¿Por Qué Los Anfibios Actualmente Tienen Una Alta Tasa De Extinción?
Enviado por P4NCHO • 30 de Abril de 2014 • 2.879 Palabras (12 Páginas) • 365 Visitas
¿Por qué los anfibios actualmente tienen una alta tasa de extinción?
El sapo dorado (Bufo periglenes) fue uno de los primeros indicadores del declive anfibio. Considerado abundante, fue visto por última vez en 1989. Se reprodujo por última vez en números normales en 1987. En 1988, solamente 8 machos y 2 hembras fueron encontrados. En1989, encontraron un solo espécimen macho, siendo este el último registro de la especie.
Desde el año 1980 se está registrando un dramático declive en las poblaciones de anfibios de todo el mundo, caracterizado por colapsos en las poblaciones y extinciones masivas localizadas. En el año 1993 las poblaciones de más de 500 especies de ranas y salamandras de los cinco continentes presentaban un declive en su población. El declive anfibio está afectando a miles de especies en todo tipo de ecosistemas, por lo cual se lo ha catalogado como una de las amenazas más críticas a la biodiversidad global.
Los declives y extinciones masivas en las poblaciones de anfibios son un problema global con causas locales complejas. Entre las causas podemos encontrar: incrementos en los índices de radiación ultravioleta (consecuencia de la debilitación de la capa de ozono), nuevos depredadores en los ecosistemas actuales (especies introducidas), fragmentación y destrucción de hábitat, toxicidad y acidez ambiental, enfermedades emergentes, cambios climáticos, e interacciones entre estos factores.
Inicialmente, los reportes sobre el dramático declive anfibio no fueron tomados en cuenta por toda la comunidad científica, algunos científicos argumentaban que las poblaciones de animales, como la de los anfibios, varían con el tiempo. Hoy se ha consensuado que han ocurrido alarmantes declives en las poblaciones de anfibios de todo el globo, y se espera que los declives continúen aumentado.
Antecedentes
Los anfibios conforman un grupo de organismos vertebrados con alrededor de 6000 especies conocidas, que incluye ranas, sapos, salamandras o tritones y ápodos (cecilias), que existe desde hace aproximadamente 300 millones de años, y sólo entre los años 1970 y 2000 se cree que alrededor de 168 especies se han extinguido, y por lo menos 2469 especies (el 43 %) presentan un declive en su población, indicando que probablemente el número de especies amenazadas continúe incrementándose.
Una convención internacional de biólogos celebrada en el año 2004 indicó que el 32 % de las poblaciones anfibias de todo el mundo están en riesgo de extinción (representando 1856 especies), y más de 120 especies ya se han extinguido desde el año 1980.
Los declives han sido particularmente intensos en el oeste de los Estados Unidos, América Central, América del Sur, y el este de Australia (sin embargo, casos de extinciones masivas de anfibios han aparecido por todo el mundo). Mientras que las actividades humanas están causando una gran pérdida en la biodiversidad a nivel global, al parecer los anfibios están sufriendo un efecto mucho mayor que el registrado en otras especies de organismos.
Dado que los anfibios tienen generalmente un ciclo de vida de dos fases, acuático (larvario) y terrestre (adulto), son sensibles a ambos efectos ambientales, terrestres y acuáticos. Debido a que su piel es altamente permeable, pueden ser más susceptibles a las toxinas en el medio ambiente que otros organismos como las aves o los mamíferos. Muchos científicos creen que los anfibios sirven como canarios en una mina de carbón y que el declive en las poblaciones anfibias y sus especies es un claro indicativo de que otros grupos de animales y plantas pronto estarán bajo riesgo.
Los declives en la población de anfibios fueron ampliamente reconocidos por primera vez a finales de 1980, cuando una asamblea de herpetólogos reportó haber detectado descensos en las poblaciones a lo largo del globo. Entre estos declives, se encuentra el sapo dorado de Monteverde, Costa Rica, una especie que se consideraba común. El sapo dorado, Bufo periglenes, era tema de investigación científica, hasta que de repente, su población se redujo significativamente en 1987 y desapareció completamente en 1989. Otras especies en Monteverde, incluyendo la rana arlequín de Monteverde, Atelopus varius, también desapareció al mismo tiempo. Debido a que estas especies estaban localizadas en una reserva natural, y esta extinción no podía estar relacionada con las actividades humanas de la zona, generó una particular preocupación entre los científicos.
¿Fluctuaciones naturales o declive problemático?
La salamandra de dedos largos de Santa Cruz, (A. macrodactylum); se encuentra amenazada, de acuerdo con la IUCN; se sospecha que una de las causas de su declive es el aumento de radiación UV-B.
A finales de 1980, cuando el declive de las poblaciones anfibias fue presentado como un tema concerniente a la conservación de especies, algunos científicos se mostraron incrédulos ante la realidad y gravedad que presenta la problemática de conservación de estas especies. Algunos biólogos argumentaron que las poblaciones de la mayoría de los organismos, anfibios incluidos, varían naturalmente. Ellos argumentaban que la falta de información a largo plazo sobre las poblaciones de anfibios hacían difícil determinar si los declives reportados por los biólogos eran dignos de los recursos y esfuerzos del programa de conservación.
Sin embargo, desde este escepticismo inicial, los biólogos han llegado a consensuar que los declives en la población anfibia son una real y severa amenaza para la biodiversidad. Este consenso surgió con el incremento del número de estudios que monitorizaban las poblaciones de anfibios y la observación directa de la mortalidad masiva en lugares que carecían de causas aparentes, y el conocimiento de que los declives en la población de anfibios son verdaderos a nivel global.
Potenciales causas del declive
Existen muchas hipótesis sobre el reciente declive anfibio, por lo general separadas en dos grupos principales basados en la investigación de Collins y Storfer: El primer grupo incluye factores generales de la crisis de biodiversidad: Destrucción, modificación y fragmentación del hábitat, especies introducidas y sobre explotación. Para estas amenazas, tenemos una mejor comprensión de las declinaciones de anfibios subyacentes de los mecanismos ecológicos. Sin embargo, las poblaciones de anfibios han sufrido declives en ambientes naturales remotos sin perturbaciones aparentes. El segundo grupo de factores, más complejos y elusivos, que potencialmente estén vinculados con el declive, son: cambio climático, incremento en la radiación UV-B, contaminantes químicos, enfermedades infecciosas emergentes, y deformidades o malformaciones.
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