TRABAJO DE DERECHO DEL ENFERMO

DERECHOS  DEL ENFERMO

Dra. Emilia Lugo T

INTRODUCCIÓN

Indudablemente que el tema referido a los derechos de los enfermos, no es uno de aquellos que se pueda decir que tiene una dilatada tradición en la literatura jurídica en general, y mucho menos en aquello que existencialmente ha acontecido al hombre enfermo, lo cual pone el análisis en una situación paradojal como es, que quien por el sólo hecho de estar enfermo tiene una mayor vulnerabilidad a su persona, y no ha sido a quien se le ha reconocido originariamente un derecho subjetivo para hacerlo valer. Todo lo contrario, la consolidación de una noción jurídica sólida en dicho sentido, es en verdad una conquista de las últimas décadas, que se iniciaron a partir de los procesos reformistas constitucionales del derecho público.

Esto se ha conceptualizado como “la relación circunstanciada de ciertos derechos de la persona que pasan, a un plano especial, en virtud de las circunstancias en las que deben ser ejercidos y respetados”. Ellos se cumplen o son ejercidos por la persona natural cuando padece una enfermedad y lo hace frente a quienes accionan sobre él.

A ninguno de nosotros escapará que para la consolidación de dicho concepto, hubo que asumir la existencia de  los grandes excesos cometidos en la segunda guerra mundial, que hicieron a su vez de acicate para una reflexión no sólo antropológica del hombre enfermo, sino también jurídica acerca de qué trato, condición y/o estatus se debía otorgar a quienes en dicho estado se encontraban. Así la inauguración de tales construcciones jurídicas, que luego de la Declaración de Núremberg (que rigen los Principios de la experimentación en seres humanos (1.947), la Declaración de Ginebra (1.948) y  la Declaración de Helsinki (1.964), donde,  se fundamentan  los principios éticos de la investigación clínica.

Sin perjuicio de ello, en verdad no se puede ignorar, que aún para no pocas comunidades la cuestión de los derechos de los enfermos sigue siendo claramente inexistente.

La construcción del derecho de los enfermos emergen como es lógico en lo jurídico, con aquellos aspectos no precisos desde lo general y habitual que ellos poseen; puesto que si bien algo caracteriza a la relación que se establece entre médicos y enfermos, es la existencia o no, de una cierta cuota empática que a ella la vitaliza e ilumina.

Sabemos que existe mucho desconocimiento  por parte de médicos en relación a los derechos de los enfermos, incluso  a veces de los básicos y fundamentales, y en función de lo cual han manipulado de manera excesiva su conveniencia frente a ellos, amparados de algún modo en la breve estancia hospitalaria de los enfermos  y además que una vez recuperada su salud, quiere olvidar dicho estado anterior, aunque haya sido y sepa que fue, sujeto pasivo de algún tratamiento humillante o descalificante por el médico, por el equipo sanitario o el establecimiento asistencial.

DESARROLLO

La salud es un derecho que corresponde a la protección de la propia integridad física y psíquica, la cual pertenece a todo ciudadano y por ser una necesidad prioritaria, se reconoce como un derecho fundamental del individuo.

Como derecho fundamental, se caracteriza por ser un derecho derivado de la vida que se tiene desde el momento de la fecundación, implicando el concepto de prevención y rehabilitación, que busca la plenitud física, mental y social del individuo. Así la OMS ha definido a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

El médico tiene la misión principal de proteger la salud de las personas,  a través de la educación sanitaria, prevención, diagnóstico, tratamiento y por último la rehabilitación;  teniendo como objetivo el  bienestar global del ser humano. Así debe fomentar el desarrollo integral de los pacientes, colaborando en el logro de una salud plena, a través de la prestación de servicios sanitarios desarrollados en la comunidad donde ejerce su profesión.

El médico debe procurar el bienestar de su paciente, cumpliendo deberes en relación con sus enfermos e incorporando el ordenamiento jurídico a su profesión, para que sus actos médicos sean realizados en un marco de legalidad y por ende en función de  su resguardo. Debido a esto, el médico se enfrenta a una gran cantidad de normas legales que legislan su actividad y enmarcan los derechos de su paciente.

En este marco legal es de vital importancia  cumplir con el  CONSENTIMIENTO INFORMADO, que se define como una declaración de voluntad, efectuada por el paciente atento y mentalmente competente, con conocimiento de la naturaleza de su enfermedad, quien luego de recibir información suficiente referida a los riesgos y beneficios de los  procedimientos médicos y/ o quirúrgicos  recomendados; decide aceptar su conformidad y someterse a los mismos.

DERECHOS DEL ENFERMO

     En nuestro país el derecho de los enfermos lo recoge nuestra legislación en el artículo 83 de nuestra constitución “La salud es un derecho social fundamental, obligación del estado que lo garantizara como parte del derecho a la vida. El estado promoverá y desarrollara políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la república”  en la cual si bien es cierto acoge solo el derecho de todas las personas a que el estado les garantice la prestación de un sistema de salud con buenas condiciones sanitarias, lo que hace que la descripción de los derechos del paciente sea muy amplia, es importante tomar en cuenta que nos establece que el principal derecho que tiene todo enfermo es el recibir atención a su salud y además obliga al estado a ser el garante del efectivo goce de este derecho Art.84 “ Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema público de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y los servicios públicos de salud son propiedad del Estado y no podrán ser privatizados. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones públicas de salud”, ahora bien en cuanto a este punto y de una manera más precisa en Venezuela tenemos la  Ley del Ejercicio de la Medicina, la cual no expresa en ninguno de los cuerpos que la componen derecho alguno para los pacientes, el único que quizás se toca y de manera muy efímera es el derecho que tiene el paciente a conocer la verdad de su padecimiento plasmado en el artículo 51 ejusdem, ahora bien la federación nacional de medicina sanciona en su Código de Deontología Médica, cómo debe ser la relación médico- paciente. Evidentemente que dentro de las normas sustantivas se ha establecido muy claramente una serie de derechos y deberes tanto para el paciente como para el médico, que serían las normas regulatorias del comportamiento de este binomio.

...