, falla todo el modelo.
Cada nivel tiene cierta autonomía conceptual y de funcionamiento, como por ejemplo la economía, que incluye al mercado y sus reglas de funcionamiento, a la producción de los diversos sectores, a las empresas y sus estrategias, a las variables y los resultados macroeconómicos, entre muchos otros aspectos, todos los cuales tienen evidentes relaciones entre sí. También tiene su propia racionalidad y objetivos como el equilibrio macroeconómico, la competitividad, el aumento de la productividad, los ingresos de la población. La dimensión social incluye, en cambio, servicios básicos como la educación, la salud, la justicia, los programas sociales, el capital social, la distribución del ingreso; también incluye los aspectos culturales , como el patrimonio arqueológico, el arte, la danza, las lenguas, la culinaria, entre otros. Por supuesto lo social tiene también sus propios objetivos: la equidad, la eliminación de la pobreza, el mejoramiento de la
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