Revista Ecologica
Enviado por sofilla • 23 de Octubre de 2014 • 1.663 Palabras (7 Páginas) • 257 Visitas
Introducción
Friedrich Nietzsche nació el 15 de Octubre de 1844, fue un filósofo, poeta, músico y
filólogo alemán nacionalizado suizo y es considerado unos de los pensadores
contemporáneos más influyentes del siglo XIX. El mayor tiempo de sus estudios y
posteriores escritos los dedicó a la crítica exhaustiva de la cultura, de la religión y la
filosofía occidental, mediante la genealogía de los conceptos que la integran, basado en el
análisis de las actitudes morales hacia la vida. Nietzsche recibió amplio reconocimiento
durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la filosofía
moderna. Su influencia fue particularmente notoria en los
filósofos existencialistas, críticos, fenomenológicos, postestructuralistasy postmodernos, y
en la sociología de Max Weber. Es considerado uno de los tres «Maestros de la sospecha»
(según la conocida expresión de Paul Ricoeur), junto a Karl Marx y Sigmund Freud.
A través de la genealogía Nietzsche busca rastrear los orígenes de determinados
conceptos, examinando el significado cambiante de las palabras. A través de su método
genealógico en La Genealogía de la Moral tiene por objeto demostrar que las opiniones
recibidas sobre las fuentes de la moralidad están equivocadas y que, desde el punto de vista
histórico, conceptos tales como la bondad moral, la culpabilidad, la piedad y la abnegación
se han originado a partir de sentimientos rencorosos contra los demás o contra uno mismo.
No obstante no se busca simplemente que la genealogía de estos conceptos sea un
aporte histórico de estos conceptos, sino también una crítica de los mismos. Al revelar sus
orígenes, Nietzsche intenta poner al descubierto su dudosa descendencia y, por lo tanto,
cuestionar el prominente lugar que ocupaban en la moralidad de su tiempo. El hecho de que
los conceptos morales tengan historia anula la opinión de que sean absolutos y se apliquen
a todas las gentes de todos los tiempos. Este enfoque de la filosofía moral, como la mayor
parte del pensamiento de Nietzsche, es muy discutible, tanto por la metodología como
atendiendo a sus supuestos hallazgos.
La Genealogía de la moral, que aparece en 1887, destaca por los tres
tratados siguientes: 1) Bueno y malvado, bueno y malo. 2) Culpa, mala conciencia y
similares. 3) ¿Qué significan los ideales ascéticos?
En ellos, Nietzsche no se contenta con lanzar una estocada sobre un problema, como hacía
en obras anteriores, para continuar adelante a la caza de otras cuestiones, otras resistencias,
otras luchas, sino que se enfrenta a tres problemas y morosamente los sigue y persigue
hasta sus últimos escondites. Para ello acude a todo su refinado arte de psicólogo y, muy en
particular, a sus conocimientos históricos. Podía, sin duda, realizarlo, pues se encontraba
en la cumbre de su madurez. Las ideas que vinieran a la mente de Nietzsche son verdades
ya antiguas, procedentes incluso de su infancia, pero cuya perduración refuerza en él «la
gozosa confianza de que, desde el principio, no surgieron en mí de una manera aislada,
ni fortuita, ni esporádica, sino de una raíz común, de una voluntad fundamental de
conocimiento»
En otras palabras, a través de este texto Nietzsche no busca solamente examinar
críticamente la verdad o falsedad de las cosas, sino demostrar y desenmascarar las ilusiones
y autoengaños, es decir, dudar de todo aquello que se nos presenta como una verdad
absoluta.
En este segundo tratado de la Genealogía de la Moral Nietzsche nos habla de la
capacidad del olvido no solo como una vis inertiae (fuerza inercial) sino más bien como
una fuerza activa y vigorosa. El olvido es, para el autor, la mantenedora de un orden
anímico, de la tranquilidad y un beneficio, sin el cual no puede haber ninguna felicidad,
esperanza, orgullo ni presente, ya que gracias a esta se puede entrar en un tiempo de
tranquilidad, silencio y reflexión del cual podemos obtener un sin fin de respuestas. Pero
aun así en ocasiones es necesario recordar, por ejemplo, cuando se hacen promesas; y
por ello es necesario crearle al hombre una memoria. Y a partir de esto nace una de las
principales interrogantes, ¿Cómo se le crea una memoria al hombre, es decir, a ese animal
del instante, a ese animal solicitado por afectos contrapuestos, que lo arrastran de un lado
para otro? Es difícil crear esa memoria, y sólo puede hacerse causando daño: «para que
algo permanezca en la memoria se lo graba a fuego; sólo lo que no cesa de doler permanece
en la memoria». Es decir, solo por medio de algo que realmente afecte tan grandemente al
ser humano, llegando a causarle un daño tan inmenso, quizás una pérdida etc. es posible
crear, lo que llamamos, “conciencia”. Conciencia de lo que se dice o hace, de mis actos y
de mis palabras.
Pero entonces, ¿de dónde viene la “mala conciencia”? Aquí es donde
Nietzsche recurre a la filología y a la genealogía de la palabra, donde concluye que todo
esto proviene de la culpa o shuld. Pero esta culpa de la que nos
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