QUE ESTROPICIO EN NUESTRA REGIÓN

QUE ESTROPICIO EN NUESTRA REGIÓN

Temblor de magnitud 5.4 grados sacude a Valledupar, sentada en mi mecedora como cualquier otro día en el que solo la novedad se da por las fuertes temperaturas que azotaban a mi querida ciudad. “Se está acabando el mundo” fue lo primero que se me vino a la mente cuando de repente un estropicio difumina la tranquilidad de ese momento, solo podía distinguir una sola cosa, la salida de mi casa y el grito las personas que desesperadas, con cara de susto y pánico corrían hacia la calle alejándose de las edificaciones. Es increíble como la fuerza de la naturaleza nos hace ver tan diminutos e indignante ante tales acontecimientos. Fueron tres segundos que parecieron una eternidad pero que al final simplemente fue un susto. En la noticias se reportó que pudo sentirse en todo el departamento del Cesar y parte de la Guajira, el epicentro fue a 15 km del suroeste del casco urbano del municipio de Manaure (Cesar), según informó el servicio geológico colombiano a través de su página web. Aunque no hubo personas lesionadas en las principales zonas si se reportaron daños en estructuras físicas como: el desplome de techos de casas y locales, como también daños en las estructuras de la universidad popular del Cesar.

Al igual que yo, miles de habitantes de esta ciudad expresaron la angustia que sintieron durante el tiempo que duro el sismo. Muchas personas como mi querida madre dicen y aseguran que han sentido temblores varias veces pero nunca como el de ese viernes ha sido el más fuerte que ha vivido.

Luego del fuerte sismo de esa noche de viernes, durante la semana se presentaron réplicas de menor magnitud, pero que intranquilizaban al sentirlas y nos hacía cuestionar el porqué de estos acontecimientos naturales, sobre todo al recordar los sismos que anteriormente han causado desastres a nivel mundial y que aún no se recupera la humanidad como los ocurridos en: Chile, India, Japón y Haití. Nuestras plegarias se concentraron en alejar estas tragedias de nuestra hermosa tierra en donde la gente tiembla pero de la alegría, tanta alegría que producen tsunamis pero tsunamis Vallenatos y terremotos de lanzamientos discográficos.

Claudia Marcela Caballero Olivella

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