Recensión Política Criminal España

Reflexión Crítica sobre la Política criminal con bases empíricas en España,

de Josep Mª Tamarit Sumalla, Catedrático de Derecho penal de la Universidad de Lleida.

Alumno: Jose Santos Álvarez.

En el comienzo de este artículo Tamarit nos muestra la dejadez de la actual política criminal española, estando muy poco valorados lo métodos de investigación y ciencias a las que habría que recurrir para obtener un resultado fiable.

Se trata de una política criminal que carece de investigación empírica. Desde mi punto de vista la política criminal sí tendría que depender de la base empírica para llegar a un conocimiento acorde con la realidad.

En el artículo se pone en evidencia los grandes errores por parte de legisladores a la hora de elaborar el Código penal de 1995: falta de evaluación de posibles equivocaciones; decisiones de tipo político-criminales desoyendo así a profesionales en la materia e ignorando parte del conocimiento científico; no se emplea el “Análisis de Impacto legislativo” por el cual se evalúa costes y consecuencias de las leyes… En definitiva, un claro pasotismo que lleva a una inestabilidad normativa, recurriendo en períodos cortos de tiempo a continuas reformas. Quizás no vendría mal que tomasen ejemplo de los países anglosajones y del norte de Europa, donde existe una mayor seriedad científica. Problemas que aún siguen existiendo hoy en día por culpa de la mala obra de legisladores son temas hablados a diario: la violencia doméstica y de género, reformada unas cinco veces su obra legislativa; la prostitución, todavía un poco en el aire el hecho de abolirla o regularla… No cabe duda de que el Estado tiene que darle un gran impulso a la investigación criminal en España, y apoyarse en el empirismo para llegar a resultados fiables, y así poder establecer leyes y reglamentos acertados a la situación de nuestro país. A pesar de todo el menosprecio hacia la criminología, existen algunos indicios de que puede seguir creciendo como método de investigación criminal, como por ejemplo la creación del SEIC (Sociedad española de investigación criminológica), que cuenta con revista electrónica y con la organización de un Congreso anual; sin duda, en mi opinión, este ha sido un gran paso. Otro gran rasgo de la gran desorganización existente en España es la falta de datos de victimización, solamente encuestados en Barcelona hace 12 años y en Andalucía en la actualidad. A pesar de que, como dice Tamarit, España aparezca en la encuesta europea sobre criminalidad y seguridad de 2005, supone un avance sí, pero prácticamente nulo si el trabajo en cuestión no se sigue realizando. Por suerte, Asociaciones como la FACE (Federación de Asociaciones de criminólogos en España), ayudan a que esta especialidad de la investigación criminal pueda hacerse un camino más llano de cara a un futuro, informando de Congresos y mostrando a gente interesada el material y la materia con la que se trabaja.

En el apartado del los centros penitenciarios se saca una idea muy clara, el Código penal de nuestro país se ha puesto muy estricto con los delitos patrimoniales, ya que la mayoría de los presos están

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