Salud Materno Infantil
Enviado por weynisjahilinne • 13 de Mayo de 2013 • 7.138 Palabras (29 Páginas) • 666 Visitas
Todas las mujeres tenemos el derecho a recibir apoyo afectivo
El comienzo del embarazo marca un hito muy profundo en la vida de cada mujer. Allí se generan grandes cambios, corporales, sociales y emocionales.
¿Por qué pueden aparecer tantos miedos y angustias durante este proceso?
Ante cualquier cambio grande en nuestra vida, pueden generarse movimientos de emociones. Se está presentando una situación nueva, distinta a cualquier otra que habíamos vivido (aunque sea nuestro segundo hijo), con lo cual puede aparecer miedos y angustias.
Estos son momentos para tomar contacto y escucharse. ¿Qué es lo que temen, o qué es lo que las angustia?
No es bueno dejar pasar esa situación o tratar de esconderla, porque se va acumulando y puede aparecer más fuerte. El mecanismo psíquico es muy complejo y siempre encuentra la forma para recordarnos que hay algo que no está bien, y no te permite disfrutar de la maternidad en su plenitud.
¿Qué puedes hacer para sentirte mejor?
Buscar mucho apoyo afectivo. Proba, en los momentos que te sientas angustiada, ser abrazada, que te sostengan o simplemente que te tengan la mano. El contacto calma y da tranquilidad. Esto que sentirás por ser sostenida por alguien que te quiere, lo vas a experimentar luego con tu bebé. Porque apenas sale de la panza es totalmente dependientes de vos, tanto de sus necesidades fisiológicas como emocionales.
Use la palabra; exprese lo que sienta en esos momentos que te angustias o tengas miedo, será de gran ayuda. Te sentirás más aliviada por el solo hecho de hablar. Los psicólogos estamos para ayudarte en este camino de sentirse mejor.
Vas a hacer tu propia experiencia, pero contar con un ambiente con personas que te quieren y apoyen, facilitando esta contención, te ayudara en grandes medidas. Vos harás de sostén y ambiente que facilite el crecimiento saludable para su bebé.
Vacunas:
La prevención de enfermedades con vacunas es siempre importante, pero tiene una relevancia especial durante el embarazo. En esta nota te contamos todas las vacunas que debes tener para que el embarazo sea más seguro.
Por su seguridad y eficacia, las vacunas más recomendadas durante la gestación son la antitetánica, la antineumocóccica y la vacuna antigripal. También, la vacuna anti poliomielítica (vacuna Salk), cuando existe riesgo de exposición y la mujer es susceptible.
1) Vacuna contra tétanos
El tétanos neonatal se produce cuando se corta el cordón umbilical con instrumental no estéril, o cuando se contamina con sustancias que tienen esporos de la bacteria del tétano, como por ejemplo la tierra. Para prevenir esta infección es necesario que la paciente embarazada tenga adecuada cantidad de anticuerpos o defensas circulantes durante el embarazo. Esto se logra manteniendo adecuada cobertura de vacunación antitetánica y esto no necesariamente implica administrarse un refuerzo de vacuna antitetánica en cada embarazo. Como vacunarnos correctamente contra tétanos Desde hace aproximadamente 50 años existe una reglamentación en nuestro país de aplicación obligatoria del esquema de vacunación antitetánica completo en los primeros años de vida. Esto consiste en la aplicación de 5 dosis, hoy la secuencia es a los 2-4-6-18 meses y 6 años), la dosis se antitetánica está presente en todas estas vacunas: doble, triple, cuádruple, quíntuple y ahora también séxtuple. La persona que haya recibido por lo menos tres dosis de vacuna antitetánica a lo largo de su vida, puede decir que ha recibido un esquema de vacunación antitetánico completo. Para lograr niveles constantes de anticuerpos antitetánicos en sangre es necesario repetir un refuerzo cada 10 años. Si por alguna razón no recibió los refuerzos a través de los años, en el momento en que recibe una nueva dosis vuelve a tener en sangre niveles protectores de anticuerpos para ella y para su futuro hijo en el caso de estar embarazada. No hay necesidad de aplicarse un refuerzo en cada embarazo, si transcurrió menos de 5 años de aplicación de la última dosis de vacuna antitetánica. Si no está embarazada y sufre algún accidente con riesgo de tétanos, no requiere refuerzo si la última dosis la recibió en los últimos 10 años. Si nunca en su vida recibió un esquema antitetánico completo (o sea por lo menos 3 dosis de vacuna antitetánica en su vida), es conveniente que lo haga cuanto antes. En caso de actualizar su vacunación antitetánica recuerde que lo mejor es aprovechar esa oportunidad y aplicarse la doble adultos (antitetánica y antidiftérica) que cada adulto debe recibir cada 10 años independientemente de su estado de salud y/o riesgo. La vacuna doble adultos se puede aplicar durante el embarazo.
2) Vacuna contra la Gripe
El riesgo de complicaciones ocasionadas por la gripe es mayor en pacientes embarazadas como resultado del aumento del trabajo cardíaco, del consumo de oxígeno, de la disminución de la capacidad vital pulmonar, y de los cambios que se producen en la función inmunitaria. La vacuna está compuesta por virus muertos y es segura durante el embarazo. Más de 2.000 embarazos han demostrado que no existen efectos adversos asociados a esta inmunización. Se recomienda la vacunación antigripal en toda paciente embarazada que curse su 2do y/o 3er trimestre en época invernal. Se recomienda la vacunación antigripal en toda paciente embarazada que curse su 2do y/o 3er trimestre en época invernal.
3) Vacuna contra Rubéola
La rubéola es una infección viral típica de la infancia, más frecuente en primavera que causa una enfermedad eruptiva que generalmente se acompaña de la inflamación de los ganglios. Durante la infancia no suele ocasionar complicaciones, pero cuando ocurre durante el embarazo puede producir daños graves al feto. La rubéola puede cursar sin síntomas, casi en la mitad de los pacientes que la padecen, y de tenerlos suelen ser indistinguibles de otras enfermedades virales con erupción o “brotes en la piel” como por ej.; infección por Parvovirus, enterovirus, sarampión atenuado, etc. Entonces, no sirve el recuerdo de las enfermedades padecidas en la infancia para decir si alguien tuvo o no rubéola. Sólo un análisis de sangre (estudio de las defensas) que nos permite identificar los anticuerpos específicos para rubéola, revelarán si la paciente es inmune (tiene anticuerpos para rubéola) o susceptible y necesita vacunarse previo al comienzo del embarazo. Toda mujer en edad fértil debe saber si ha tenido o no rubéola (confirmado por estudios serológicos) y si es susceptible, vacunarse antes del comienzo del embarazo para estar protegida durante toda la vida. En nuestro país, alrededor del 10 por ciento de las mujeres en edad fértil no ha padecido rubéola, y se beneficiaría con la aplicación de la vacuna.
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