Paleopatologia y paleomedicina
Enviado por santeliz94 • 15 de Febrero de 2014 • Tutorial • 2.334 Palabras (10 Páginas) • 459 Visitas
INTRODUCCION
El acaecer histórico tiene la peculiaridad de poseer una doble representación en el tiempo, por un lado, está ligado al pasado y, por otro, es parte, aunque oculta, del presente. La importancia del estudio de la historia se debe a esta relación con el presente. Se ha dicho que el conocimiento de la historia ilumina el presente. La forma intuitivamente más sencilla que adopta este vínculo con lo actual se da en cada cosa que experimenta una transformación a lo largo del tiempo. Así, cada una de estas cosas tiene su historia, cuyo estudio permite conocer mejor ese objeto. El organismo humano es un buen ejemplo de estas cosas que tienen su historia, y no hay duda de que el estudio de la embriología, de la historia del desarrollo como dicen los alemanes, permite comprender mejor la conformación del cuerpo humano. Pero el vínculo con el presente se da también entre una cosa pretérita y otra actual, cada una distinta, así por ejemplo, entre una generación de hombres y otra que siga. De algún modo la primera vive en la segunda. Una forma a través de la cual muchas generaciones viven en otra, es el idioma que habla esta última. Ortega y Gasset explica esto de las generaciones en su castellano monumental como sigue:
En este sentido cada generación humana lleva en sí todas las anteriores y es como un escorzo de la historia universal. Y en el mismo sentido es preciso reconocer que el pasado es presente, somos su resumen, que nuestro presente está hecho con la materia de ese pasado, el cual pasado, por tanto, es actual -es la entraña, el entresijo de lo actual. Es, pues, en principio indiferente que una generación nueva aplauda o silbe a la anterior -haga lo uno o haga lo otro, la lleva dentro de sí. Si no fuera tan barroca la imagen deberíamos representarnos las generaciones no horizontalmente, sino en vertical, unas sobre otras, como los acróbatas del circo cuando hacen la torre humana. Unos sobre los hombros de los otros, el que está en lo alto goza la impresión de dominar a los demás, pero debía advertir, al mismo tiempo, que es su prisionero. Esto nos llevaría a percatarnos de que el pasado no se ha ido sin más ni más, de que no estamos en el aire sino sobre sus hombros, de que estamos en el pasado, en un pasado determinadísimo que ha sido la trayectoria humana hasta hoy, la cual podía haber sido muy distinta de la que ha sido, pero que una vez sida es irremediable, está ahí -es nuestro presente en el que, queramos o no, braceamos náufragos. (de En torno a Galileo, IV)
Como se ve, las generaciones vinculadas históricamente guardan entre sí una relación parecida a la de inclusión: una vive, está inserta en otra. Esto no lo refleja el modelo de la columna de hombres, más bien habría que pensar en una cadena de anillos telescópica ya recogida con los anillos encajados uno en otro. Un ejemplo en el campo biológico es la ley de Haeckel de que la ontogenia recapitula la filogenia, la historia del filum, como dicen los alemanes.
En la tarea del historiador, aunque éste se atenga al principio de Ranke de tratar de reconstruir la vida del pasado tal como sucedió, es decir, aunque en esa tarea el historiador no haga filosofía de la historia, hay que distinguir de la descripción de los hechos históricos, de la crónica como dicen los historiadores, su significado, que es un elemento abstracto que no está patente. La delimitación de los hechos mismos tiene sus propios problemas, desde luego la crónica suele ser fragmentaria y, en general, tanto más fragmentaria cuanto más lejana la época. El significado de los hechos está en relación con su contexto histórico, con su circunstancia como dice Ortega. Un mismo hecho puesto en épocas distintas tiene significados diferentes. Así por ejemplo, la esclavitud formaba parte de la organización social natural de las culturas de la antigüedad. Pero para la Edad Moderna significa una degradación de la dignidad del hombre.
Hay por, lo tanto, en la historia siempre un aspecto interpretativo, que en uno de los caminos de su elaboración lleva a la filosofía de la historia y a la teología. En una visión global de la historia dice San Agustín:La historia de toda la humanidad, desde el comienzo al fin del mundo, es como la historia de un solo hombre. Para otros, en cambio, como para Nietzsche, la historia ha de mover a la acción y, por lo tanto, se proyecta al futuro. Así dice el filósofo alemán: La palabra del pasado es siempre de oráculo. No la comprenderán sino los constructores del porvenir y los intérpretes del presente.
Efectivamente, también en Grecia antigua había que saber interpretar al oráculo. El santuario de Delfos, donde se veneraba a Apolo, era famoso precisamente por el oráculo, esto es, por la palabra que el dios inspiraba a una sacerdotisa. La Pitonisa, antes de transmitir las palabras, entraba en éxtasis junto a emanaciones gaseosas salidas de la roca. Respondía las preguntas de los visitantes con palabras inconexas, que eran interpretadas y puestas en verso por los sacerdotes del templo. Pero aun estas respuestas solían tener interpretaciones diversas. Famosa es la respuesta dada a Creso, rey de Lidia, que preguntó por el resultado que tendría su lucha contra Ciro. La respuesta fue: "Si Creso cruza el Halys destruirá un gran reino". Y Creso cruzó el río y destruyó un gran reino: el propio porque fue derrotado.
En fin, el valor de la historia Jaspers lo expresa así: la altura de la humanidad se mide por la profundidad de su memoria.
PALEOPATOLOGIA Y PALEOMEDICINA
Por paleopatología se entiende principalmente el estudio de los rastros de enfermedad dejados en fósiles y momias. Incluye también el estudio de los signos relacionados con la enfermedad en objetos arqueológicos. Por paleomedicina se entienden las huellas de una acción médica dejadas en fósiles, momias y objetos arqueológicos.
Aunque los conocimientos aportados por la paleopatología son muy fragmentarios, permiten, hasta el momento, deducir dos cosas importantes: por lado, la enfermedad existe en la tierra desde antes de la aparición del hombre, y ,probablemente, desde la aparición de la vida en la tierra. Por otro lado, que la formas principales de enfermedad han sido en lo esencial las mismas a lo largo de millones de años. Pero entiéndase bien, esta última conclusión se refiere a las formas de enfermedad, no a cada enfermedad en particular. En otras palabras, parece probable que no siempre han existido las mismas enfermedades. Un argumento es el siguiente. Se han encontrado bacterias petrificadas en formaciones geológicas de 500 millones de años atrás, similares a las cocáceas actuales; por otra parte, se cree que los virus son de aparición posterior a la de las bacterias. Por lo tanto hubo un período en que no podía haber enfermedades virales, pero
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