RESUMEN DE LA OBRA LITERARIA "USHANAN JAMPI"
Enviado por pierre222 • 25 de Mayo de 2013 • 4.150 Palabras (17 Páginas) • 979 Visitas
RESUMEN DE LA OBRA LITERARIA "USHANAN JAMPI"
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de
En el serrano pueblo de Chupán, el tribunal de los yayas , implacable consejo de ancianos encargados de impartir justicia, condenaba por ladrón reincidente a Cunce Maille,indio puro de mirada desafiante, rebelde, autosuficiente ,que
- aunque explicó el motivo de su último robo
- no logró probar su inocencia.
El fallo no pudo ser peor: se le expulsaba de su pueblo para siempre, debía alejarse de su choza, de su madre, de sus tierras, de sus costumbres, es decir, se le condenaba casi a una muerte en vida. Si volvía se le aplicaría el último remedio, el ushanan hampi,es decir se le pondría a disposición de la justicia del pueblo.
La naturaleza rebelde de Cunce Maille sólo soportó un mes y furtivamente una madrugada regresó a ver a su madre pero fue visto por emisarios de los yayas y al salir fue perseguido a balazos, el ágil Cunce logró subir al campanario del pueblo, se defendió con su carabina y de certeros balazos mató a doce pobladores incluidos un yaya.
Preocupados, se reunieron los pobladores al mando de los yayas y decidieron proponerle a Cunce una tregua, que baje, se le reconocería su valor y se le dejaría ir con la condición de que no vuelva más, pero todo fue una mentira preparada, al bajar Cunce, el encargado de proponerle el trato abrió los brazos para engatusarlo con un abrazo, lo que logró emocionar a Cunce, el abrazo no fue tal sino que le intentó aprisionar a la vez que gritaba ¡ushanan hampi,ushanan hampi!
Furioso por el engaño Cunce Maille se enfrascó en una feroz lucha y de una atroz cuchillada le arrancó la lengua.
Mientras tanto los pobladores armados con armas de fuego, palos, piedras y cuchillos, aprovechando su descuido mientras luchaba lo atacaron en grupo, con palos, piedras, cuchillos y balazos, como pudo, gravemente herido corrió hasta su casa, cayó en brazos de su madre y allí, frente a ella le clavaron diez cuchilladas, luego hartos ya de punzar, empezaron a descuartizarlo, le sacaron el corazón, los ojos, la lengua, mientras los perros furiosos también le arrancaban la piel de grandes dentelladas.
Lo poco que quedaba del cuerpo salvajemente destrozado fue paseado por el pueblo como escarmiento y sus intestinos, varios meses después, ya secos, colgaban de la ventana de aquella abandonada casa.
RESUMEN DE LA OBRA LITERARIA "CALIXTO GARMENDIA"
Argumento de "Calixto Garmendia", libro de Ciro Alegria.
Don Calixto garmendia es una persona a la que todo el pueblo le tiene confianza.
Cuando algún problema los aqueja él se encarga de darle solución. Todos ven en él a la persona que representa sus demandas y por eso los poderosos del pueblo lo odiaban y lo tenían en la mira.
Un día ocuurrió una epidemia de tifo en el pueblo y el cementerio se iba llenando de muertos hasta que su capacidad se colmó.
Entonces el Alcalde decidió expropiar los terrenos aledaños queeran propiedad de Calixto. Se suponía que le tenían que pagar el justiprecio por sus terrenos, pero el tiempo pasaba y no le abonaban nada.
Empezó sus reclamos y pasaban los días, las semanas y los meses, ninguna solución se veía cerca. Calixto veía pasar alcaldes; a todos les reclamaba lo mismo y la respuesta siempre era la misma: que espere.
Sus reclamos llegó hasta el Poder Judicial, pero al igual que antes nadie le hacía caso. Finalmente, después de mucho tiempo su único consuelo fue, debido a su ocupación de carpintero, que cuando una autoridad moría él confeccionaba su ataúd más estrecho para que así “sufriera” de alguna manera.
También apedreaba los tejados de las autoridades. En las noches salía y lanzaba las piedras.
Los años pasaron, Calixto garmendia murió sin recibir nada y pensando que la justicia no se debe mendigar.
EL BAGRECICO
Un viejo bagre, contaba: - “Yo conozco el mar. Cuando joven viaje a él, y he vuelto”. Tanto oírlo, un bagrecico le dijo: “Yo también quiero conocer el mar”. – “Bien. Yo tenía tu edad cuando realice la gran proeza” –dijo el anciano. Vivían en un riachuelito de la selva alta del Perú. El bagrecico, antes de viajar, sintió pena por su madre.- “Es muy sagaz – dijo el anciano a la dolida madre-. Y los hijos no deben vivir siempre en la falda de la madre… Ve a tu casa, que el muchacho volverá”.
Y el bagrecico iba nadando con vigor, ora dejándose llevar, ora venciendo al río de las mil vueltas, con las aletas y barbitas extendidas, ora durmiendo bajo el amparo de las verdes cortinas de limo.
En una poza casi muerde un anzuelo. Iba a engullirlo, pero se acordó del consejo del abuelo:
“Fíjate bien lo que vas a comer”. Había crecido, su pecho era recio, sus barbas más largas, su color, blanco con reflejos metálicos. A la altura de un pueblo cayó en la red de un pescador, entre sábalos, boquichicos, corvinas, palometas y lisas; pero el hijo del pescador, lo cogió de las barbas y le arrojó desde su canoa, restándole importancia. El nuevo río, un coloso se unía con otro igual formando el Amazonas, el río más grande de la tierra.
Durante una tarde lluviosa, lo persiguió un pez más grande que un hombre para devorarlo.
El pobre bagrecico corría q toda velocidad.
De pronto tropezó con un hueco en la orilla y se ocultó tras él, de donde miraba a su terrible enemigo que iba y venía y que, felizmente, desapareció.
El río era allí muy ancho e ingresaba retumbando en el mar:
“¡El mar!- se dijo emocionado- ¡El mar!”
Lo vio esa noche como un transparente abismo verde. El retorno a su hogar fue difícil… estaba tan lejos. Ahora tenía que surcar los ríos, lo cual exigía mayor esfuerzo.
Un hombre en una orilla encendía la mecha de un cartucho de dinamita. ¡No había escapatoria! Pero ocurrió algo inesperado.
El pescador, creyendo que el cartucho iba a estallar en su mano, lo soltó desesperadamente y se internó en el bosque. Su alegría se dilato cuando, al fin, entró en su riachuelo natal.
El bagrecico, loco de contento, nadaba en zigzag, de espaldas de costado, se hundía hasta el fondo, sacaba sus barbas de las aguas, moviéndolas en el, aire…
Pero ya no encontró a su madre ni a su abuelo. Nadie lo conocía. Todo era nuevo. Y se dio cuenta de que ya era anciano.
A partir de entonces, con su voz ronca solía decir, orgullosamente: “Yo conozco el mar. He viajado a él, y he vuelto”
Los peces niños y jóvenes le miraban y escuchaban con
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