Temple Grandin

PROCESO CREATIVO, TEMPLE GRANDIN

Muchas veces nos damos cuenta de que nuestra percepción del mundo, la forma como lo vemos y lo interpretamos, está en gran medida relacionado, y depende, tanto por nuestra educación (en el hogar y la academia), como por nuestro desarrollo natural. Pero ¿qué sucede si esta misma educación y desarrollo obstruye en gran manera la forma de ver otras cosas relevantes de nuestro alrededor?

El telefilme biográfico de Temple Grandin, nos da un claro ejemplo de la forma en la cual un trastorno del neurodesarrollo humano, ayuda a la protagonista de esta historia real, a tener percepción y un punto de vista del funcionamiento de su entorno desde “otro ángulo”. En esto se basa la perspectiva de un verdadero científico: tener inquietudes, la curiosidad por lo desconocido, y en si preguntarse el porqué de todos los fenómenos del mundo. Llegando aún más adentro de esta perspectiva, se encuentra un factor que puede llegar a ser también muy importante, que es la sensibilidad, el respeto y la empatía por estos.

Con este coctel sensorial podemos darnos cuenta que se sobreponen muchas barreras que veces creemos muy altas de superar, se desafía a lo establecido, a los estándares impuestos; que muchas ocasiones nublan nuestro panorama impidiéndonos ver aún más allá.

La experimentación nos permite encontrar nuevas necesidades, nuevos gustos, nuevos deseos. Muchas veces creemos que muchas cosas solo se pueden desarrollar de cierta forma, con ciertos procesos, con ciertas prácticas, podemos darnos cuenta que muchas veces, sin darnos cuenta si las miramos desde otro punto vista, más amplio, quitándonos prejuicios y vendas de los ojos, gratas sorpresas pueden aparecer. Mas a profundidad, si podemos juntar una fuerte fundamentación teórica, con bases de ciencia, tecnología, etc, esta experimentación se puede volver aún más práctica y por ende, consiguiendo mejores resultados.

Podemos darnos cuenta que las personas verdaderamente creativas, “con la chispa adelantada”, en las sociedades, o en las mismas organizaciones, parecen llevar estilos de vida diferentes a los habituales. Viven con pasión su trabajo, buscan formas de hacer más eficientes sus tareas, manejan propósitos, metas y objetivos claros y específicos, optimizando sus tiempos sin descuidar la calidad en lo que hacen. Estos son el tipo de personas que necesitamos; más Temple Grandin con sus peculiares formas de ver el mundo.

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