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Rehidratación y efecto antioxidante como acelerador de la recuperación física, después del ejercicio moderado - intenso


Enviado por   •  21 de Agosto de 2014  •  7.967 Palabras (32 Páginas)  •  191 Visitas

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“Rehidratación y efecto antioxidante como acelerador de la recuperación física, después del ejercicio moderado - intenso.”

Antecedentes

Años 80, tiempo donde el interés en la aptitud física y el deporte a aumentado y la nutrición siendo esencial de cualquier programa de acondicionamiento físico se acepta que un estilo de alimentación equilibrada sea parte integral de esta situación. El objetivo alimentario principal para los individuos activos radica en tener un estado nutricional adecuado, para optimizar la salud, la condición o rendimiento en los deportes. Lamentablemente existe información errónea, respecto a lo representativo a una dieta apropiada. Responsables de la condición y salud física de las personas activas experimentan cualquier régimen alimentario o suplemento nutricional, esperando un nivel más alto de bienestar.

Los atletas de participación breve (carreras cortas, deportes, que implican detenerse y correr), desarrollan deshidratación al igual que los ultramaratonistas debido al estrés térmico al que se exponen tanto ambiental como interno. Los niños difieren de los adultos por cuanto que para cualquier nivel de deshidratación, las temperaturas centrales de los niños aumentan mas rápido que las de los adultos, imponiéndoles un mayor riesgo de estrés térmico. El estrés térmico se refiriere al desequilibrio en el mantenimiento de calor corporal, es decir que la temperatura celular aumenta llegando a una deshidratación consecuente. La deshidratación se aplica a la perdida excesiva de agua y sales de los tejidos corporales de un organismo, acompañada de un desequilibrio hidroelectrolitico, se caracteriza por una sed intensa, hundimiento de los ojos, hipotensión arterial y sequedad de la piel, se produce por diarreas y vómitos copiosos o por la falta de aportación de líquidos en estado activo. 2, 3 Anteriormente se pensaba que el agua remplazaría a basto una hora de actividad física. Sin embargo los atletas que solo consumen agua para restituir líquidos aun para el ejercicio a corto plazo, corren el riesgo de diluir sangre y aumentar el gasto urinario, lo cual apaga el impulso para beber líquidos y puede caer en deshidratación.

Las personas que participan en actividad física prolongada (más de una hora), deberán suministrar al cerebro y músculo su aporte continuo de hidratos de carbono para energía. Ya que los niveles de glucosa comienzan a menguar, las reservas de glucógeno muscular experimentan depleción y si no se consume agua se tendrá un estado de hipoglucemia.

Por lo general el hígado aporta glucosa el torrente sanguíneo para el buen metabolismo del sistema nervioso central. Conforme se agota el glucógeno de los músculos, estos comienzan a captar la glucosa disponible en la sangre drenando las reservas del glucógeno hepático. (1)

La hidratación es vital para todas las funciones del cuerpo, especialmente hablando de actividad física moderada a intensa.

El agua es tan importante que forma parte del 60 a 65% del peso corporal de un atleta. La mayor parte es agua intracelular y el resto extra e intercelular, así cuando un atleta suda, primero pierde agua de la sangre, después del fluido que rodea las células y finalmente de los líquidos del interior celular. La deshidratación produce una reducción del volumen sanguíneo y como el cuerpo debe mantener la irrigación de órganos y tejidos la frecuencia cardiaca aumenta conforme el corazón se esfuerza por dar abasto; Consecutivo a fatiga temprana y sobrecalentamiento debido al suministro inadecuado de sangre. Por esta razón la deshidratación reduce el rendimiento e incrementa el riesgo de complicaciones de carácter térmico.

Una vía importante de la perdida de líquidos es el sudor; es decir, durante un entrenamiento, juego o competencia los músculos generan calor hasta la superficie de la piel, donde la mayoría es disipado cuando el sudor se evapora. Además la perdida de calor también puede ocurrir por radiación, conducción y convención. Muchos atletas no se dan cuenta de cuanto sudan ni que tan rápido pueden deshidratarse: por ejemplo los futbolistas pierden de 1.5 a 3 litros de sudor durante una práctica o un juego, especialmente en un clima caliente por lo tanto es necesario reemplazar los fluidos perdidos, de lo contrario la deshidratación y fatiga temprana serán inevitables. Al perder inclusive 2% de los fluidos corporales se pueden afectar las funciones cognitivas.

La deshidratación incrementa el riesgo de lesiones además provoca cefalea, mareos, irritabilidad, calambres musculares, desorientación, rubor, escalofríos, vómitos, nauseas, y hasta perdida total o parcial del conocimiento.

Para mantenerse hidratado y prevenir la deshidratación y sobre hidratación es necesario saber cuanto se suda y cuanto se requiere para reponerlo, debido a que las tazas de sudoración pueden variar debido al ambiente o a la intensidad del ejercicio; se presenta una estrategia para estimar la tasa de sudoración por hora: esto es igual a la cantidad de peso perdido durante el ejercicio (en gramos) mas la cantidad de fluidos consumidos durante el ejercicio (en mililitros). Por ejemplo, un atleta pierde 720g (720ml) durante el ejercicio y consume 360 ml tomara 1080 ml por cada hora. 270 ml cada 15 minutos lograran el objetivo. Si un atleta gana peso después del ejercicio indica sobrehidratación y pudiese producir hiponatremia (dilución en la concentración de sodio por la infusión de líquidos en exceso haciendo que el cerebro se hinche).

La deshidratación se puede prevenir, sin embargo el agua se queda corta, es decir no repone todo lo que se pierde en el sudor, ya que sin sabor el agua es un reto para la mayoría de la gente; no contiene electrolitos (sodio y potasio), además el agua cesa la ansiedad de la sed antes de que el cuerpo este completamente hidratado. Finalmente no contiene hidratos de carbono que reactiven l actividad muscular. (4)

Como resultado del ejercicio los procesos oxidativos del músculo se acentúan y generan mas peroxido de lípido y radicales libres, en animales se a demostrado un aumento del doble al triple de las concentraciones de estos en el músculo e hígado después del ejercicio hasta el agotamiento.

En la mayoría de los estudios donde se investiga la formación de radicales libres durante el ejercicio determinan efectivamente las medidas indirectas de la peroxidación del lípido y menor la formación de radicales libres. Recientemente en algunos estudios se ha analizado el efecto del ejercicio sobre la susceptibilidad de la lipoproteína de baja densidad a la oxidación. Los resultados sugieren que el ejercicio vigoroso realmente favorece la formación de radicales libres. (1)

Entendiendo

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