Santo el enmascarado de plata
Enviado por chuchitamoxa • 16 de Agosto de 2012 • Trabajo • 4.895 Palabras (20 Páginas) • 502 Visitas
Santo el enmascarado de plata
1. Introducción
El 5 de febrero de 1984 el pueblo de México se despertó con una terrible noticia que lo hizo estremecer, ya que la leyenda más grande del deporte mexicano dejaba de existir. El hombre que marcó una de las etapas más importantes de nuestro deporte, se nos había adelantado en el viaje.
El enmascarado de plata le dio otro valor a la lucha libre, pues gracias a él, traspasó fronteras, y es que su fama fue inmensa, aunque no tan grande como su humildad, pues a pesar de haber sido el más grande gladiador, de convertirse en una de las máximas luminarias del cine mexicano, siempre fue un hombre noble y un amigo para todo aquel que se le acercaba.
Habrá quien diga que su trabajo en el cuadrilátero o en la pantalla grande era superado por otros personajes, pero la verdad es que nadie más logró convertirse en el máximo ídolo de México, en un fenómeno social que aún varias décadas después los grandes investigadores no logran explicarse, pero eso es hasta cierto punto lógico, ya que la fama y la interrelación que logra un ídolo con sus aficionados es incomprensible. En Europa se pensaba que era un personaje creado al estilo de Superman pero grande fue su sorpresa al descubrir que era una figura de carne y hueso que luchaba en México.
Sus Inicios
Vestido de plata con una máscara sobre la cara que ocultaba sus facciones, musculoso, fuerte y ágil, Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como Santo "El Enmascarado de Plata", resultó ser una de las grandes personalidades del espectáculo y figura arraigada en la cultura popular. Se sabe que nació en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de Septiembre de 1917 y sus padres fueron Jesús Guzmán Campuzano y Josefina Huerta (Márquez) de Guzmán. Rodolfo fue el quinto de siete hermanos. Carismático y de gran presencia física estuvo predestinado desde sus inicios a ser un destacado luchador. Tenía como arma principal sus poderosas piernas.
En los años 20, el jefe de la familia Guzmán, en su afán por buscar nuevos horizontes para sus hijos, decide emigrar a la ciudad de México. Su nueva casa la establecen cerca del jardín del Carmen en el barrio de Tepito y Rodolfo ingresa a la primaria "Abraham Castellanos" con el fin de terminar sus estudios que había iniciado en su natal Tulancingo.
La afición de Rodolfo eran los deportes, especialmente el béisbol y el futbol americano. Sin embargo, su interés por la lucha libre se hizo evidente en los treinta. Según carteles de la época, evidencian que Rodolfo inició su carrera en el pancracio el 28 de junio de 1934 en la Arena Peralvillo Cozumel, aunque la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL) asegura que comenzó en 1935 en el Deportivo Islas de la Col. Guerrero. Cuando Rodolfo trabajaba en una fábrica de medias para dama se le ocurrió aprender jiu-jitsu. Después aprendió la lucha grecorromana, lo que lo animó a convertirse en luchador. Fue en la arena de Pachuca donde el también luchador Jack O´Brien vio el estilo luchístico de Rodolfo- quien se hacia llamar "Rudy" Guzmán- y lo recomendó con Jesús Lomelí instructor de la EMLL (dirigida por Salvador Lutteroth Glz.), quien los trajo a la capital.
Sin embargo Rodolfo pasó sin pena ni gloria en sus inicios, no era malo, pero tampoco lograba meterse en el gusto del aficionado, por lo que decidió enmascararse, y encarnar un nuevo personaje.
Rodolfo se hizo una máscara, un nuevo equipo, y un par de meses después se presento como EL HOMBRE ROJO. Tenía que luchar casi a diario por varios rumbos de la ciudad para ganarse la vida. Cuando no había combates realizaba diversas labores: modelador, pintor, carpintero, mecánico, y varias más. En 1936 Rodolfo ingresó a la EMLL y triunfó en la antigua Arena México en su presentación y perdió en los dos combates siguientes. Nuevamente, la misma historia: ni pena ni gloria, y el público seguía sin tomarlo en cuenta, por ello en Noviembre de ese año decide dejar la EMLL. También Jesús Lomelí salió de las filas de la empresa para hacer su propio espectáculo luchístico y no duda en buscar al Hombre Rojo, de este modo Rodolfo se reencontró con el hombre que lo había ayudado en sus inicios.
Tratando de conseguir fama y fortuna Rodolfo Guzmán decide enmascararse como el MURCIÉLAGO II aprovechando un poco la fama de Jesús "EL MURCIÉLAGO " Velázquez, pero el dueño del nombre original apela a las autoridades de la Comisión de Box y Lucha, con el fin de retirárselo al incipiente luchador. Rodolfo se quedó pasmado, sin ánimos, tanto trabajo que le había costado conseguir algo de fama, y de pronto, sus sueños se fueron por la borda y por si fuera poco su vida familiar se trastocaba con la muerte de su padre (Jesús Guzmán Campuzano).
2. Nacimiento del santo
A principios de los años 40, Rodolfo contrajo matrimonio con María de los Ángeles Rodríguez Montaño (Maruca) en la iglesia de la Magdalena Mixhuca, y su padrino fue Salvador Lutteroth González. El matrimonio procreó diez hijos: Alejandro, María de los Ángeles, Héctor Rodolfo, Blanca Lilia, Víctor Manuel, Miguel Ángel, Silvia Yolanda, María de Lourdes, Mercedes, y el Hijo del Santo.
En esa década, tanto don Jesús Lomelí como Rodolfo regresaron de nuevo a la EMLL. Días después don Jesús ya le tenía un nuevo equipo, uno totalmente plateado. Ahora había que elegir un nombre, Don Jesús había pensado en EL SANTO, EL DIABLO o EL ANGEL; Rodolfo se decidió por el primero de ellos, y con cerca de siete pesos, se puso a hacer el equipo, que fue sumamente humilde, la máscara era un verdadero horno, pues era de piel de cochino, y dentro de ella, el calor era insoportable.
El 26 de Julio de 1942 hizo su debut como el Santo, ahí EL SANTO tuvo que medirse con el LOBO NEGRO, quien lo estaba dominando ampliamente, la desesperación hizo presa del plateado, quien no encontraba la forma de derrotar a su enemigo, el joven ENMASCARADO DE PLATA optó entonces por la violencia, empezó a faulear a su rival, el réferi trató de impedirlo, pero lo que logró fue que EL SANTO le hiciera pedazos la camisa, el tercero sobre las cuerdas no atinaba la forma de detener el huracanado ataque del rudo debutante, así que optó por lo más sano: descalificarlo.
Nunca nadie había perdido por descalificación en nuestro país, por lo que la gente se quedó admirada del nuevo rudo. El plateado anhelaba ser el campeón en las diferentes categorías del pancracio y también agradar al público que pagaba por verlo. Con ese espíritu de lucha, el 16 de agosto de 1942, en la vieja Arena México enfrentó a quién sería, con el paso de los años, uno de sus adversarios más
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