SIEMBRA DE LYCOPERSICON ORGANICO EN EL SUR DEL ESTADO

INGENIERIA EN DESARROLLO COMUNITARIO

ASIGNATURA:

TALLER DE INVESTIGACIÓN I

DOCENTE:

ING. YUSIRA CAB UCAN

ANTEPROYECTO:

SIEMBRA DE LYCOPERSICON ORGANICO EN EL SUR DEL ESTADO

7° SEMESTRE

ALUMNO:

BR. MARTÍN EDUARDO RUIZ KÚ (131T0116)

BR. ERI GIDEL PALMA TEJERO (131T0119)

INDICE

1.        ANTECEDENTES DEL TOMATE.        3

2.        OBJETIVOS        5

2.1.        GENERALES        5

2.2.        ESPECIFICOS        5

3.        PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA        6

4.        HIPOTESIS        7

5.        JUSTIFICACIÓN        8

1. ANTECEDENTES DEL TOMATE.

El origen del  Lycopersicon es localizado en la región andina que tiene una extensión desde el sur de Colombia hasta al norte de Chile, al parecer se a estudiado que fue en México alrededor de los 700 A.C con los Aztecas donde se domesticó por primera vez.

El nombre del Lycopersicon es llamado vulgarmente como Tomate, que deriva de la palabra en nahuatí (lenguaje que hablaban los aztecas de América Central) “tomatl” y, aunque muchos lo discutan, es una fruta. Esta hortaliza viajó desde Perú en 1519 a España atravesando el Atlántico. Pero su llegada no fue al comienzo lo adecuada que debería haber sido.

En la primera mitad del siglo XVI, el farmacéutico y botánico Petrus Matthiolus catalogó al tomate como un producto comestible y lo incluyó dentro de la misma familia de la mandrágora, la cual fue un error ya que la mandrágora era bien conocida en aquella época como una planta tóxica. Y, por extensión, desde principios del siglo XVII y durante dos siglos después, optaron por decir que el tomate era también un producto tóxico. A aunque a veces se aplicaba en aquel entonces como fines de producto medicinales, su consumo estaba desaconsejado. Pero claro, la confusión no podía durar para siempre.

En el año de  1731, el tomate conocido vulgarmente fue descubierto que no era un fruto “Toxico” como se le había dicho por el farmacéutico y pudo darse entrada hacia el mundo gastronómico. Pero claro, los cambios suelen tener detrás a un responsable y en este caso quien limpió la reputación del tomate fue el botánico Phillip Millar. La cual este botánico  bautizó a la hortaliza con el  nombre científico lycopersicon esculetum (que significa comestible en latín). A partir de allí, poco a poco, el tomate se convirtió en protagonista de muchos platillos exóticos de todas partes del mundo.

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