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Resumen del texto “Historia De La Revolución De Haití”


Enviado por   •  26 de Junio de 2017  •  Trabajo  •  12.315 Palabras (50 Páginas)  •  346 Visitas

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Resumen del texto “Historia De La Revolución De Haití”

  1. Conquista y Colonización de Haití

El 6 de diciembre de 1492, en la mañana, la carabela Santa María con el almirante Cristóbal colon a bordo llego a un puerto, con buen fondeadero cercano a la costa. Desde la nave se notaba una hermosa playa y un rio, y arboles “de mil maneras y todos cargados de frutas, que creía el almirante ser de especería y nueces moscadas, sino que no estaba maduras y no se conocía”. Se encontraban los españoles, por primera vez, en la región noroeste de Haití, que colon creyó era ofir, “el país, donde los descendientes de Noé se habían establecido”, pero designo el lugar con el nombre del santo patrona del día: puerto de san Nicolás. Los azorados aborígenes huían al aproximarse las naos hispanas. El almirante no creyó debía demorarse. El 7 continuaron su viaje la Santa María y la niña, bordearon el cabo san Nicolás rumbo al Este; pasaron frente a la pointe jean rabel y port a 1´Ecu para anclar en un puerto entre colinas que colon denomino de la concepción, rebautizado mas tarda, por razones obvias, como puerto de los mosquitos. Allí según afirma Las Casas:

“Vista la grandeza y hermosura de esta isla y parecer a la tierra de España, puesto que muy aventajada, y que habían tomado pescado en ella semejante a los de… Castilla, por otras razones y semejanzas que le movían, determino, un domingo, a 9 de Diciembre, estando en este puerto de la Concepción, de dar nombre a esta isla y llamarla isla Española.”

A los dos días, el cacique sube nuevamente a bordo de la capitana. Colon se hallaba comiendo. Dejemos que el propio almirante pinte la escena:

“así  como entro en la nao hallo que estaba comiendo a la mesa debaxo del castillo de popa y el, a buen andar, se vino a sentar a par de mi y no me quiso dar lugar que yo me saliese a él ni me levantase de la mesa, salvo que yo comiese. Yo pensé que el luego traerle cosas que el comiese. Y cuando entro debaxo del castillo hizo señas con la mano que todos en la cubierta, salvo dos hombres de una edad madura, que yo estime por sus consejeros y hayo, que vinieron y se asentaron a sus pies. Y de las viandas que le puse delante tomaba a cada una tanto como se toma para hacer la salva, y después, luego, los demás, enviábalo  a los suyos y todos comía de ella, y así hizo en el beber, que solamente llegaba a la boca, y después así lo daba a los otros, y todo con un estado maravilloso y muy pocas palabras.”

Colon regala el cacique el arambel que tenía sobre la cama, cuentas de ámbar que traía al cuello, unos zapatos colorados y un recipiente con agua de azahar, con lo cual:

“Quedo tan contento que fue maravilla, y el su hayo y consejero llevan grande  pena porque no me entendían ni yo a ellos. Con todo, le conocí que me dijo que si me cumpliese algo de aquí, que toda la isla estaba a mi mandar.”

Los agasajos que brindaba colon a guacanagari no era más que parte del plan destinado a esclavizar a los haitianos en plazo no muy lejano, y cuya debilidad e ignorancia piensa explota hasta el máximo posible. Con esa idea de esclaviza miento escribe el almirante a los reyes Isabel y Fernando:

“Crean vuestras Altezas… que esta isla y todas las otras son así suyas como castilla; que aquí no falta salvo asiendo, y mandarle hacer lo que quisieren, porque yo con esta gente que traigo, que no son muchos, correría todas estas isla sin afrenta; porque ya he visto solo tres destos marineros descender en tierra, y ayer multitud de estos indios, y todos huir sin que los quisiesen hacer mal. Ellos no tienen armas, y son todos desnudos y de ningún ingenio en las armas y muy cobardes, que mil no aguardaran a tres; y así son buenos para les mandar y les hacer trabajar, y sembrar y hacer todo lo otro que fuere menester, y que hagan villas, y se enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres.”

Convencido por lo que, mal o bien, pudo entender de guacanagari sobre grandes existentes de oro lo que despertaba la avariciosa codicia de aquel puñado de aventuras españoles el almirante hizo vela hacia el este. Bordeando, en lo posible, se enfrento el día 19 a una cadena de montañas cabo haitiano para descubrir al amanecer del 20 una hermosa bahía, que denomino la Mar de Santo Tomas hoy bahía azul, de dificilísima entrada pero rodeada de un maravilloso paisaje. Los tainos ingenuos y sencillos acudieron a millares a las carabelas españolas. Los visitantes aportaban casabe, ñames,  batatas, frutas y agua fresca en cantaros de alfarería. El 22, el fuerte viendo del este hizo desistir al Almirante de continuar por el viaje, y fondeo cerca de la boca de la bahía. Las muestras  de oro, cuya vista excitaba a todos los españoles, convencieron a Colon de aceptar la invitación de guacanagari de visitar su poblado. El 24 de diciembre, al amanecer, partió con las naves alejándose de las recosidades de punta santa cabo haitiano con el propósito de pasar la navidad en lo qué el entendía era ya el Cipango de sus esperanzas y proyectos.

 Al partir Colon el 4 de enero de 1493 en viaje de regreso a España, dejo el fuerte de la navidad bajo el mando de Diego de Arana, que tenia por tenientes a Pedro Gutiérrez y Rodrigo de Escobedo, y treinta y siete hombres escogidos. Distaba la navidad lengua y media del pueblo donde ejercía su mando, cabeza del cacicato de marien, guacanagari, de quien esperaba el Almirante seguiría prestado a Arana y sus compañeros la misma generosa cooperación que al había brindado en el corto espacio de tiempo que permaneció en tierras de Haití.

Tainos, de origen a ruaco, eran los indios encontrados por colon en Haití y Quisqueya. En las relaciones del Almirante, que Navarrete nos da a conocer, se habla del estado social de Marien, y de la organización político-aristocrática que integraban los grandes caciques, los nobles o nitaíno como caciques segundarios y las naborías que integraban las masas populares. Choco a los españoles el relativo boato y esplendor de los haitianos en relación con la primitiva sencillez y pobreza de las rancherías de cuba, muy por debajo en ordenamiento y densidad a las vistas en el Marien. Las islas antillanas en su totalidad fueron pobladas por parcialidades de origen a ruaco, cultivadores y alfareros. En las Antillas menores, sin embargo, el Caribe, enemigos encarnizados, constituyen la excepción.

Eran los a ruacos los principales ocupantes de las Antillas, en la época de los descubrimientos, aun cuando es cierto que suplantaron otro grupo más antiguo. Constituyen la más extensa de las familias lingüísticas de la América del sur. Su nombre proviene de una tribu de la Venezuela que los españoles llamaban Araguacos, y que se llamaban a sí mismos lukkunu… su hábitat  es enorme. Se extienden por las Antillas hasta el sur de la florida, y al sur por Venezuela y el norte brasileño. En sus emigraciones al oeste llegaron a alcanzar las costas del pacifico, y, rumbo al sur, hasta chile. En el periodo de la expedición colombiana, los españoles encontraron en las Antillas, siendo con esos indios que colon y sus compañeros se pusieron en contacto, en busca de informaciones de la tierra desconocida. Pueblos pacíficos, vivían en guerra defensiva con los caribes, sus feroces enemigos que les robaban las mujeres y expulsaban de sus tierras. Los portugueses los encontraron en el litoral desde la desembocadura de la amazona hasta el golfo de Maracaibo. Sus sucesivas migraciones fueron complejas y ocurrieron en épocas diferentes.    

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