Qué es y qué no es la evolución

Qué es y qué no es la evolución –Páginas 125 a 134

A partir de la página 125 se presenta a Osvaldo Reig, quien fue un gran biólogo evolutivo argentino que se presentó en el museo de Mar del Plata pidiendo permiso para hacer una investigación sobre un fósil sobre el que luego escribió un artículo científico. Aunque después no pudo terminar la licenciatura en paleontología, ya que, el golpe de Estado de Onganía de 1966, lo inició como “científico y itinerante” en Universidades de Venezuela y Chile.

Osvaldo Reig se había iniciado como paleontólogo de vertebrados pero se dio cuenta de que necesitaba estudiar también las especies actuales. Integró la paleontología con la biogeografía, la genética, la evolución molecular para entender cabalmente el pasado y el futuro de un linaje fósil. Pensaba que la ciencia necesita también de la filosofía y las Ciencias Sociales para ser íntegramente lo que es: una parte de la cultura.

Darwin dice que Osvaldo Reig además introdujo la enseñanza actualizada de las teorías evolutivas, cuando creó la cátedra de Evolución en la Universidad de Buenos Aires.

El relato finaliza con un breve y misterioso dialogo entre Darwin y Huxley.

Burmeister

El capítulo inicia mostrando al grupo de científicos reunidos en torno a Darwin, allí se encuentran Aristóteles, Huxley, el doctor Mayr, Gould, Leakey y Oparin, Holmberg y Ameghino. Todos ellos formaron un círculo alrededor del viejo.

Darwin agradece a todos el apoyo y el compromiso con la evolución y dice que deben darle fin a una batalla iniciada hace mucho tiempo, prosiguió diciendo que su objetivo es ganar un aliado o al menos perder un enemigo, de no lograrlo se verían obligados a aplicar otro tipo de rigor de sus principios. Hubo un murmullo de aprobación. De pronto, el viejo maestro dio la espalda al grupo y dijo: Burmeister, Germán Burmeister haga el favor de presentarse. Darwin lo saluda en nombre de todos los evolucionistas. Una voz responde desde el retrato de un cuadro. Aristóteles es el primero en hablarle para que escuche sus razones. Poco a poco Burmeister fue abandonando el lienzo, hasta que se incorporó frente al grupo y se predispuso a escucharlos.

Huxley es el primero en increparlo y recalcó que si quería seguir estando en el museo de ciencias naturales debería dejar de lado el creacionismo a lo que Darwin agregó que: la evolución como teoría ha ido creciendo con el tiempo. Ningún científico serio se opone a ella. El creacionismo no está sustentado por datos científicos y le recuerda que esa era una institución científica si persiste con esa actitud harán caso omiso a su prestigio, sus títulos, sus logros y deberán exiliarlo de la comunidad científica. Burmeister quedo petrificado. Huxley le dijo que estudie la teoría de la evolución y se convencerá que preste atención a la biología actual es lo menos que puede hacer un director de un museo de ciencias naturales, ayude a divulgar la ciencia. Burmeister pareció reaccionar con el discurso de Huxley. Que así sea dijo Burmeister, el museo tendrá paz. Acuerdan que de ahora en adelante era el museo de todos.

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