Sistemas Del Cuerpo
Enviado por smoke • 24 de Marzo de 2013 • 944 Palabras (4 Páginas) • 299 Visitas
La protección solar nunca pasa de moda. La llegada del verano significa que es hora de picnics, excursiones a la piscina y la playa, y un aumento en las quemaduras solares. No obstante, los esquiadores y caminantes en el otoño también deben preocuparse por los rayos solares tanto como los nadadores. Las personas que trabajan al aire libre también deben tomar precauciones.
Durante los últimos 30 años se ha hecho más evidente la necesidad de protección solar. Los estudios muestran que la exposición al sol puede causar cáncer de la piel. Los dañinos rayos del sol, y de las lámparas solares y camas de bronceado, también pueden causar problemas, debilitar su sistema inmunológico y causarle manchas en la piel, arrugas o piel que parece de «cuero».
El daño que le causa el sol al cuerpo lo ocasiona la radiación ultravioleta invisible (UV). Las personas reconocen que las quemaduras solares son un tipo de daño a la piel causado por el sol. El broncearse también es un signo de la piel reaccionando a la radiación ultravioleta potencialmente dañina al producir pigmentación adicional que le da algo, pero casi siempre no suficiente, protección contra las quemaduras solares.
Mejora de la fuerza muscular
• La práctica de ejercicios de reforzamiento muscular tiene efectos beneficiosos sobre la fuerza y la resistencia muscular en personas de mediana edad
• La fuerza muscular también puede incrementarse con la ayuda de programas de entrenamiento incluso a una edad avanzada.
Un aumento de la resistencia a las fracturas
La actividad física aporta beneficios sobre las propiedades mecánicas de los huesos aumentando la resistencia a la fractura.
Una mayor resistencia de los ligamentos y tendones
La actividad física aporta una mayor resistencia a los ligamentos y tendones.
En los niños
Durante el crecimiento, la actividad física juega un papel importante en la adquisición del capital óseo, particularmente en niños de entre 10 y 18 años (las actividades con impactos o tensiones son más eficaces)
En la mujer
• En la mujer, después de una pérdida masiva de masa ósea los primeros años después de la llegada de la menopausia, la pérdida media se sitúa alrededor del 1% por año.
• Según el equipo del INSERM, un análisis reciente que recopila el conjunto de las publicaciones entre 1966 y 1996 muestra de manera significativa que la práctica regular de actividad física puede prevenir, incluso invertir, esta pérdida ósea ligada al envejecimiento, tanto a nivel vertebral como a nivel del cuello femoral.
En personas de más de 70 años
La actividad física previene la pérdida de masa muscular debida al envejecimiento
Una disminución de la pérdida ósea
Más allá de los 70 años, la actividad física continúa ejerciendo un efecto beneficioso reduciendo, aunque sin anularlo completamente, la pérdida ósea.
Una disminución del riesgo de fractura de cuello de fémur
• El riesgo de fractura de cuello de fémur se reduce un 6% por cada aumento de gasto energético
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