Sedimentación

A instancias de la Geología, un sedimento es la palabra que se emplea para denominar a aquel material sólido que se ha acumulado en la superficie de la tierra y que fuera el resultado de diversas acciones provocadas por fenómenos o por procesos acaecidos en la atmósfera, biosfera e hidrosfera, como ser: vientos, oscilaciones de temperatura, lluvias, circulación de las aguas tanto superficiales como subterráneas, acciones de organismos vivos o de agentes de tipo químico, entre otras.

En tanto, un concepto íntimamente vinculado con este término es el de sedimentación, tal como se designa al proceso a partir del cual un sedimento en movimiento llega a depositarse. Entre la sedimentación más corriente se destaca aquella a partir de la cual el material sólido es transportado por una corriente de agua que dispone de la capacidad de transportar ese sólido en suspenso y termina depositándose en el fondo de ya sea, un río, un embalse, un canal artificial, entre otros.

Cabe destacar, que la mayoría de los procesos de sedimentación se producen en el marco de un escenario de gravedad, por lo cual las zonas más deprimidas de la litósfera se encuentran más afectas a padecer la sedimentación. Mientras tanto, a aquellas depresiones que presenta la litosfera se las designa con el concepto de cuencas sedimentarias.

También, el término sedimento denomina a aquella materia que luego de haber estado suspendida en un líquido se posa en el fondo del recipiente que la contiene.

Y de alguna manera tomando las referencias mencionadas, en el lenguaje corriente se emplea la palabra con un sentido metafórico para dar cuenta de la marca que una situación o suceso deja grabada en un individuo.

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