Tangoterapia.

INTRODUCCIÓN

A nivel mundial se ha observado que varios países se encuentran en la denominada transición demográfica y están expuestos a un acelerado proceso de envejecimiento de su población.

A medida que envejecemos, ocurren dos fenómenos paralelos, una declinación fisiológica normal y un aumento en la prevalencia de ciertas enfermedades, entre  la que podemos resaltar como neurodegenerativas, la EP; trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente al sistema nervioso central (SNC), ocurre cuando las células nerviosas (neuronas) no producen suficiente dopamina. Lo que progresivamente, origina la pérdida de  diversas habilidades motoras y cognitivas en las personas afectadas por dicho trastorno, generando así, una seria alteración funcional para la vida del adulto mayor, producto de la disminución de la capacidad física y de la salud mental, el adulto mayor se ve más expuesto a sufrir diversas complicaciones a causa de la enfermedad, ya que muchas veces presentan graves consecuencias físicas, psíquicas, sociales y económicas, que afectan tanto al paciente como a su familia y a la sociedad.

Este proceso inevitable, en muchas ocasiones se ve acelerado por factores que están relacionados con los modos y estilos de vida. Por lo que una de las recomendaciones fundamentales para mantener la funcionalidad física y mental es la práctica del ejercicio, lo que ayuda a la preservación de la autonomía personal y la calidad de vida.  Es por ello, que el objetivo de esta investigación es proporcionar una herramienta fisioterapéutica, “Tangoterapia”, a las personas que padecen la enfermedad de Parkinson en Barquisimeto, Estado Lara, con la finalidad de evaluar los efectos producidos  por la danza del Tango en cuanto a los benéficos que puedan generan cambios significativos en la capacidad física y estado anímico de los pacientes tratados.

Con la tangoterapia, se acrecienta el autoconocimiento, se potencia la autoestima, se facilitan los desbloqueos físicos y emocionales, y se integra mente y cuerpo. Además, propicia el ejercicio de la empatía, y nos sitúa en el aquí y ahora.

CAPÍTULO I

Planteamiento del Problema

     La Enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo del Sistema Nervioso Central (SNC), caracterizada por la presencia de temblor en reposo, rigidez, bradicinesia y pérdida de los reflejos posturales en los pacientes. (1)

     La prevalencia de la EP, es decir, el número de personas que pueden sufrirla en un momento determinado, es del 0,3% de la población mundial, y a partir de los 60 años de edad aumenta al 1-2%. En Venezuela es de aproximadamente el 2% en personas mayores de 50 años. La proporción es de 30 a 50 por cada 100 mil habitantes; lo que quiere decir que en una población de 30 millones de habitantes, se calcula que puedan existir alrededor de 30 o 40 mil personas con la enfermedad. (2)

Su causa es desconocida, pero distintos factores ambientales y genéticos han sido relacionados con la misma.

     A pesar del tratamiento médico, los pacientes con enfermedad de Parkinson pueden continuar con la progresión de  los trastornos físicos y psicológicos que afectan la calidad de vida del mismo.

Existen escalas que se implementan para describir cómo evolucionan los síntomas de la enfermedad, como la escala de Hoehn y Yahr, y otras que evalúan distintas áreas como el funcionamiento mental, la conducta, el ánimo, actividades de la vida cotidiana y función motora, como la Escala De Schwab & England y  la Escala Unificada de Valoración de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS). En general, nos permiten evaluar cuán efectivos son los tratamientos en estos pacientes.

     La enfermedad, según la escala de Hoehn y Yahr, es clasificada en 5 estadios, de los cuales los estadios I, II y III comprenden manifestaciones motoras leves y moderadas sin alteración de la pérdida del equilibrio.

    Existen terapias rehabilitadoras tales como la terapia ocupacional, logopedia y fisioterapia que funcionan como coadyuvantes para el paciente. El rol del fisioterapeuta es aumentar al máximo la capacidad funcional y disminuir las complicaciones que conlleven a que el paciente pueda sufrir trastornos motores y no motores. Por medio de la rehabilitación del movimiento, el paciente puede conseguir una mayor autonomía e independencia, ya que mejora la movilidad, coordinación de movimientos, atención, concentración, y aspectos psicológicos (3).

Dentro de la fisioterapia podemos destacar la Tangoterapia. Esta danza une, conecta y obliga a tomar registro del propio cuerpo, mejorando el vínculo con el otro y aumentando la capacidad aeróbica (4). Los profesionales dedicados a esta disciplina aseguran que ayuda a pacientes con cáncer, diabetes, Mal de Parkinson,  con discapacidades motoras o intelectuales, trastornos de estrés post-traumático, psicosis, timidez, ansiedad, depresión, pánico, entre otros. En el caso particular de los pacientes con EP, se cree que esta modalidad puede ayudar al paciente a disminuir o desacelerar  las complicaciones  de  la misma, debido a  que favorece la integración física, psíquica, social y emocional, ya que se trabaja la conciencia e imagen corporal, percepción sensorial, reflejo a estímulos, tono muscular, flexibilidad, fluidez, proyección del movimiento, musicalidad, espacio, control, uso de la energía corporal, comunicación, creatividad, motricidad y equilibrio de la persona. (5)

     El estudio de los beneficios de la  tango terapia constituyen la exploración básica e imprescindible para realizar una intervención precoz a tiempo, y sobre la cual implementar las técnicas terapéuticas para de esta manera disminuir las complicaciones que se presentan en los paciente afectados. Por las razones antes planteadas, resulta de especial relevancia dar respuesta a la siguiente interrogante:

¿Podemos a través de la Tangoterapia conseguir que los pacientes obtengan una mayor autonomía?

Para dar respuesta a esto, se formuló el siguiente problema de investigación:

¿Cuáles podrían ser los beneficios de la tango terapia en  personas con EP en estadios I, II y III según la escala Hoehn y Yahr en el Estado Lara?

1. Justificación

     Los primeros indicios de la enfermedad son fácilmente confundidos con otro tipo de padecimientos característicos de la vejez. La expectativa de vida promedio en los individuos con EP, generalmente es la misma para las personas que no padecen la enfermedad (6). En la medida que la enfermedad sigue su curso, empeora y dicha expectativa se puede reducir debido a la aparición de ciertas complicaciones que afectan sus vidas de forma drástica (caídas, infecciones, ahogos).

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