TRABAJO DE FISIOLOGIA ANIMAL FISIOLOGIA Y ENVEJESIMIENTO DEL SISTEMA TEGUMENTARIO

TRABAJO DE FISIOLOGIA ANIMAL

FISIOLOGIA Y ENVEJESIMIENTO DEL SISTEMA TEGUMENTARIO

MARCHA Y EQUILIBRIO

INTEGRANTES

AGUDELO SAENZ JOSE

CARABALLO TORRES SINDY

CASTRO ACOSTA GERALDINE

MARTINEZ CHIMA WILLIAN

PRESENTADO A

JUAN BAUTISTA YEPES ESCOBAR

UNIVERSIDAD DE CORDOBA

FACULTAD DE CIENCIAS BASICAS

PROGRAMA DE BIOLOGIA

MONTERIA-CORDOBA

2017

Los cambios relacionados con la edad en los sistemas neural, sensorial y musculoesquelético pueden llevar a deterioro del equilibrio y la marcha, y este deterioro puede tener un tremendo impacto en la capacidad para movilizarse de manera segura en su medio ambiente.

La estabilidad postural

Puede definirse como el mantenimiento del centro de gravedad dentro de la base de sustentación o de soporte del cuerpo, es decir dentro de los límites de estabilidad, que corresponde el área dentro de la cual el cuerpo se mueve con seguridad, sin cambiar la base de soporte.

Los componentes sensoriales implicados en la estabilidad postural incluyen vestibular y sistema somatosensorial, los cuales actúan enviando la información de la posición del movimiento del cuerpo en un espacio tridimensional.

Equilibrio o balance

E considera como el conjunto de estrategias empleadas por un individuo para mantener la estabilidad y la postura (balance estático), responder a las perturbaciones externas o realizar actividades como caminar o alcanzar un objeto (balance dinámico). Así, el equilibrio normal es la capacidad de corregir un gran desplazamiento no esperado en corto tiempo. Dentro de los objetivos del equilibrio se encuentran:

• Corregir desplazamientos inadvertidos del centro de gravedad.
• Proveer información perceptual de la posición del cuerpo.
• Mantener una imagen precisa del medioambiente mientras el cuerpo está en movimiento.

De otro lado, la marcha puede ser definida como una serie de caídas continuas donde se persigue el centro de gravedad que permite la deambulación de un sitio a otro dentro de una distancia limitada. Para que un cuerpo mantenga en equilibrio o balance, el centro de gravedad. Los mecanismos de equilibrio y postura referidos anteriormente son la base para la realización de la marcha normal. La cual tiene cuatro requisitos indispensables:

• Soporte anti gravitatorio en posición en erecta.
• Equilibrio apropiado.
• Adecuada fisiología y biomecánica del paso.
• Movimiento de paso hacia delante o propulsión.

El proceso de la marcha comprende un componente voluntario y otro involuntario, el primero es regido por el sistema piramidal, que envía las ordenes necesarias para controlar la cantidad y la calidad de las respuestas musculares en cada momento de la marcha. El otro componente involuntario y automático, regido por el sistema extrapiramidal, es el encargado de dar el soporte gravitatorio y controlar los reflejos posturales para desplazar el centro de gravedad y la línea del peso del cuerpo de un lado a otro mientras se camina.

Tanto como el equilibrio como la marcha son regulados, por el sistema nervioso central, mediante de mecanismos reflejos, alimentados por el estímulo visuales vestibulares y propioceptivos, los cuales interactúan señales percibidas por cualquiera de los tres sistemas, arriban a diferentes niveles del sistema nervioso central, donde activan una serie de reflejos. Desde el punto de vista fisiológico, el mantenimiento del equilibrio se debe a los siguientes procesos.

• Primero, una persona recibe información continua sobre la posición del cuerpo y la trayectoria en el espacio a través del sistema sensorial.
• Segundo, el cuerpo determina anticipadamente una respuesta efectiva y a tiempo (procesamiento central).
• Tercero el cuerpo ejecuta una respuesta por vía del sistema efector (fuerza, rango de movimiento, flexibilidad resistencia).

Cambios relacionados con la función sensorial al envejecer

Visión: Para el mantenimiento de la estabilidad postural, al ser una tarea de orientación espacial, principal sistema utilizado es la visión. El visón ayuda a orientar el cuerpo en el espacio tomando como referencia los ejes verticales y horizontal de los objetos. En la posición bípeda, la visión ayuda a detectar cambios de sitios repentinos, brindando información al sistema nervioso central sobre la posición y movimientos de los segmentos corporales en relación consigo mismo y con el medio externo. Los componentes de la visión clínicamente importantes para el equilibrio y la marcha incluyen: La agudeza visual se refiere a la habilidad para detectar diferencias sutiles en formas, mientras que la sensibilidad al contraste es la habilidad para detectar diferencias en tonos y patrones, la visión periférica es la habilidad para ver al lado mientras se mira al frente y La percepción  de profundidad lo es para distinguir distancias la visión juega un papel preponderante en el mantenimiento del equilibrio, el sistema nerviosos central le da prioridad a la información suministrada por esta, sobre la vestibular y la propioceptiva.

Dentro de los principales cambios con el envejecimiento en la visión se encuentra el deterioro en la información recibida de las referencias visuales debido a la disminución de la agudeza visual, el aumento de la susceptibilidad a encandilarse y la pobre percepción de profundidad. Especialmente el deterioro de la sensibilidad para los contrastes y de la percepción de profundidad, son factores de riesgo al caer. Finalmente, con el envejecimiento se presenta dificultad para lograr fijar detalles de objetos en movimientos u objetos estáticos mientras el sujeto se moviliza probablemente por deterioro por los sistemas de integración, aspecto de particular importancia en ancianos que conducen autos

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