Sistema Inmunitario
Enviado por sandrarios07 • 13 de Febrero de 2014 • 2.240 Palabras (9 Páginas) • 229 Visitas
Sistema Inmunitario: constituido por las células y moléculas responsables de la inmunidad; es
extremadamente complejo y posee una diversidad de actividades para mantener la
homeostasis de la salud.
Antígeno: cualquier sustancia capaz de unirse específicamente a un anticuerpo o a un receptor
de la célula T. Prácticamente cualquier clase de molécula biológica (metabolitos
intermediarios, azúcares, lípidos, autacoides y hormonas, así como también macromoléculas,
hidratos de carbono complejos, fosfolípidos como ácidos nucleicos y proteínas) puede actuar
como antígeno. Sin embargo, sólo las macromoléculas pueden iniciar la activación linfocitaria
necesaria para la activación de anticuerpos; estas moléculas se denominan inmunogenos
Comenzando con la Inmunidad Natural o Innata, inespecífica, que abarca desde las
denominadas “barreras físicas” (piel, secreciones de las mucosas, enzimas proteolíticas,
pH del estómago, etc.) hasta la activación de factores humorales, como el Sistema de
Complemento (por la vía alterna), o celulares, como la fagocitosis por macrófagos o la
activación de las células NK.
•Si, a pesar de la activación de todos estos mecanismos de la Inmunidad Natural la
infección sigue progresando, el sistema inmune pondrá en marcha el mecanismo de la
Inmunidad Adquirida, también con la activación de mecanismos humorales (activación
del Complemento por la vía clásica y anticuerpos producidos por linfocitos B o Ly B) y
celulares (desarrollo de citotoxicidad dependiente de anticuerpos y por linfocitos T
citotóxicos o Ly Tc).
Dentro de este sistema celular existen dos tipos de linfocitos T, que se diferencian por la
expresión en membrana de dos moléculas de superficie diferentes (CD4+ o CD8+) que van a
determinar sus funciones efectoras:
•Ly T colaboradores o helper, CD4+ (Ly Th), cuya principal función es la secreción de
citoquinas, por medio de las cuales estimula la producción de anticuerpos por los Ly B y
las actividades microbicidas de los macrófagos, que constituyen los dos mecanismos
principales para la eliminación de microorganismos extracelulares o que viven en
vesículas fagocíticas.
•Ly T citolíticos o citotóxicos, CD8+, que lisan las células que presentan antígenos
extraños en su membrana; es por ello que son útiles en la eliminación de virus y bacterias que infectan y viven en el interior de distintos tipos celulares, así como
también de células neoplásicas.
Los Ly T se originan en médula ósea a partir de una célula precursora pluripotencial
hematopoyética (Stem Cell) de la cual se originan la UFC (Unidad Formadora de Colonias), que
va a dar luego origen a las líneas eritroidea y mieloidea, y a un precursor linfoideo, a partir del
cual se originarán células destinadas a ser Ly B, que continúan su desarrollo en médula ósea, y
células destinadas a ser Ly T, que migran al timo, donde serán procesados y sufrirán
diferenciación.
Sólo el 5% de los linfocitos presentes en el timo permanecen viables para una adecuada
respuesta inmune y pasan a la circulación (el 95% restante muere por mecanismos de
apoptosis celular). Los Ly T que dejan el timo y alcanzan el torrente sanguíneo, van a
diseminarse por todo el organismo para alojarse en el tejido linfoideo corporal, más
extensamente en los ganglios linfáticos, vigilante ante la entrada de algún agente agresor.
Fases de la Respuesta Inmune
Cuando una noxa ingresa, la respuesta inmune mediada por estas células se desarrollará en
tres fases:
•Reconocimiento: unión de antígenos extraños a receptores específicos de linfocitos
maduros.
•Activación: proliferación, expansión clonal y diferenciación hacia células efectoras
(acontecimientos como consecuencia del reconocimiento). Requiere de la participación
de dos señales, el antígeno y células colaboradoras, con participación de moléculas
coestimuladoras.
•Fase efectora: se desarrollan las funciones que llevan a la eliminación del antígeno.
Reconocimiento
Los Ly T responden únicamente ante antígenos proteicos unidos a proteínas de superficie de
otras células que “muestran” el antígeno a este linfocito (es decir, no responden ante
proteínas solubles o circulantes).
Estos antígenos proteicos deben ser procesados, ya que estos linfocitos sólo pueden reconocer
los fragmentos peptídicos derivados de éstos, y, específicamente, la secuencia de aminoácidos.
Estos fragmentos peptídicos se unen únicamente a proteínas de membrana codificadas por
genes CMH (Complejo Mayor de Histocompatibilidad). Se dice además, que este proceso está
“restringido por el CMH propio” (los linfocitos sólo responden ante aquéllos antígenos unidos
a moléculas que puedan ser reconocidas como propias).
Existen dos clases de moléculas CMH de membrana: Clase I, presente en las células nucleadas
y Clase II, presente en células del Sistema Inmune (Ly, macrófagos, células dendríticas, etc.)
•Los antígenos derivados de proteínas citosólicas, son presentados en unión con el CMH
I y reconocidos por el linfocito T CD8+.
•Los antígenos extracelulares, son procesados y presentados unidos al CMH II y
reconocidos por los CD4+.
El reconocimiento del antígeno en ambos casos (CD4+ o CD8+) se hace mediante el TCR
(Receptor de Células T), que no distingue entre antígenos extra e intracelulares, por lo que la
especificidad depende de su unión al CMH correspondiente.
Estructura del TCR
El receptor para los complejos péptido-CMH en la mayoría de las células T es un heterodímero
formado por dos cadenas polipeptídicas transmembrana llamadas y, unidas
covalentemente entre sí mediante puentes disulfuro.
Ambas cadenas presentan porciones extracelulares que contienen un dominio variable (V), Nterminal,
y una región constante (C), proximal a la membrana. Los dominios V tienen una
estructura terciaria similar a los dominios V de las inmunoglobulinas, y el dominio C de la
cadena es similar a los dominios C de éstas. Esta homología que contienen los dominios les
da la particularidad de ser miembros de una familia de moléculas que constituyen la
“superfamilia de inmunoglobulinas”
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