PROLONGACIÓN Y ABANDONO DE LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS EN LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL, PERIODO 2016 Y 2017 Y SUS CONSECUENCIAS SOCIECONÓMICAS
Enviado por MalenaM • 15 de Julio de 2017 • Documentos de Investigación • 2.973 Palabras (12 Páginas) • 298 Visitas
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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
TITULO
PROLONGACIÓN Y ABANDONO DE LOS ESTUDIOS UNIVERSITARIOS EN LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL, PERIODO 2016 Y 2017 Y SUS CONSECUENCIAS SOCIECONÓMICAS
ASIGNATURA:
METODOLOGÍA II
DOCENTE:
ECO. MERY BARZOLA
CURSO:
SEGUNDO SEMESTRE PARALELO 9 (NOCTURNO)
INTEGRANTES:
- MERCY MUÑOZ
- GABRIELA OJEDIS
- LUIS BRIONES
GUAYAQUIL – ECUADOR
2017
MARCO REFERENCIAL
- MARCO TEÓRICO
La deserción universitaria y el retraso en los estudios son dos problemas de gran alcance internacional, es por ello que se han realizado varios estudios acerca de este tema con el objetivo de proporcionar soluciones a este fenómeno económico social que afecta en gran medida más que todo a la juventud de un país.
Vincent Tinto (1975), en su obra de estatus paradigmático Dropout from Higher Education: A Theoretical Synthesis of Reacent Research reconoce la importancia que las características de entrada o preuniversitarias, con las que los estudiantes llegan a las instituciones de educación superior, tienen en la decisión de abandonar la educación terciaria. Estas características incluyen tanto variables socioeconómicas como académicas. La obra de Tinto junto con la de Alexander Astin, Preventing Students from Droping Out, también publicada en 1975 y su Teoría de Involucramiento (Astin, 1977) marcan un antes y un después en el estudio de la deserción estudiantil. Estas publicaciones son citadas en la mayoría de estudios sobre esta problemática.
La decisión de abandonar la universidad tiene un efecto económico negativo para los estudiantes, sus familias y la economía de los países (Pascarella y Terenzini, 2005), limitando sus posibilidades de desarrollo. En el año 2010 el
United State Bureau of Labor Statistics informó que en términos de desempleo, la brecha entre los individuos que no se graduaron de secundaria y aquellos que obtuvieron un título doctoral es alrededor de 12 puntos porcentuales (14,6% a 2,4%); de igual manera, la diferencia en nivel de desempleo entre las personas que se graduaron de colegio secundario y los individuos que alcanzan un título terciario va de 9,7% a 5,2%, respectivamente (Habley, Bloom y Robbins, S., 2012).
Desde la perspectiva de las universidades los efectos negativos que causa la deserción estudiantil son también preocupantes. Tanto universidades públicas como privadas ven afectadas sus economías, ya que dependen en un alto grado de los ingresos provenientes de los estudiantes y sus familias, en especial las universidades privadas que no reciben fondos públicos (Barr, N. A., 1993; PG Altbach, 1999; Wilkinson, R.B., Taylor, J.S., Peterson). Por otro lado, el efecto de la deserción en los indicadores de calidad, eficacia y eficiencia de dichas instituciones es también negativo (Machado-Taylor, 2007). Ackerman y
Schibrowsky (2007-2008) sugieren que las universidades privadas, con programas de cuatro años de duración (licenciaturas), pierden en promedio 50 mil dólares estadounidenses por cada estudiante que se retira. Además, se ha identificado que es menos costoso retener a los estudiantes que ya están enrolados que reclutar nuevos estudiantes (Hossler, Bean, y Associates, 1990).
La literatura académica ha identificado al primer año como crítico en la vida universitaria; un tercio de los estudiantes universitarios abandonan las instituciones de educación superior en este año (Feldman, 2005); la mayoría
(62%) de estudiantes que desertan de la carrera universitaria lo hacen durante este período (Reason, 2003); es por ello, probablemente, que el interés de académicos investigadores en esta temática se haya concentrado en él.
Cuando los estudiantes inician la carrera universitaria dependen básicamente de su capacidad para asimilar la transición del colegio secundario a la vida universitaria. Su inicio implica dejar una vida conocida, plena de seguridad, junto a compañeros de colegio, amigos y familiares por una muy distinta que conlleva más responsabilidades y la necesidad de conseguir un nuevo círculo de relaciones (González, 2005; Evans, Forney, Guido, Patton, Renn, 2010).
En el primer año de estudios cobran especial relevancia los distintos factores con que los estudiantes llegan a la universidad (Tinto, 1975). En el año 2000 el académico John Braxton realizó un trabajo que partió de la revisión de la producción científica sobre retención estudiantil universitaria y corroboró la hipótesis descrita por Tinto tantos años atrás: las características preuniversitarias influyen directamente en la decisión de abandonar la universidad (Braxton, 2000).
Los factores descritos arriba son identificados por una buena parte de la literatura académica como influyentes o predictores de la deserción universitaria (Reason, 2003). Se debe mencionar que también existen factores universitarios que influyen en la decisión de los estudiantes de abandonar la universidad. Algunos de estos factores son: rendimiento académico, relación entre estudiantes y con sus docentes, el nivel de involucramiento con la vida universitaria, entre otros (Astin, 1975).
Si bien en el Ecuador hay muy pocos estudios que analicen la situación de la deserción universitaria en el primer semestre de estudios existen algunas publicaciones sobre deserción estudiantil que dan cuenta de tasas entre un 12 y 30% en estudiantes de los primeros tres semestres de estudios (Gómez, Garzón, y Guerra, 2012; Hinojosa y Zambrano, 2012; Montenegro y Taco, 2012; Viteri y Uquillas, 2011).
A pesar de los esfuerzos realizados por investigadores académicos e instituciones de educación superior durante el último siglo, el objetivo de incrementar el porcentaje de graduación en las universidades no ha sido de ninguna manera una meta fácil de cumplir. De hecho, este reto sigue siendo escurridizo para la universidad (Habley, Bloom y Robbins, 2012), incluso en países de gran desarrollo en educación superior como Estados Unidos, donde el estudio de la problemática de deserción o retención (término con el que se reconoce a esta temática en la literatura académica estudiantil universitaria), ha sido muy extenso..
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