¿Por que y para que enseñar cincias ?
Enviado por Rubyi • 1 de Octubre de 2015 • Ensayo • 2.095 Palabras (9 Páginas) • 143 Visitas
Introducción
En este ensayo abordaremos los retos que tenemos como docentes para realizar una buena enseñanza de las ciencias, de aprenderlas, de cómo saber hacerlas, así como también la importancia que tiene el resolver problemas en clase y los que se van generando durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Todo esto en base a la educación primaria, que como licenciatura en este nivel de educación nos compete, para obtener mayor información de cómo dar a conocer ésta asignatura sin problema alguno dentro del aula.
Es de primordial importancia enseñar ciencias a los alumnos, ya que los estamos involucrando con el medio que les rodea y que ellos mismos se den cuenta de cómo está en constante cambio y los fenómenos que se producen dentro de él, esta enseñanza se propicia desde una plática, un trabajo o experimento pero siempre con la finalidad de hacer una enseñanza de calidad y que el aprendizaje que el alumno adquiera sea significativo y aplicable en su vida diaria.
El aprendizaje se da a través de la misma experiencia, y a través de la observación y manipulación se pretende que los alumnos redescubran verdades ya encontradas. A través del diálogo y la discusión se intenta involucrar lo que es la duda, casi lo más importante era elprocedimiento. Actualmente entre el docente solo es el mediador y guía de la clase, mientras que los alumnos son los que experimentan, investigan y realizan los trabajo siendo así analíticos.
¿Por qué y para qué enseñar ciencias?
Aprender cómo enseñar a los niños ciencias es una tarea difícil pero satisfactoria si se sabe cómo hacerlo. Debemos de partir desde la perspectiva de enseñar a los niños a diferenciar entre la ciencia y la pseudociencia, podemos llevar a cabo esta diferencia de forma muy dinámica y practica sin dejar al lado el objetivo principal.
Si bien algo que tenemos que poner en práctica es el concepto que tiene la ciencia como tal, ya que sabemos que la ciencia se basa en hechos verídicamente comprobables, que mediante el proceso de ensayo y error llegan a una conclusión científica, se considera así que la ciencia es una observación objetiva. Por otra parte se encuentra el significado que tiene la pseudociencia, pues sabemos que esta ciencia por el contrario de la ciencia objetiva, en creencias que mediante hechos se buscan explicar, pero que no tienen una observación o explicación objetiva para su comprobación.
Debemos tomar esto en cuenta para poder hacer de nuestro trabajo, en la enseñanza de la ciencias algo verdaderamente significativo, ya que, podemos recordar como nosotros aprendimos ciencias, pero sin duda alguna podemos enseñar o mejor dicho guiar él aprendizaje a través de diversas formas que nos ayudaran a construir un aprendizaje significativo entre los niños y esto a su vez les hará apropiarse de un pensamiento crítico.
Ahora bien, ¿Por qué y para que enseñar ciencias?, es importante considerar que es necesaria su enseñanza ya que son importantes para el desarrollo de su aprendizaje y que tienen derecho aprender y se parte de ella.
Los niños forman parte de nuestra sociedad y por lo tanto tienen el mismo derecho de aprender y ser parte de la cultura que los rodea, para que les sirva como instrumento útil y les ayude aprender estrategias que les permita construir sus conocimientos iníciales.
Educar en ciencias para la vida y la ciudadanía.
Hoy en día vivimos rodeados de las nuevas tecnologías: teléfonos móviles de última generación, ordenadores, edificios inteligentes, biotecnología, entre otras cosas, por ello debemos considerar que el saber ciencias se refiere al modo de interpretar la realidad y para ello es importante desarrollar competencias para la vida.
La educación “científica” debe formar parte de la educación general de la ciudadanía, ya que va siempre ligada a las opiniones que caracterizan la realidad social, económica y política del momento.
En la actualidad, las formas de concebir el mundo, de entender las relaciones entre los seres humanos y de articular la relación entre la especie humana y la naturaleza son muy particulares y distintas a las de otras épocas históricas.
A finales del siglo XIX el progreso científico-tecnológico se erigió en la salvación de la humanidad, la visión positivista lógica, que mostraba la ciencia como un modelo de racionalidad pura, rigurosa e imparcial, abrió nuevas perspectivas de futuro que prometían combatir enfermedades, erradicar la pobreza, generalizar el bienestar, etc. Y es cuando a lo largo del siglo XX la ciencia y la tecnología fueron claves para el desarrollo de campos tan diversos como los medios de transporte, los medios de comunicación, la medicina, la manipulación genética, la energía nuclear, la conquista del espacio, la carrera de armamentos, etc.
Con la situación actual, el mundo reclama la construcción colectiva de nuevas formas de sentir, pensar y actuar que posibiliten a toda la ciudadanía del planeta alcanzar una vida digna en un entorno sostenible y es por ello que debemos buscar nuevas formas de abordar las relaciones entre las personas y de éstas con la naturaleza.
Es todo un reto para el pensamiento humano y, consecuentemente, un reto sobre cómo afrontar la educación en general y en concreto la educación científica.
Las nuevas generaciones tienen derecho a conocer la ciencia para descubrir el placer de ver el mundo desde su perspectiva y las posibilidades de intervención sobre la misma.
La educación en ciencias del siglo XXI debe potenciar la formulación de preguntas sobre los fenómenos naturales y la búsqueda de respuestas mediante un juego de pensamiento y acción así como también se debe aportar a las nuevas generaciones elementos para construir nuevas formas de sentir, pensar y actuar, distintas a las dominantes, posibilitando con ello la construcción de un mundo más justo y más sostenible.
A lo largo del siglo XX la conciencia ambiental aumentó progresivamente en todos los ámbitos y desde los movimientos sociales se pasó de tener un enfoque conservacionista a un enfoque ambientalista, desarrollándose en la última década del siglo XX una nueva visión ecologista; desde ella, naturaleza y sociedad constituyen dos subsistemas íntimamente relacionados e indisociables que obligan a la humanidad a replantear seriamente las formas actuales de medir la riqueza y el crecimiento económico, el concepto de calidad de vida, la tipología de tecnologías utilizadas y la redistribución de la riqueza mundial. Y es cuando en los inicios del siglo XXI, la ciudadanía da pie está inmersa
...