Tema de El Sesgo en el Método
Enviado por Antonio LP • 24 de Enero de 2018 • Ensayo • 2.718 Palabras (11 Páginas) • 193 Visitas
Sesgo en el método
La metodología empleada para realizar una investigación social está relacionada con la concepción subjetiva de la realidad que tiene el investigador; por lo tanto, los resultados que arrojen las investigaciones tenderán a validar el paradigma adoptado por él. Este aspecto de la investigación social se pone de manifiesto particularmente en épocas de campañas políticas, durante las cuales los contrincantes utilizan los resultados de encuestas de opinión para promover sus propuestas y tratar de dignificar los planes a futuro de los gobiernos que encabezarían.
Las empresas dedicadas a la elaboración de encuestas sobre preferencias políticas aprovechan esta característica para promover sus servicios entre las diversas fuerzas en juego, y los equipos de estrategia de los candidatos procuran la contratación de compañías que favorezcan determinado enfoque dependiendo del marco teórico en el que se desenvuelven los distintos discursos en juego. En una especie de validación “cuántica”[1], los encuestadores venderán la idea de que la forma (y por lo tanto el método) de obtener resultados va a incidir en la intención de voto, tanto de los encuestados como de los lectores del trabajo final.
De hecho, cuando se elige determinado método para realizar una investigación, se intenta que los resultados que produzca dicho trabajo se ajusten explícita o implícitamente, a las conclusiones que los estrategas esperan promover entre la población objetivo. Este aspecto de la reyerta política es utilizado frecuentemente por los adversarios para descalificar los argumentos de los oponentes, buscando señalar las deficiencias metodológicas de las investigaciones realizadas por contrato con compañías afines.
Desde el punto de vista epistemológico, este conflicto se ha hecho evidente desde el inicio mismo de la investigación social. La dificultad de establecer un marco teórico común como cimiento de los trabajos a efectuar tiende a producir discrepancias de fondo (debido a la elección de métodos distintos) sobre la validez de las investigaciones. “(…) lo que hoy se llama filosofía de las ciencias en las universidades, en las facultades, en los textos, carece de fundamentación epistemológica.”[2]
El apriorismo[3] que permea las investigaciones sociales ha resultado muy difícil (si no imposible) de erradicar, y esta es una de las razones por las cuales las comunidades científicas tienden a menospreciar el valor probatorio de las mismas. Este aspecto ha influenciado inclusive el desempeño de actores importantes en la investigación social, como la Asociación Antropológica Americana que dejó de describir sus actividades como «ciencia», manifestando en su actual sitio web (http://www.americananthro.org/) que aceptan el método científico pero también utilizan aspectos de las humanidades.[4]
Por lo tanto, el “Método” adoptado por el investigador social tenderá a producir resultados con determinado sesgo, por lo que la etapa de interpretación de las investigaciones se verá influenciada, si no es que definida, por el uso de determinado método. La máxima utilizada por Descartes[5] “Vitam impender vero” (Trad.: Consagrar la vida a la búsqueda de la verdad) nos revela que el idealismo es y ha sido un factor determinante en las conclusiones de la reflexión social y en la actualidad se observan frecuentemente los excesos que se permiten los comunicadores e investigadores de esta característica al presentar los trabajos realizados.
La relevancia de la selección del método en una encuesta, por ejemplo, no dependerá entonces de la capacidad de minimizar los errores de sesgo[6] que pueda contener, sino que el método será definido por el paradigma original del diseñador del trabajo de investigación. Por lo tanto, el método que rija una investigación será utilizado como arma de persuasión, de confirmación y en algunos casos, hasta de proselitismo.
En México, el conteo del número de pobres realizado por el CONEVAL[7] se realiza mediante una encuesta nacional a partir de las bases de datos del Modelo Estadístico 2016 para la continuidad del Módulo de Condiciones Socioeconómicas de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares. La información generada a través de las encuestas a los habitantes es utilizada por los diferentes contrincantes políticos para validar logros (en el caso del gobierno) o para señalar deficiencias (oposición); pero el aspecto fundamental es cómo las variaciones del método adoptado por el CONEVAL han producido resultados halagadores para las gestiones gubernamentales a partir de su implantación en 2006, y estos resultados han sido utilizados por los titulares de la Secretaría de Desarrollo Social para justificar sus actividades, por lo tanto, para promover sus aspiraciones de poder político, proveyendo una herramienta de medición de la pobreza que demuestre que se ha conseguido abatir el índice de pobreza en el país. La manipulación metodológica se pone de manifiesto al observar las Notas Técnicas[8] que adecuaron la información recopilada para producir mediciones relativas anuales que reflejen un supuesto avance en la solución del problema de pobreza en el país (Cuadro 1).[9]
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En el cuadro se observa cómo la valoración de ingresos no monetarios incide en la conclusión final que se aprecia en la evolución de las líneas de bienestar.[10]
Los resultados de la encuesta del “índice de felicidad” (Happy Planet Index)[11] que colocan a México en el segundo lugar mundial, sirven de apoyo a los argumentos gubernamentales de éxito en la gestión, pero las menciones a dicho índice no hacen referencia al método utilizado en la recolección de datos, por lo que se infiere que la “clase media” encuestada responde a una clasificación de población mexicana que se encuentra dentro de parámetros de medición de sociedades que cuentan con clases medias extensas y no reducidas como en el caso de México. Este ejemplo ilustra cómo la elección de determinado método para realizar una investigación puede influir en el efecto que se espera que produzca.
Dejando de lado las implicaciones éticas inherentes a la elección de un método “favorable” para conocer un fenómeno social, permanece el problema de falta de credibilidad estricta, debido a que en las ciencias exactas el método científico es un lenguaje común a todos los investigadores y las discusiones acerca de la veracidad o relevancia de los resultados se dan en el ámbito del análisis y la elección de los factores y de las variables considerados. En el caso de las ciencias sociales, las discrepancias suelen conducir a enfrentamientos de argumentos opuestos con intenciones políticas implícitas.
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